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La fotillo la ha utilizado mucha gente de por aquí, pues yo la descubrí en una partida en que era VIP.
Este personajillo fue uno de los que más me gustó en su época, aunque ahora me parece el típico pícaro en sus días me hacía imaginarme mil maneras de hacer las cosas de la manera más incoherente posible:
Nombre | Frodo Altaloma |
Jugador: | tynd |
Clase | Mediano: Pícaro 5 |
Descripción | |
Ojos: Azules |
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Historia | |
Si me acordara de cuando nací os lo contaría señor, pero como no me acuerdo os empezaré a contar mi historia desde que era un niño bueno e inocente. Yo era de un lugar feliz y tranquilo, en mitad de un valle también tranquilo, allí jugaba con los niños que había por todas partes, lo que pasa es que no me duraban, porque cada vez que se les perdía algo y aparecía no se yo como en mi casa me echaban la culpa y no los volvía a ver, así que desde entonces me llamaron ladrón, aunque yo no robo nada, solo cojo las cosas prestadas, el caso es que un día se me ocurrió salir de la ciudad, aunque aún era joven, tenía diez años, me desenvolvía bastante bien, y pronto llegué a una gran ciudad con mucha gente alta y extraña, y mucha gente baja y extraña, y como tenía hambre al llegar cogí una manzana prestada, y el malhumorado tendero llamó a los guardias diciéndoles que le había robado, gran y cochino mentiroso, el caso es que entonces tuve que esconderme en un oscuro callejón, y allí vi a uno de los míos entrando en un agujero, así que le seguí a ver si podía cogerle algo prestado que me sirviera, y cuando entré vi a muchos de los míos amontonando las cosas a un lado mientras salían y entraban, y uno de ellos me agarró por los hombros y me empujó fuera con el, y me dijo que teníamos trabajo, le seguí y me llevó delante de una casa muy grande y bonita con muchos perros rabiosos dentro, me dijo que teníamos que conseguir sacar noseque espada antes de que se alertaran los guardias, y entonces entró, como yo quería ver esa espada me metí y busqué por la casa mientras esquivaba a los perros, fue muy divertido, bueno al grano, el caso es que encontré la espada y salí de aquella gran casa con el otro compadre, volvimos y me dieron una bolsita de oro felicitándome por un trabajo que no había hecho, el caso es que al día siguiente volví y me llevaron a otra excursión a coger una gran caja con mucho oro dentro, como el otro día nos la llevamos a aquel lugar y me dieron otra bolsita, parece que me iba a volver rico, pero mi pasión por el juego y las mujeres hacia que me quedara sin blanca ese mismo día, así que decidí, al cabo de unos años, que me aburrí de las muchachas del lugar, que ya me conocían demasiado los guardias, que tenía demasiados hijos, y que debía demasiado oro, así que me largué de la ciudad, no sin antes coger prestado un poco de oro de aquel lugar para poder vivir, pero atravesando el desierto me asaltaron y me robaron todo lo que tenía encima, y es así como a los dos días llegué arrastrándome hasta aquí, la fortaleza esta tan rara, pero aún no he podido coger nada prestado. ----------------------------- Cuando llegué una bella mujer me llevó a mi y unos cuantos más (incluida una joven muchacha bastante guapa) a ver a un enano, al poco aceptamos lo que nos ofreció, una emocionante misión, llegamos al lugar por medios mágicos, y allí nos internamos en unas minas derruidas debido a que los mineros pedían que rescatáramos por lo menos los cuerpos de los que se habían quedado dentro, cuando entramos acabamos con unas pocas crías neogi, y yo conseguí hacerme con una bonita bola de cristal, luego llegó una bella elfa a ayudarnos, cuando investigamos la cueva nos encontramos con un neogi que nos engañó para que le siguiéramos y abriéramos una puerta muy valiosa (aún me he quedado con las ganas de coger un trozo), cuando bajamos a investigar nos tendieron una emboscada a la elfa y a mi y nos secuestraron. ----------------------------- Al cabo de un rato nos despertamos en una celda, Itzaina y yo conseguimos salir gracias a mis habilidades, que por supuesto son incluso mejores que las de los dioses, al poco nos encontramos con un goblin más o menos inteligente y siguiéndole llegamos a un pasadizo, con una hueste de goblins y neogis detrás nuestro, al rato llegamos por los pasillos a una pared altísima, esta vez seguidos por crías de ciempiés gigante y uno ya crecidito siguiéndonos, lo hubiera matado sin dificultades, pero Itzaina estaba cerca y podría haber muerto, así que huímos, pero al intentar subir la pared me quise divertir un rato y me lancé al suelo para poder observar a las crías, pero por alguna razón desconocida los dioses me lanzaron un hechizo de dormir, al cabo de un rato desperté al lado de un abismo con Itzaina encima mío (estaba claro) y dispuestos a salir para buscar a los compañeros que nos habían abandonado, se iban a enterar de lo que valía un mediano, sin embargo al salir nos encontramos todo destruido por los neogis y sus esclavos. ----------------------------- Cuando logramos huir pasamos cerca de las huestes de neogis, era necesario para poder volver a la fortaleza y además sería divertido, sin embargo, Itzaina fue descubierta, si no estaba yo era un verdadero desastre, así que para salvarla llamé la atención de los neogis antes de que acabaran con ella en su precipitada huida, y aunque me llevé la mitad del ejército por delante era un ejército entero con millones de tropas, por lo que al final caí. Cuando desperté estaba desnudo al lado de Itzaina, y unos cuantos aldeanos, ella también estaba desnuda, y alrededor nuestro, un combate fuera de la celda en la que nos encontrábamos. El combate era entre unos cuantos marineros y nuestros antiguos amigos, aunque faltaba y sobraba uno a la vez, yo enseguida abrí la celda, y así liberar a los pobres campesinos, hubiera sido un héroe si no fuera por aquellas enormes criaturas, las moles sombrías, que se comían a los que huían, los hubiera salvado, pero no soy tan rápido. Finalmente empezaron a correr dejando atrás a los enemigos, yo pensaba que estaban jugando al pilla pilla y les seguí corriendo para al acabar de correr descubrir que estaban huyendo los muy cobardes. Una vez conseguimos llegar a un lugar seguro, Itzaina y yo nos vestimos, para después zarpar en un pequeño bote cedido amablemente por un capitán, en el barco iba un marinero mudo que manejaría el barco y nos llevaría hasta la fortaleza. Tras unos pocos días llegamos al lugar para informar de la liberación del ejército neogi, y el desagradecido del capitán orco ni siquiera compartió su comida con nosotros después de un trabajo tan bien hecho. Poco después llegaron noticias, el ejército estaba arrasando ciudades enteras, y la fortaleza era reclamada por varias de ellas, mientras que ami solo me ascendieron a sargento, al poco toda la fortaleza fue llamada a formar, iban a partir a combatir a los neogis. Cuando íbamos a mitad de camino nos enteramos de que los cobardes neogis iban a atacar la ciudad cercana a la fortaleza, seguramente creerían que me encontraba allí, y tras destruir a la mitad de su ejército querrían darme caza, por lo que atacarían la ciudad para eliminarme. Sin embargo la noticia hizo que las compañías se separaran, si iban a atacar la fortaleza, alguien debía de quedarse a entretener a los ejércitos, y ya que me buscaban a mi debía quedarme, y conmigo vino el resto del grupo para ayudarme, después de todo eran buenos amigos. Pronto el capitán Skurtgel y el capitán Cregel trazaron un plan para destrozar a los neogis, y yo di el visto bueno, por lo que enseguida se pusieron en marcha, y yo con mis compañeros me dirigí a un pantano para dar caza a unos cuantos neogis. En el pantano los neogis atacaron junto con unos cuantos trasgos y un par de moles sombrías, sin embargo estaba yo, y eso decantó la batalla a nuestro favor, aunque no pude parar las flechas que mataron a los arqueros, ni detener los garrazos que partieron a los soldados, aunque si hubiera querido hubiera acabado yo solo con todos ellos. Completada nuestra parte del plan nos dirigimos a la fortaleza, para ver si los demás necesitaban ayuda o habían completado su parte del plan, y al parecer dio resultado. Nos teníamos que preparar para recibir a los neogis al día siguiente, sin embargo, antes de eso, tocaba recibir la paga, y celebrar la victoria en la taberna de la fortaleza junto a mis amigos, iba a ser una larga y estupenda noche, y a lo mejor conseguía que la elfa o la maga durmieran en mi lecho... ---------------------------------------- Al día siguiente hubo un cambio de planes, los neogis querían una batalla de su campeón contra el nuestro, por supuesto iba a ir yo, pero si fallaba sería un duro golpe para la moral de las tropas, así que enviaron a Kirik acompañado del cascarrabias y Tala, y mientras Cregel, Itzaina y yo nos apresuramos a salir por un túnel secreto hasta aparecer tras el campamento enemigo. Allí Cregel lo dejó todo en mis manos, como debía hacer, ya que soy un gran héroe, y con Itzaina y Hask avanzamos en silencio por el campamento, aprovechando que todos estaban observando el combate entre Kirik y el ogro campeón, al que por cierto, se estaba enfrentando de manera espectacular y acabó con su vida seccionándole la cabeza de un hachazo, y para cuando el enemigo quiso recuperarse de la visión tan desmoralizadora, yo ya había incendiado el granero y había liberado un par de bestias enjauladas. Al intentar escapar un ogro me cogió por sorpresa, y consiguió dejarme inconsciente, sin embargo, por suerte para mi, Kirik, Tala, Treno y Garrick habían llegado a tiempo y me sacaron de allí con la ayuda de Itzaina. Una vez consiguieron huir hasta la entrada del pasadizo secreto, me hicieron beber una poción que me devolvió el conocimiento, aunque más tarde me causó algunos gases, pero no lo digas, el caso es que esperamos allí un rato sin poder abrir la entrada hasta que llegó Cregel por el otro lado y nos abrió. Una vez demostré que Itzaina me quería a mi y no a Cregel proseguimos por el pasadizo de vuelta a la fortaleza, una vez allí me apresuré en celebrarlo en la taberna y tener un buen descanso. Al día siguiente nos despertamos pronto, nos habían ascendido y mi meta de ser capitán estaba cada vez más cerca, así conseguiría esa gran fuerza, pero antes teníamos una misión entre manos, los neogis iban a recibir suministros de comida para sustituir a los que habíamos quemado y eramos nosotros lo que debían evitarlo, así que nos asignaron un pelotón de arqueros y nos preparamos para la emboscada en uno de los caminos que debía recorrer la caravana. Una vez allí comenzó una dura batalla contra una hueste de criaturas gigantes, por supuesto yo las fui eliminando una a una sin darles tiempo a atacar, pero cuando quedaban solo unas pocas me noquearon, por suerte no fue el final. Cuando me desperté en la fortaleza me contaron lo que sucedió, consiguieron acabar con las demás criaturas a pesar de no contar con mi inestimable ayuda, pero debido a mi inconsciencia mataron a Tala, a Hask y a unos cuantos arqueros. También me enteré de que la guerra había acabado, se había firmado un tratado de paz, seguramente al verme combatir se asustaron, y estabamos reuniendo dinero para resucitar a la atractiva maga, sin embargo Kirik se despedía, iba a volver a su pueblo, y Garrick también se iba, de vuelta al barco del que vino, era una despedida triste, pero, si no es para disfrutar, o al menos eso decían, aunque yo estaba seguro de que los volvería a ver algún día. ---------------------------------------- Un año había pasado desde la aventura con los neogis, desde entonces habíamos resucitado a la maga, y habíamos hecho varias misiones más, sin embargo, un día nos llamaron los líderes de la fortaleza urgentemente, yo creía que me iban a echar la bronca por mangar material y comida a la fortaleza, sin embargo el asunto era muy diferente. Según los carcamales de los líderes (excepto Cregel, el me cae muy bien), las distintas ciudades que yo había salvado con mi poder y valentía, ahora querían condenarme a mi y a mis compañeros por haber liberado a los neogis. Reivaj pensaba que nos debía mucho por nuestras acciones en la batalla, y era cierto, de hecho, ni siquiera nos habían ascendido desde la última batalla, y pensaron que una misión en algún lugar lejano nos ayudaría a librarnos de la sentencia, y para ayudarnos nos asignaron a dos compañeros nuevos, Fausto, un viajero bastante divertido, y Ron, un guerrero mágico demasiado estirado. Juntos nos pusimos rumbo a una aldea lejana donde teníamos que rescatar a unos compañeros que habían desaparecido, y tras un par de semanas viajando junto a unos piratas muy blandengues tocamos tierra, y nos dirigimos al pueblo, pero tuvimos que acampar a un lado del camino porque se nos hizo tarde, y mientras Fausto y yo vigilábamos el campamento unos asaltantes intentaron asesinarnos, pero por supuesto, mi fuerza y velocidad me permitió acabar con todos ellos en menos de lo que canta un gallo, por desgracia, todos murieron, y no pudimos sacarles información, aunque según descubrimos, debían pertenecer a una organización, y se dedicaban a cazar aventureros. Al día siguiente llegamos al pueblo, allí nos tomamos unas buenas cervezas y una buena comida, aunque todo estaba muy tranquilo, sin embargo nos dirigimos a casa del alcalde y allí nos informamos sobre la desaparición de nuestro compañeros, que según nos contó, fueron a investigar una plaga de arañas a una montaña cercana y nunca volvieron, y armados de valor gracias a mi compañía, nos dirigimos hacia allí. Tras un par de horas de camino, me paré un momento a mear detrás de los árboles, y allí vi un escudo oxidado junto a una madriguera de arañas, estaba claro que ese era un buen sitio para empezar a investigar, y pronto nos pusimos manos a la obra. ---------------------------------------- Dentro encontramos un bonito templo, pero estaba muy sucio, y lleno de criaturas y trampas, nos dedicamos a explorarlo y a saquearlo, me llevé un buen botín, unas cuantas gemas y un par de baratijas mágicas que no sabía para que servían, seguramente solo calentaban la comida fría o te limpiaban las botas. Por desgracia caímos en una emboscada y Tala murió en aquél combate, pero aun así maté a las criaturas con mi inigualable destreza y valor. Cuando ya habíamos investigado casi todo el templo, encontramos a un enano tan viejo que estaba atrapado en unas telarañas, al menos este no era tan cascarrabias como Treno. Una vez lo investigamos todo una mujer muy rara con el abdómen de una araña nos atacó, dijo que el oro era inútil, y eso hizo que acabara con su vida, nadie debería meterse con el oro y sus infinitas posibilidades. Más tarde, de vuelta al pueblo, informamos al alcalde y nos fuimos a la posada, allí tuve que animar al posadero y su hija con mi labia y galanería, tras lo cual monté una juerga con Fausto y el enano Therk, y les demostré que nadie podía beber más que el gran Frodo, y de paso, aproveché para dormir en la misma habitación que Itzaina. |
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Notas | |
Idiomas: Mediano, común, elfo, enano y trasgoide.
Características: Fuerza - 10 Mod 0 PG: 24 PG Actuales: 24 CA = 21 =10 +4 Destreza +5 armadura +1 tamaño +1 anillo armadura natural Velocidad: 20' TS Ataque Base: 3/0 Presa Habilidades: Abrir Cerraduras: 14 = 4 Mod + 8 Rangos + 2 dote Dotes: Habilidades Especiales: |