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Creo que esto ya ha salido alguna vez por Umbría, pero me apetece volver a algo así. Se trata de un juego en el que cada uno escribe (una frase o un párrafo, lo que quiera) continuando la historia del post anterior. Es bastante sencillo, no? Pues allá vamos:

"Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia...

"Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel...

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo ese día les dijeron que...

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, habia una convencion de la Thermomix y que sólo les quedaba...

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, habia una convencion de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy.

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche.

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche. 

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes... 

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche. 

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes... 

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche. 

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes... 

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

El Troll vagó día y noche buscando otro puente tan acogedor como el que había tenido que dejar. Muchos recuerdos le acosaban por las noches, niños perdidos, goblins malolientes, cucarachas cebadas... Ahora debía encontrar otro refugio donde empezar su nueva vida, así es como llegó al lago helado de las tierras norteñas al este de la marca no tan oriental.

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche.

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes...

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

El Troll vagó día y noche buscando otro puente tan acogedor como el que había tenido que dejar. Muchos recuerdos le acosaban por las noches, niños perdidos, goblins malolientes, cucarachas cebadas... Ahora debía encontrar otro refugio donde empezar su nueva vida, así es como llegó al lago helado de las tierras norteñas al este de la marca no tan oriental.

Pero no nos olvidemos de los protagonistas, el pequeño Timmi y la joven Claudia que guardaban un increible secreto, algo que cambiaría el curso de los acontecimientos sin que nadie mas pudiera hacer nada para evitarlo. Y es que...

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche.

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes...

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

El Troll vagó día y noche buscando otro puente tan acogedor como el que había tenido que dejar. Muchos recuerdos le acosaban por las noches, niños perdidos, goblins malolientes, cucarachas cebadas... Ahora debía encontrar otro refugio donde empezar su nueva vida, así es como llegó al lago helado de las tierras norteñas al este de la marca no tan oriental.

Pero no nos olvidemos de los protagonistas, el pequeño Timmi y la joven Claudia que guardaban un increible secreto, algo que cambiaría el curso de los acontecimientos sin que nadie mas pudiera hacer nada para evitarlo. Y es que...

¡Timmi era yerno del Troll!

Claudia se sentía muy enfadada por como Timmi había tratado a su padre, así que aquella noche Timmi durmió en el sofá de debajo del puente.

Off topic: Yo creo que Aurum no capto la esencia del juego

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche.

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes...

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

El Troll vagó día y noche buscando otro puente tan acogedor como el que había tenido que dejar. Muchos recuerdos le acosaban por las noches, niños perdidos, goblins malolientes, cucarachas cebadas... Ahora debía encontrar otro refugio donde empezar su nueva vida, así es como llegó al lago helado de las tierras norteñas al este de la marca no tan oriental.

Pero no nos olvidemos de los protagonistas, el pequeño Timmi y la joven Claudia que guardaban un increible secreto, algo que cambiaría el curso de los acontecimientos sin que nadie mas pudiera hacer nada para evitarlo. Y es que...

¡Timmi era yerno del Troll!

Claudia se sentía muy enfadada por como Timmi había tratado a su padre, así que aquella noche Timmi durmió en el sofá de debajo del puente.

A Timmi no le costó conciliar el sueño, sin embargo un chirriante ruido metálico le despertó en medio de la noche, se quedó expectante, sin incorporarse, con los ojos aun cerrado y toda su concentración postrada en sus oídos, ese ruido le resultaba familiar, no era la primera vez que lo oía, sin embargo fue Claudia quien lo identificó.

- Timmi, ¿lo oyes? Es una bicicleta, y parece oxidada. – Le dijo agitándole para desvelarle – Estoy convencida de que es la bicicleta de la bruja que embrujó a mi padre.

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche.

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes...

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

El Troll vagó día y noche buscando otro puente tan acogedor como el que había tenido que dejar. Muchos recuerdos le acosaban por las noches, niños perdidos, goblins malolientes, cucarachas cebadas... Ahora debía encontrar otro refugio donde empezar su nueva vida, así es como llegó al lago helado de las tierras norteñas al este de la marca no tan oriental.

Pero no nos olvidemos de los protagonistas, el pequeño Timmi y la joven Claudia que guardaban un increible secreto, algo que cambiaría el curso de los acontecimientos sin que nadie mas pudiera hacer nada para evitarlo. Y es que...

¡Timmi era yerno del Troll!

Claudia se sentía muy enfadada por como Timmi había tratado a su padre, así que aquella noche Timmi durmió en el sofá de debajo del puente.

A Timmi no le costó conciliar el sueño, sin embargo un chirriante ruido metálico le despertó en medio de la noche, se quedó expectante, sin incorporarse, con los ojos aun cerrado y toda su concentración postrada en sus oídos, ese ruido le resultaba familiar, no era la primera vez que lo oía, sin embargo fue Claudia quien lo identificó.

- Timmi, ¿lo oyes? Es una bicicleta, y parece oxidada. – Le dijo agitándole para desvelarle – Estoy convencida de que es la bicicleta de la bruja que embrujó a mi padre.

A regañadientes, Timmy salió a comprobar qué era, debido a que se lo ordenaba la marimandona de Claudia. No era ninguna bicicleta, sino una moto enorme voladora, con un tipo enorme con un abrigo de piel de topo y una larga barba enmarañada que le dijo a Timmy que era un mago, y que se tendría que ir a la Academia Jogwars de Encantamientos y Brujería, a ayudarles a resolver un problemilla de derechos de autor.

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche.

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes...

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

El Troll vagó día y noche buscando otro puente tan acogedor como el que había tenido que dejar. Muchos recuerdos le acosaban por las noches, niños perdidos, goblins malolientes, cucarachas cebadas... Ahora debía encontrar otro refugio donde empezar su nueva vida, así es como llegó al lago helado de las tierras norteñas al este de la marca no tan oriental.

Pero no nos olvidemos de los protagonistas, el pequeño Timmi y la joven Claudia que guardaban un increible secreto, algo que cambiaría el curso de los acontecimientos sin que nadie mas pudiera hacer nada para evitarlo. Y es que...

¡Timmi era yerno del Troll!

Claudia se sentía muy enfadada por como Timmi había tratado a su padre, así que aquella noche Timmi durmió en el sofá de debajo del puente.

A Timmi no le costó conciliar el sueño, sin embargo un chirriante ruido metálico le despertó en medio de la noche, se quedó expectante, sin incorporarse, con los ojos aun cerrado y toda su concentración postrada en sus oídos, ese ruido le resultaba familiar, no era la primera vez que lo oía, sin embargo fue Claudia quien lo identificó.

- Timmi, ¿lo oyes? Es una bicicleta, y parece oxidada. – Le dijo agitándole para desvelarle – Estoy convencida de que es la bicicleta de la bruja que embrujó a mi padre.

A regañadientes, Timmy salió a comprobar qué era, debido a que se lo ordenaba la marimandona de Claudia. No era ninguna bicicleta, sino una moto enorme voladora, con un tipo enorme con un abrigo de piel de topo y una larga barba enmarañada que le dijo a Timmy que era un mago, y que se tendría que ir a la Academia Jogwars de Encantamientos y Brujería, a ayudarles a resolver un problemilla de derechos de autor.

Timmy se encontraba anonadado y antes de poder responder al tipo enorme se dio la vuelta y le grito a su hermana:

-¡¿Como demonios se confunde el sonido de una bicicleta embrujada con el de una moto voladora?!

Offrol: ¿El prota es Timmy o Timmi? Es que cada vez lo cambiamos xDDD

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche.

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes...

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

El Troll vagó día y noche buscando otro puente tan acogedor como el que había tenido que dejar. Muchos recuerdos le acosaban por las noches, niños perdidos, goblins malolientes, cucarachas cebadas... Ahora debía encontrar otro refugio donde empezar su nueva vida, así es como llegó al lago helado de las tierras norteñas al este de la marca no tan oriental.

Pero no nos olvidemos de los protagonistas, el pequeño Timmi y la joven Claudia que guardaban un increible secreto, algo que cambiaría el curso de los acontecimientos sin que nadie mas pudiera hacer nada para evitarlo. Y es que...

¡Timmi era yerno del Troll!

Claudia se sentía muy enfadada por como Timmi había tratado a su padre, así que aquella noche Timmi durmió en el sofá de debajo del puente.

A Timmi no le costó conciliar el sueño, sin embargo un chirriante ruido metálico le despertó en medio de la noche, se quedó expectante, sin incorporarse, con los ojos aun cerrado y toda su concentración postrada en sus oídos, ese ruido le resultaba familiar, no era la primera vez que lo oía, sin embargo fue Claudia quien lo identificó.

- Timmi, ¿lo oyes? Es una bicicleta, y parece oxidada. – Le dijo agitándole para desvelarle – Estoy convencida de que es la bicicleta de la bruja que embrujó a mi padre.

A regañadientes, Timmy salió a comprobar qué era, debido a que se lo ordenaba la marimandona de Claudia. No era ninguna bicicleta, sino una moto enorme voladora, con un tipo enorme con un abrigo de piel de topo y una larga barba enmarañada que le dijo a Timmy que era un mago, y que se tendría que ir a la Academia Jogwars de Encantamientos y Brujería, a ayudarles a resolver un problemilla de derechos de autor.

Timmy se encontraba anonadado y antes de poder responder al tipo enorme se dio la vuelta y le grito a su hermana:

-¡¿Como demonios se confunde el sonido de una bicicleta embrujada con el de una moto voladora?!

- No lo sé. - respondió la hermana de Timmy - tu novia nunca ha tenido muchas luces, pensé que ni lo notarías.

Entonces Bridget abandonó el cuerpo de Claudia y se materializó enfrente de Timmy a la vez que Claudia caía inconsciente al suelo, pero no cual grácil y elegante damisela embrujada, sino en un sonoro golpe que incluso provocó una pequeña onda expansiva que terminó arrasando un poblado de hormigas.

- Dime, ¿cómo me has descubierto? 

Érase una vez, en un enorme bosque, paseaban el pequeño Timmy y la joven Claudia que iban por el bosque, camino a la ciudad, al hotel de dos estrellas y media "La Brisa del Pantano", conocido por una tasa récord de habitaciones vacías. Sin embargo les dijeron que, por casualidades de la vida, ese día, había una convención de la Thermomix y que sólo les quedaba la mejor suite del hotel (claro, que con dos estrellas y media...) y, por supuesto, se escapaba del presupuesto de Claudia y Timmy. Así que buscaron un puente bajo el que pasar la noche.

Pero al llegar al puente un enorme troll con un mazo tan grande como un roble ancestral les miró con la furia encendida en sus ojos rojos como tizones ardientes...

Por suerte la habilidad de "Embaucar" de Timmy era de 90 y saco un critico con un d100, engañando así al Troll para irse a otro puente.

El Troll vagó día y noche buscando otro puente tan acogedor como el que había tenido que dejar. Muchos recuerdos le acosaban por las noches, niños perdidos, goblins malolientes, cucarachas cebadas... Ahora debía encontrar otro refugio donde empezar su nueva vida, así es como llegó al lago helado de las tierras norteñas al este de la marca no tan oriental.

Pero no nos olvidemos de los protagonistas, el pequeño Timmi y la joven Claudia que guardaban un increible secreto, algo que cambiaría el curso de los acontecimientos sin que nadie mas pudiera hacer nada para evitarlo. Y es que...

¡Timmi era yerno del Troll!

Claudia se sentía muy enfadada por como Timmi había tratado a su padre, así que aquella noche Timmi durmió en el sofá de debajo del puente.

A Timmi no le costó conciliar el sueño, sin embargo un chirriante ruido metálico le despertó en medio de la noche, se quedó expectante, sin incorporarse, con los ojos aun cerrado y toda su concentración postrada en sus oídos, ese ruido le resultaba familiar, no era la primera vez que lo oía, sin embargo fue Claudia quien lo identificó.

- Timmi, ¿lo oyes? Es una bicicleta, y parece oxidada. – Le dijo agitándole para desvelarle – Estoy convencida de que es la bicicleta de la bruja que embrujó a mi padre.

A regañadientes, Timmy salió a comprobar qué era, debido a que se lo ordenaba la marimandona de Claudia. No era ninguna bicicleta, sino una moto enorme voladora, con un tipo enorme con un abrigo de piel de topo y una larga barba enmarañada que le dijo a Timmy que era un mago, y que se tendría que ir a la Academia Jogwars de Encantamientos y Brujería, a ayudarles a resolver un problemilla de derechos de autor.

Timmy se encontraba anonadado y antes de poder responder al tipo enorme se dio la vuelta y le grito a su hermana:

-¡¿Como demonios se confunde el sonido de una bicicleta embrujada con el de una moto voladora?!

- No lo sé. - respondió la hermana de Timmy - tu novia nunca ha tenido muchas luces, pensé que ni lo notarías.

Entonces Bridget abandonó el cuerpo de Claudia y se materializó enfrente de Timmy a la vez que Claudia caía inconsciente al suelo, pero no cual grácil y elegante damisela embrujada, sino en un sonoro golpe que incluso provocó una pequeña onda expansiva que terminó arrasando un poblado de hormigas.

- Dime, ¿cómo me has descubierto? 

Timmy sonrió al responder:

- Porque cuando estábamos durmiendo te tiraste un pedo y no olían como los de mi novia.