La Unidad contra Delitos de Individuos Mejorados debe hacer frente a una de las más peliagudas crisis de rehenes que se recuerdan, donde un individuo con un largo historial de problemas mentales, y que además posee poderes de radiación siendo capaz de hacerse detonar en una terrible explosión, retiene un autobús urbano lleno de pasajeros hasta que se cumplan una serie de demandas extravagantes.