La Muerte Roja acecha en cada esquina de cada calle. Se cuela por las ventanas, por debajo de las puertas. No distingue entre pobres y ricos, jóvenes o viejos, fuertes o débiles...
Los nobles de la villa deciden encerrarse en palacio para escapar de la Muerte Roja, pero, ¿estarán seguros allí?
Corre el año 350 de la Edad oscura, el mundo se ha sumido en una época de caos y devastación, las fuerzas de Sauron vagan libremente por todo Arda, las antiguas razas poco se han vuelto a ver, elfos, enanos, medianos y humanos casi han desaparecido. Otrora Valles, montañas y colinas llenas de vida y verdor se fundían con el azul celeste del infinito horizonte, se cantaban los nombres de Elbereth y Manwë, se cantaban los nombres de Durin y de Bëor, se rezaba a los Maiar y a los Valar, hoy solo hay atroces chillidos de orcos, solo se masculla la grotesca lengua negra.
Ante desolador paisaje, algunos han intentado rebelarse contra Sauron y sus huestes, hasta hoy, nadie ha logrado conseguirlo, pero en el oscuro horizonte algunas nubes se abren mostrando algunos rayos tenues de luz, podría ser que al final, los aventureros adecuados crucen caminos y forjen un nuevo Arda...