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Hace ya unos dos años, casi tres, me decidí a masterear nuevamente (luego de un "impasse" de más 15 años) y opté por hacer una partida para novatos para D&D (3.5). Tras un casting con muchas solicitudes (demasiadas) terminé eligiendo 6 jugadores en vez de los 5 que planeaba. Con algunos reemplazos por vacaciones que terminaron siendo nuevos PJ, llegamos a ser 8. Sumémosle un cuervo y una rata como familiares, un perro de monta y una cabra... SI, una cabra! como compañeros animales (había un druida y un explorador) y con eso completamos un grupo bastante extraño, pero competitivo

Empezamos despacio, como hacer la ficha, como se consideraban las tiradas, que posibilidades podía tener cada PJ y hoy, finalmente, puedo decir con orgullo que la partida ha terminado. Que ese grupo de "aprendices" que al principio tuvieron problemas para acabar con unos pobres kobolds, terminaron combatiendo, y venciendo, a un Vroc (un demonio) en su propio plano, casi sin despeinarse... bueno, algo se despeinaron.

Hubo que lamentar una baja en un combate (esa arpía que sacó un crítico cuando no debía hacerlo) pero el resto, bien o mal, sobrevivió.

Hoy, casi tres años después puedo, con orgullo, felicitar a esos jugadores que me aguantaron tanto tiempo y, creo, algo aprendieron. De hecho con algunos actualmente comparto partidas (como jugadores) y otros se animaron a dirigir D&D, ese mismo juego que al principio no sabían por donde mirarlo.

Y porque lo digo publicamente? Por varios motivos. Primero, porque estoy orgulloso de saber que la partida terminó de verdad (es cierto que fueron 3 módulos en vez del único que tenía previsto) pero lo importante es que llegaron al final y no fue un fin por abandonos generalizados

A veces nos pasa (demasiadas veces) que las partidas quedan a medias, en este caso no fue así. Se acabó "dendeveras" gracias a la constancia de los jugadores durante más de 30 meses mantuvieron el ritmo de un post diario.

Lo importante es que se puede conseguir, solo es cuestión de elegir buenos jugadores. En mi caso no conocía a ninguno (de hecho, personalmnente sigo sin conocerlos ;-) pero me convencieron de sus ganas de aprender, y de jugar, con sus historias de presentación.

Seguramente tuve suerte, pero lo cierto es que las partidas se pueden terminar.

Brindo por el grupo del Cerro de los buitres, fueron treinta y pico de meses de pasarla bien y eso... eso se puede conseguir en Umbría. Ojalá todos tengan la misma suerte que yo!

Recuerdo cuando creaste la partida. Estabas tan satisfecho con las historias que te habían mandado los aspirantes que las hiciste públicas. Si el nivel se ha mantenido, y siendo una partida de 3 años, ¿has pensado en publicar el pdf en formato trilogía y hacer morder el polvo a Weiss, Hickman, Martin, Jordan y compañía? ;-)

Enhorabuena, Matute. Y no hables de suerte. La constancia en los jugadores se gana, en gran parte, con una buena labor de dirección, manteniendo su interés.

Bueno. Como master te doy la enorhabuena merecida!. Ir con unos novatos siempre cuesta muchísimo. Aunque yo tampoco se jugar a D&D y mira que me gustaría!.