Te despiertas en una habitación rodeado de gente que también se acaba de despertar, al parecer ninguno de vosotros sabe como ha llegado allí ni por que se encuentra en esa situación. La habitación no tiene muebles excepto por una silla eléctrica en el centro de la misma, un altavoz en la esquina superior izquierda de la puerta y un cuadro en la pared es toda la decoración que posee la habitación. Sobre la silla hay un folio con algo escrito.
Una enorme puerta de madera os impide salir de la habitación.
Tras unos segundos en los que la gente empieza a enloquecer y a preguntarse qué demonios esta ocurriendo, una voz comienza a sonar procedente de la pared.
- Hola a todos y bienvenidos a mi hogar, os preguntareis por qué estáis aquí, pues bien, estáis aquí porque habéis sido malas personas, no habéis tratado a los demás como se merecen y habéis salido indemnes de juicios en los que os deberían haber condenado a muerte, a cadena perpetua o a largos años de estancia en la cárcel o bien habéis ayudado a alguien que merecía lo anterior a evitarlo, pues bien, hoy demostrareis si de verdad merecéis y sois dignos de seguir con vida.
- Os encontráis en una casa alejada de la ciudad, se trata de una casa de tres pisos de altura, ahora mismo estáis en el tercero, deberéis llegar hasta la puerta de la casa para poder salir con vida de esta, tal y como hicisteis en vuestros juicios.
- En cada habitación en la que os encofréis o en cada pasillo en el que estéis os encontrareis con una puerta que solamente se abrirá de dos formas, o bien con la muerte de uno de vosotros al realizar una acción establecida, digamos que alguien dará la vida por el grupo, o bien descubriréis la manera de que se abra sin necesidad de que alguien muera, también os advierto de dos cosas, la primera es que disponéis tan solo de una hora para salir de la casa, cuando pase esa hora la puerta de salida de la casa se cerrara para siempre y moriréis de hambre o de sed; la segunda advertencia es que puede que no todas las puertas puedan abrirse sin la muerte de uno de vosotros. Ja, ja, ja, ja...
- El tiempo corre... suerte a todos.
Después de oír esa voz podéis ver como el contador que se encontraba sobre la puerta comienza a correr... 59:59, 59:58, 59:57...