Un año ha pasado de la desaparición de Queenie entre los estudiantes del St. Agnes High School, iniciando como un simple blog en donde iban a parar los cotilleos y trapicheos de los estudiantes.
En un principio, nadie realmente se hizo problema por éstos, a excepción de sus víctimas. Queenie fue considerada como una heroína justiciera anónima y admirada por quienes pertenecían a los eslabones más bajos de la escala social del St. Agnes. Pero rápidamente Queenie se vio cegada por el poder y llevó las cosas al límite. Empezó a escarbar en los secretos más oscuros y personales de cada uno de los estudiantes.
Empezó la manipulación, las bromas de mal gusto… Y las amenazas.
La situación se salió de control y desembocó en un frenesí imparable de paranoia y locura. Las acusaciones no tardaron en aparecer y no fue hasta que ocurrió la tragedia cuando los estudiantes encontraron la paz.
En un suceso donde aún no están claras las cosas. Una estudiante asesinó a otra arrojándola por el balcón del hall del internado a mitad de la noche, exclamando que la víctima era en realidad Queenie.
Nadie sabe si realmente Quinn Crawford estaba detrás de Queenie, pero lo que sí es seguro es que desde aquella fatídica noche, no se supo más nada de la blogger.
Los estudiantes caminan tranquilos y llevan una vida aparentemente normal, con sus dramas adolescentes y secretos bien guardados. Queenie no es más que un rumor entre los novatos y un tabú entre los mayores. Pero todos ellos coinciden en algo, las cosas nunca han estado tan tranquilas desde entonces. Tranquilidad que fácilmente puede ser corrompida.
Queenie está de regreso, y no está contenta.