Otros lugares, otras opciones :: Sin clasificar :: Maldito Río
Juan era un tipo normal. Trabajaba su campo de labranza de sol a sol; daba su diezmo al señor local y otro tanto a la Iglesia, como dios mandaba. Por eso, cuando en verano la calor más apretaba, sudaba desde las cejas hasta los pies.
Todas las tardes, durante las horas de más calor, se acercaba hasta el río cercano. No se metía, pues no sabía nadar. Él se quedaba a su vera, a la sombra de un buen árbol y disfrutaba del frescor que salía del agua.
Era aquel un río agradable aunque peligroso. Las gentes del lugar lo sabían. Era muy profundo, e incluso las gentes ricas y nobles que habían aprendido a nadar, se aventuraban en él con precaución. Sin embargo, con el buen tiempo y el calor, todos ellos parecían olvidarse de los peligros que entrañaba el río. Nadaban y chapoteaban felices, animadamente; incluso los más arriesgados se atrevían a saltar desde las ramas de los árboles cercanos o piedras. Por supuesto, cuando alguno de aquellos inconscientes calculaba mal, o saltaba desde una rama demasiado lejana, o había una roca traicionera en el fondo que no habían visto, se daban tal golpe que acababan muy mal parados, incluso muchos de estos, muertos; pero cuando esto ocurría las gentes que no sabían nadar no se entristecían por ellos, no derramaban ni un lagrima, tan sólo decían “era un insensato, eso le pasa por no usar la cabeza” y volvían a sus quehaceres.
Un buen día, Juan, cansado de ver disfrutar y divertirse a aquellos privilegiados que sí sabían nadar, decidió que era muy injusto que él no pudiera también disfrutar de aquel pequeño placer que dios le había dado a todos. ¿Qué me va a pasar? Míralos, tan contentos, tan felices. Si ellos que son unos insensatos, unos cabezas huecas que no saben nada, ni tan siquiera como conseguir unas buenas hortalizas, pueden nadar, no debe ser tan complicado. Seguro que no. Yo también podré nadar como ellos. Tan sólo ha de ser cuestión de práctica.
Primero entró poco a poco en el río, con cierto temor, con inseguridad, pues aún recordaba que la gente decía que era un río peligroso.
Pronto olvidó todo esto. El agua estaba fría, sentaba muy bien, le hacía sentir feliz, completo. Llevado por tales sensaciones tan agradables, continúo andando y andando cada vez más adentro, hasta que dejó de hacer pie. En seguida comenzó a mover las manos y los pies como podía para mantenerse a flote, pero lejos de volver atrás y desnadar lo nadado, continúo más y más impulsado por un ese sentimiento de querer más y más, de no querer ser menos que aquellos otros que si sabían nadar.
Entonces, cuando estaba a varios pies del suelo, un calambre le sobrevino a su pierna. Sin ese pequeño apoyo, el resto de su cuerpo no pudo mantenerse a flote por más que luchaba por no ahogarse. Pataleaba, braceaba, y cada vez se encontraba más cansado, cada vez se hundía más, cada vez tragaba más agua con cada bocanada.
Mientras se hundía, no paraba de pensar en lo malvado que era el río, lo injusta que era la vida.
Maldito río. No me avisaste de lo traicioneras que eran tus aguas. Parecías el paraíso, ahí siempre, fresco, agradable, cautivador. No me avisaste de que podía ahogarme. No me avisaste de que podía darme un calambre que me hundiera en tus aguas.
Malditos ricos y malditos nobles. Vosotros sabíais lo peligroso que era el río y no hicisteis nada por impedir que me acercara al río. No pusisteis muro alguno que me mantuviera alejado de tamaña tentación. No acudís en mi auxilio cuando me ahogo. Me dejáis a mi suerte. Vosotros tenéis la culpa. Vosotros que retozabais tan alegres en la fresca agua dando envidia de lo que vosotros teníais y yo no.
Malditos vosotros que sois como yo. Ahora que me veis ahogar no acudís a mi ayuda. Me dejáis también a mi suerte, como esos malditos nobles, para que me trague este maldito río traicionero.
Ay, que injusta la vida. ¿Cómo podía imaginar yo que algo como esto podía ocurrir? ¿Por qué la vida ha de ser tan injusta? ¿Qué culpa puedo haber tenido yo?
Hasta que el último de sus pensamientos se extinguió con su último aliento de vida bajo el agua.
Las buenas gentes del lugar lloraron su perdida. Pensaron como él, que la culpa era del río, de aquellas gentes que sí sabían nadar y se lo restregaban día tras día en sus propias narices.
Sin embargo, la memoria de las personas es corta y pronto olvidaron a Juan, olvidaron su terrible destino y su mala suerte.
Pronto, otro como ellos, se sentó a la sombra de un buen árbol a contemplar el río y pensó, ¿qué puede pasarme?
La crisis, es culpa de todos.
Y esta bonita historia queda resumida en el grandioso refranero español: "Manolete, ¿si no sabes torear, pa qué te metes?".
No me he enterado de nada.
En serio, es que no le veo el sentido al texto. ¿Qué tiene que ver el tocino con la velocidad? o.o
Lo que se inventa la gente con la dita 'crisis'...
Uh, no, la crisis no es culpa de todos, la crisis es culpa de los ninjas, y ese tio se ahogo por jilipollas, que por lo menos se podia haber traido alguien con el en caso de que le diera un calambre o unos manguitos y un flotador como es logico, o aun mejor, usar su maestria de las hortalizas para hacer un trueque con un rico y obtener una clase de natacion.
http://www.flickr.com/photos/laian/3045796314/size...
+1 a Musrha, podias haber puesto "La combustion espontanea es culpa de todos" o "La muerte por mal uso de tenedores y cables electricos es culpa de todos", y me hubiera sabido lo mismo.
Yo también puse algo en mi blog sobre el tema de la crisis.
Como muestra de humor, la viñeta tiene su gracia; como análisis, me parece simplista e irreal.
Los negocios de las subprime eran más como apuestas muy arriesgadas; yo como Banco A te concedo una hipoteca de alto riesgo, pero de la que espero sacar un 100% de beneficio a largo plazo, por lo que tendría al final un 200% de ingresos; ahora la vendo al Banco B a cambio del valor de la hipoteca más un 5%, yo gano un 105% de ingresos al final y B se la juega a algo con lo que podría ganar un 195% de ingresos; etc, etc, etc.
Los bancos no son gilipollas. Por mucho que les cambies el nombre al producto, siguen sabiendo lo que hay detrás. Otra cosa es que sepan valorar realmente el riesgo o no.
Ser Ninja no es tan bonito como lo pintan en la viñeta. Ahora esos mismos Ninjas son los que se quejan de que nadie les advirtió, que los bancos les engañaron, que malo es el capitalismo, que buitres son todos, que ellos solo quieren su casa,…
Lo peor, que al final el pato lo pagan tanto esos Ninjas como los que echaron cuentas y trataron de tener más cabeza.
Sin contar con que los mamones de los bancos que ayudaron a fraguarse todo, salen casi de rositas.
Como decía, la culpa es de todos. Por mucho que nos joda reconocerlo.
No pienso que la culpa sea de todos, más bien que es cuestión de que la economía se basa en algo insostenible ecológicamente, en unas leyes de mercado que fomentan la especulación y en una lucha de poder política entre paises influyentes. Los ciudadanos de a pie no tenemos ni idea de lo que pasa.
Os invito a ver este revelador video:
http://www.dailymotion.com/video/xdevy4_confesiones-de-un-sicario-economico_news
No digo que sea LA VERDAD, pero me da que pensar.
Adreim, interesante video, sin duda. La mayor parte me la creo, ya que no parece inverosímil.
Sin embargo, la mayoría de nosotros seguimos teniendo la culpa. Cada uno de nosotros aporta su granito de arena para que la maquinaria siga funcionando.
Seguimos sin usar más la bicicleta que el coche para trayectos cortos, a pesar de que tengamos un clima mucho más benigno que otros países donde ocurre al revés, como Holanda; ahí aportamos nuestro granito a que el petróleo siga encareciéndose.
Nuestros políticos siguen sin legislar para facilitar la instalación de microaerogeneradores o micropaneles para nuestras casas de tal forma que sea fácil obtener la energía eléctrica de nuestras casas de fuentes renovables, incluso que podamos vender nuestro exceso de producción a las compañías eléctricas. Nosotros somos quienes los votamos y quienes no les presionamos para que hagan algo.
Seguimos comprando en Zara, Springfield, Stradivarius, etc, en lugar de decidir aprender a hacer nuestra propia ropa tal y como hacían nuestras abuelas.
Seguimos prefiriendo continuar con un éxodo a las ciudades, dejando los campos y pueblos desiertos, en lugar de ser felices con una economía de autoabastecimiento en esos mismos campos que abandonamos.
Seguimos queriendo tener dos casas, sin importarnos que no estamos cargando el litoral; maldita sea, si la casa de la playa está encima del agua, mejor que mejor, ¿no?
Muchos se siguen endeudando para irse de vacaciones, en lugar de conformarse en pasar más tiempo con su familia en su ciudad.
Etc.
Etc.
Etc.
Todos aportamos nuestro granito, en mayor o menor medida, y lo hacemos porque la base del capitalismo es fuerte.
Esa base, no es más que la avaricia y el egoísmo humano. Mientras eso no cambie, el capitalismo sobrevivirá.
Por supuesto, es mucho más cómodo decir que es culpa de esas grandes corporaciones y de ese maldito sistema. Aceptar que todo eso sin nosotros no funciona, es mucho más molesto.
Cita:
!Hey, no eches la culpa al capitalismo, es la gran cadena que sujeta el progeso¡!Echale la culpa al parasito¡
Cita:
Cuanta razón.
Muy cierto que pagamos todos. Por fortuna algunos vimos que comprarse un bien de mas de 200 000 € cuando ganas 1000 € al mes era algo que podía pesarnos en el futuro y no lo hicimos. Desde luego que la crisis nos esta dando a todos, pero ahora me rio yo de aquellos que se jactaban tanto de trabajos sin cualificación y grandes coches, casas y demás. Si es que la gente cae en el timo de la estampita con una facilidad...
Puede que todos seamos culpables de la crisis, pero uno más que otros.
Ahora es dificil conseguir una hipoteca, pero hasta hace poco, se conseguían con una facilidad pasmosa. Cuando alguien iba a un banco y pedía una hipoteca, ¿qué cálculos se hacían sobre la viabilidad de una hipoteca?. Creo que la mayoría conocemos casos de una pareja de mileuristas que decidieron comprarse un piso dejándose entre 700 y 1000 euros mensuales en una hipoteca a 20 años. No es solo que no les dijesen "oye, mira donde te metes, que te estás hipotecando de por vida y que como te vengan mal dadas..." sino que incluso animaban a la gente a suscribir su hipoteca, en muchos casos aprovechándose incluso de su ignorancia. Muchas personas se ven así alentadas por la sociedad y por las entidades financieras a asumir hipotecas que no pueden mantener.
Pasa el tiempo y efectivamente, vienen mal dadas. Hay gente que pierde su empleo y de esa pareja de mileuristas, uno de ellos deja de trabajar. De repente la pareja se ve con unos ingresos de 1000 euros mensuales y 700 euros de hipoteca. Ah, pero los 700, resulta que ya no son 700, sino que son 850 porque el euribor ha ajustado las cuotas de la hipoteca al alza. Y claro, no pueden hacerle frente. Se producen impagos y el sector financiero se resiente.
¿De quién es culpa?. ¿Del que no supo calcular el riesgo que le suponía meterse en una hipoteca?, ¿de la entidad financiera que no solo no se la denegó sino que le animó a suscribirla?. Quizá de ambos, pero sobre todo, de la entidad financiera. No se puede pretender que cualquier persona que quiere comprar un piso sea una experta en finanzas. Simplemente desea algo y va a una entidad financiera (a la que sí se le presuponen ciertos conocimientos en cuestiones financieras) para estudiar como obtener ese algo. La entidad es la que debe valorar su solvencia y en consecuencia, concederle o no concederle la hipoteca. Por tanto, para mí es la principal responsable.
Señores, una cosa es decir que todos estamos pagando las consecuencias de la crisis, cosa que comparto, pero otra muy distinta intentar quitarle culpa a la gente que ha vivido por encima de sus posibilidades.
Si entre tú y tu pareja ingresábais 2.000, y prácticamente la mitad iba para la hipoteca, ¡tenías que haber previsto lo que podía ocurrir!, si uno pierde el trabajo vas a estar pillado de tus partes, así que ahora no vengas a lloriquear con la putada que te han hecho, porque por lo habitual dos no hacen algo si uno no quiere.
Que se nos lleva tiempo imponiendo unos precios desorbitados para lo que es un derecho constitucional como una vivienda digna es obvio, lo que no se puede hacer es pretender tener una casa en el centro, un cochazo en el garaje, vacaciones al extranjero y cenitas fuera todos los findes y luego quejarse cuando nos peguemos el batacazo.
Estoy de acuerdo con lo que comentas Cirax. Aparte de que el derecho constitucional a vivienda no dice que esta tenga que ser en propiedad, que es algo que la gente obvia con mucha facilidad. La gente n ha sido capaz de hacer las cuentas de "la abuela" de toda la vida. Si gano 2 no puedo comprar algo que vale 1000000, era asi de facil. ¿Alguien de verdad pensaba que la situación económica no iba a seguir comportandose como hasta ahora? (con ciclos expansivos y con contracciones) Es que vamos, el que se endeude a 40 años y piense que no va a darse ninguna eventualidad para mi tiene un nombre.
De todas formas tambien debería pegarse un palo de los gordos a lso bancos. Eso o, ya que ponemos dinero todo cristo de nuestros impuestos, nacionalizarlos. Vamos, desde mi punto de vista si el pueblo reflota una empresa (sea un banco u otra cosa) la empresa debería ser del pueblo, es asi de sencillo. Eso oq ue devuelvan con unos intereses bastante majos lo que todos hemos y estamos poniendo de nuestro bolsillo.
Me da igual de igual de quien sea la culpa de la crisis, yo lo que quiero es que la solucionen, que la gente tenga trabajo, que se hagan reformas...¿de que sirve el "y tu mas"? Discutir por discutir prefiero las discusiones entre colegas del tipo "4 edicion es mejor que 3", almenos hago el ganso con ellos, paso el rato y me divierto...xD
Cita:
Coincido, sería un buen proyecto.
De acuerdo, admito que todo el mundo aporta su grano de arena, pero estoy con quien a dicho que unos han puesto un grano y otros toneladas de arena. El cambio debe ser a todos lo niveles si queremos que pueda ser.
Ejemplo: No es suficiente con reciclar las basuras de casa, cosa que hacemos muchos, pero si los de kioto pasan de todo, nos iremos al garete por mucho que en mi casa llegue a contaminación cero. Y con la economía pasa lo mismo.
Concienciación ciudadana, sí, pero movilización también o esto se irá al cuerno un día.
Al final, las partidas umbrianas post-apocalípticas se pueden hacer realidad, pero no será divertido.
También coincido.