Si hubo un momento en el que nuestros héroes pudieron afirmar que la vida les sonreía, este había pasado fugaz, como una estrella rodeada de oscuridad que cae hasta extinguirse en la nada, mientras los hombre y mujeres que la miran, indiferentes a su cruel destino, solo piensan en sus propios deseos y sueñan; sin que el fin de aquello que ilumina la oscura bóveda bajo la que habitan les perturbe.