Una fría mañana de finales de otoño de no recuerdo muy bien qué año de la segunda década del siglo —por los avisos se trata de 1625—, reciben los personajes en su lugar de residencia a un enviado, un emisario de la voz inquisitorial.
Una fría mañana de finales de otoño de no recuerdo muy bien qué año de la segunda década del siglo —por los avisos se trata de 1625—, reciben los personajes en su lugar de residencia a un enviado, un emisario de la voz inquisitorial. Éste anónimo lacayo les emplaza a encontrarse en las dependencias del Santo Oficio con su amo, el padre Aringarosa.
"La eternidad es una de las raras virtudes de la literatura"
Madrid, otoño de 1625.
Se dice en los mentideros que...
Aventura para el juego de rol de El Capitán Alatriste para un grupo no demasiado numeroso (3 o 4 jugadores), de los cuales es recomendable que alguno de vosotros tenga contactos en la Iglesia, bien porque pertenezca sus filas o bien porque sabe que cosa; así como que sigais el espíritu renacentista: personas tanto de armas como de letras, que habrá momentos para todo.
La aventura estará divida en dos actos y se desarrollará en Madrid y Salamanca y deberéis saber moveros en el mundillo de la edición literaria de la época, al amparo de las sombras del Santo Oficio, así como prepararos para otras labores... más de campo.
¿Qué saben vuestras mercedes sobre exorcismos y malos espíritus?
Se requiere de los que se atrevan a alzar pluma buena caligrafía y afinidad con la época. No estaría de más algún legajo al privado del aquí narrante para valorar aptitudes. De todos los recibidos, tras valoración de méritos, se elegirán 3 ó 4, para la malsana labor de la charla con lo divino.
Donde tomaremos vinos y discutiremos sobre lo vanal, lo humano y lo divino.
De como y porqué existen los figurantes de esta comedia o donde crearemos los perfiles de los representantes de la mesma.
Permitanme contarles algo sobre la mecánica de los vaivenes de las de Toledo y algunos devenires del juego en sí.
Ambrosio de Casares abandona el grupo para ir a buscar su fiel instrumento.
Donde escribiremos el principio de la aventura y las primeras presentaciones.
El devenir de los figurantes de esta obrilla les ha llevado a tener que tirar, más bien pronto que tarde, la herreruza.
Se disponen a salir del garito de Robles en busca de quien sabe si los últimos deseos.
El grupo sale de la taberna del Chete a las calles de la Villa con algo más de información sobre el asunto que les atañe.
Don Álvaro ha resultado gravemente herido por el tudesco en combate de espadas. ¿Podrá sobrevivir para vengarse?
Los figurantes de tan disparatada obra han dado con el tal librero Don Francisco de Robles resultando ser este un hombrecillo entrado en carnes y cobarde por excelencia.
Con algunos higados por fuera se les ofrece cobijo en el convento de Santo Tomás donde mañana les recibirá el padre Aringarosa para hablar de lo sucedido.
De cómo los personajes viajan a la ciudad de Salamanca y sus venturas y desventuras en la misma.
Don Emilio y Don Álvaro se dirigen en busca de sabiduría popular allí donde unas gotas de vino puedan soltar algunas lenguas.
Don Rodrigo y don Ambrosio se dirigen a hablar con la corchetería sobre el asunto que les ocupa.
De como los figurantes desta comedia recorren la letrada cuidad bajo la atenta mirada de la luna.
Tras una plácida noche de descanso los figurantes de esta historia son despertados temprano. Un miembro de la guardia viene en busca de Don Rodrigo.
Donde los protagonistas esperan encontrar al artífice de las extrañas muertes acaecidas en la ciudad de Salamanca y quizá encontrar el libro perdido que buscan.
Final de la aventura y conclusiones.
Bajada de telón.