Comunidad Umbría :: Partidas (reclutamientos, sondeos) :: Terror esotérico en las colonias.
"[...] no eran indios, en algunos, sus ojos eran azules y sus cabellos rubios, aunque la mayoría tenía los ojos grises, pero no como los hombres más allá del río. Éste no es un gris oscuro, su usía, sino el gris que flota en Londres justo antes de parar de nevar. Claro y tan pálido que engañara con cierta blancura.
Me dijeron: 'Lumbees'. No. Quizá esos descendieron de los colonos de Roanoke, alguno que antes de suceder todo tuviera un escarceo, ¿Ivan Grundhal, el danés? 'El hombre letrado', ¡el hombre que sabía todo y hablaba todas las lenguas! Y el hombre que escribió, bien lo sé, la palabra "CROATOAN" hace diez años... ¿Quién si no? Ya no había un alma de Dios en Roanoke cuando apareció ese vocablo, ¿y éstos Lumbees saben 'hablar en libro' como dicen? Ya me extrañaría que el danés no tuviera intereses previos en Roanoke, pues al desembarcar se movía con una soltura que parecía la de un hombre volviendo al hogar. Presumía, además, de que sus antepasados fueron los verdaderos descubridores de América, y portaba libros encuadernados con encurtidos que no conozco.
Se hacía acompañar en los primeros meses de un extraviado enloquecido al que el reverendo resolvió condenar en numerosas ocasiones, juro ante Dios que aquel extraño estaba poseído, a todas luces francés. Se llamaba Thales L'Avantasiére. Otro francés al que capturamos nos aseguró, no obstante, que yo estaba equivocado. No debía ser francés: Decía que su acento estaba 'contaminado del castellano o el catalán' y que no existía palabra o apellido en Francia tal como L'Avantasiére.
Ivan y yo éramos los únicos doctos en el asentamiento, así que resolví no fiarme del danés y proporcionar al reverendo mis propias conclusiones y así facilitar la obtención de una confesión.
Él, éste francés, tiene los ojos grises de los hombres más allá del río. Los jóvenes del mal, los llaman los Lumbees. Su cabello es castaño y en el tiempo que le conocí tuvo la capacidad de un íncubo y un súcubo a la vez, tanto es así que nos escandalizó que sedujera al mismísimo reverendo en pleno juicio para condenarle por los cargos de sodomía y brujería. Sin embargo, cuando el reverendo se deshizo de su sotana y se le ofreció en pleno patíbulo, Thales L'Avantasiére, cogió su propia soga y lo ahorcó ahí mismo, a cuatro patas y sin que el hombre otrora de Dios opusiera la mínima resistencia.
En una comunidad en la que un autoproclamado 'príncipe de todas las tierras del río' derribaba a hachazos las cruces construidas en el pequeño cementerio y nuestra iglesia, siendo como éramos apenas un centenar, mi esposa encinta se atribulaba tremendamente. Me pidió de rodillas que la llevara a la colonia más cercana, y así lo hice. Por fin pudimos alcanzar la colonia más cercana, un asentamiento inglés de buena moral, donde se comprometieron a cuidar de mi esposa.
No obstante, yo debía volver. La moral me llamaba a acudir en auxilio de mis compañeros de fatigas y mi hijo mayor, Elijah, que había quedado a sus trece años cojo por una mala caída, y entre eso y otras cosas, se negó a viajar conmigo y su madrastra.
Cuando llegué, todo estaba desierto, su usía. Era pleno día. Parecía que todo el mundo acabara de irse, incluso se olía aún la carne a la brasa cuyos restos ni siquiera vi. Lo único que vi fue a Elijah. Se estaba comiendo un gallo medio podrido, desnudo en medio de la nieve de aquel durísimo invierno, el peor que recuerdo. Me dominó el miedo y pensé pensé que el Señor me ponía a prueba como lo hiciera con Abraham... Así que levanté mi arma contra él conforme me acercaba con cautela, rogando a Dios que fuera el hambre lo que causaba el comportamiento de mi primogénito. Pero mi Isaac no tenía ya nada que ver con el Señor... Cuando levantó la vista tenía esos ojos, los de los hombres del río, y aunque me miraba, no me veía. Tarareaba una melodía que desconocía y ahora me persigue, en español... No tenía sentido, los españoles más cercanos estaban donde acababa la nieve, y teníamos la nieve a la altura de las rodillas, y no tuve tiempo de enseñar ésta lengua a mi vástago, no lo consideré necesario...
Cuando estuve a su lado, alcé su rostro con cuidado valiéndome de una mano. Descubrí que no devoraba el gallo, sólo lo mordisqueaba. Se puso de pie. No había rastro de la herida que causó la cojera. Me atravesó con los ojos y continuó cantando la canción, repetitiva hasta la saciedad.
'Dirigimos nuestros pasos al templo con alegría,
un ángel nos acompaña, Él, que nos sirve de guía.
Un ramo de pan y flores, con dulcísima fragancia'.No pude soportar el miedo, su usía. De pronto me sentí rodeado de salvajes, que me observaban apostados tras las casas y árboles... Me pareció ver sus máscaras, con enormes ojos pintados en ellas, ni representaban a hombres ni representaban animales... Y mi corazón me dijo que esperaban a que Elijah hiciese algo conmigo. Algo que me aterró más que la muerte misma, a la que me he enfrentado más de una vez por Dios y la corona. Le maté ipso facto hundiendo mi espada en su corazón, y mientras la atravesaba, seguía cantando. Remonté la huida hacia mi esposa sin mirar atrás [...]"
Lo que adjunto a Su Majestad es el fragmento de un escrito atribuido a Jonah Forthdale, contable de la Colonia de Roanoke.
Hallado en la colonia de Ravendry por los nuevos colonos, en el año de nuestro Señor de 1690, exactamente cien años después de la desaparición de la colonia de Roanoke.
En Ravendry, como en el resto de poblaciones de la bahía de Massachusetts, el temor a la brujería es prioritario para salvaguardar el espíritu en éstos tiempos de guerra, pues no ha de ser minada la conquista del hombre blanco sobre los salvajes. El hallazgo de éste legajo en una cueva cercana a la colonia ha alertado a las buenas gentes del asentamiento, y se ha puesto en mi poder para estudiarlo.
Es mi deseo que los hombres más aguerridos y capaces en el campo de la exploración, si ha de ser así indultados por Su Majestad a fin de llevar a cabo un esclarecimiento de éstos enigmas, sean llevados a Ravendry, donde serán bien recibidos a cambio de que partan en una expedición en busca de lo sucedido en Roanoke, Virginia, y de éstos "hombres más allá del río".
Su Majestad entenderá, por lo sabido de otros, que el asunto brujeril no es cosa de risa en éstos tiempos.
Con mi sincera y honda esperanza en la decisión de Su Majestad,
Reverendo Mathias Dorsey.
Seis hombres son informados de éste hecho por Su Majestad. Tras un penoso viaje de seis meses en barco, llegarán con sus familias si es que las tienen, a Ravendry. Se buscan 6 pjs que pueden ser,
en el caso de los HOMBRES:
- Criminales indultados con conocimientos apropiados para la causa o habilidades bélicas pero "controladas", nada de locos desquiciados. Deben ser realmente excepcionales para recibir el indulto. Procedentes de Inglaterra, España, Francia o las colonias cercanas.
- Soldados interesados, fieles a la Corona y a Dios, deseosos de aventura o hartos de Inglaterra o actuales colonias.
- Exploradores en similares condiciones.
- Hombres de Dios (reverendos).
- Reputados (para bien o para mal) estudiantes o investigadores con conocimientos apropiados. Mismas condiciones que los soldados o exploradores.
El caso de las MUJERES:
- Esposas, hermanas solteras o hijas de alguno de los anteriores (deberán describirlos para poder utilizarlos como pnjs, que serán relevantes a lo largo de la partida para ellas).
- Esposas, hermanas, viudas, hijas, huérfanas de Ravendry, una colonia inglesa que apenas tiene 200 habitantes si llega, aún nueva. Sus hombres, en mayoría, han partido a la guerra.
Si alguno pretende tener habilidades paranormales "creíbles" que lo especifique por mp y se lo curre en su historia, que a lo mejor cuela :P
En todos los casos es imprescindible que el pj hable inglés.
Interesados enviar historia por MP. Se pide ritmo de un post diario, buena ortografía (la falta de ésta será penalizada con cámara de gas para el jugador), seriedad y posts adecuados (largos o cortos según deban serlo). El sistema será genérico con detallitos de Aquelarre que no hará falta conocer, siendo indispensable la narrativa, pero con algún momento "duro" con tiradas. No es necesario haber jugado ni conocer Des Yeux I.
Cualquier duda, MP. La partida comenzaría en Junio o finales de Mayo, a convenir entre los jugadores y yo. Se aceptan historias cruzadas. Es Des Yeux II: Croatoan, pero no encontraréis ahí nada aún.
Ambientada en los tiempos coloniales de las cazas de brujas. Basada en algunos hechos reales como la colonia perdida de Roanoke, los juicios de Salem y otros, pero no se exige (ni se ofrece XD) excesiva coherencia histórica.
¡Gracias por leer! :D
PD: +18, of course. Peligro de sangre, sexo y saña.
Me gustaría a poder ser tener un pase VIP para la partida, tengo en estos momentos una cantidad insana de partidas y hasta finales de verano donde habré finalizado la mitad de ellas no me puedo permitir acceder a una partida....una lastima.
La partida pinta bien, demasiado bien....tanto que me ha enganchado unos minutillos el hilo a ser leido de forma minuciosa y lenta, con expectación xD.
Claro Wulfen, te pondré de VIP en cuanto empecemos, gracias por interesarte :D
Ya tenemos:
- Una viuda de Ravendry.
- Una casadera repudiada.
- Un reverendo.
- Un desertor indultado.
- Un naturalista y estudioso de las tribus nativas.
- Un mestizo repudiado por su tribu.
Psst, cuan extensas o que requisitos deben cumplir las historias?
Lástima de ritmo diario porque la partida tiene muy buena pinta :(
Mucha suerte con ella ^^
Por cierto, ¿concedes vip? Ya que no puedo jugar me encantaría poder seguir la partida ^^