Bajo unas nubes de tormenta, el vampiro conde Strahd von Zarovich se recorta contra los antiguos muros del castillo Ravenloft. Un trueno retumba en las torres del castillo. El aullido del viento aumenta a medida que baja la mirada hacia el pueblo de Barovia.
Muy abajo, pero no más allá de su aguda vista, un grupo de aventureros acaba de entrar en sus dominios. El rostro de Strahd forma un leve atisbo de sonrisa mientras se desvela su oscuro plan. Sabía que iban a venir y sabe por qué vinieron: todo de acuerdo con su plan.
Un relámpago atraviesa la oscuridad, pero Strahd ya no está. Solo el aullido del viento llena el aire de medianoche. El señor del castillo Ravenloft tiene invitados a cenar.
Y estás invitado.