Despiertas sobresaltado en una habitación que no conoces, la cabeza te da vueltas y por mucho que intentas recordar como llegastes ahí lo único que recuerdas es a un tipo con una máscara de gas. Miras tu muñeca y ves algo extraño: un reloj, con un número fijo. Y una nota en una mesita al lado de tu cama: Bienvenido al Nonary Game.