Desde que el Rey demonio cayó enfermo el reino comenzó a tambalearse. Los nobles que tomaron el control planean imponer la paz, el orden y la justicia en todo el reino, y usarán la fuerza de ser necesario. ¡Incluso en las escuelas empezaron a impartir matemáticas!
Esta aberración no puede continuar ¡Alguien debe salvar la vida del Rey demonio!. Esa embustera y pervertida elfa de los bosques engatusó y envenenó a nuestro amado monarca. La delincuente huyó antes de que pudiéramos ponerle las manos encima y se ha refugiado en el impenetrable bosque del sur. Han pasado meses desde entonces y el rey no despierta.
Si tan solo algún aventurero fuese lo bastante tonto y estaría dispuesto a afrontar el peligroso viaje hasta sus bosques y hallar el antídoto, al regresar le estaría esperando una generosa recompensa y un indulto real por las buenas acciones que pueda verse obligado a realizar durante la travesía.