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Todos los orcos estaban muertos, incluso el más grande de ellos había sido finalmente abatido, nada podía para a la guardia imperial. Dos de los hombres de la unidad habían caído y poco se podía hacer ya por ellos, después de seguir los procedimientos reglamentarios según el manual del perfecto soldado imperial, dejaron los cuerpos y se prepararon para terminar la misión y volver a casa.

El cabo puso los explosivos con sumo cuidado mientras sus compañeros empezaron a alejarse, no es que no confiasen en la habilidad de su compañero, pero tampoco perdían nada por ir cogiendo distancia...

Ya a una distancia prudencial se pararon para ver el espectáculo y asegurarse de que la misión era cumplida. Incluso a la distancia que se pusieron, pudieron notar perfectamente la ola de calor proveniente de los depósitos impactándoles en la cara y haciéndolos girar la cara por el calor, la nieve de la zona se derritió por el aumento de la temperatura y la zona queda empantanada, los depósitos seguían ardiendo y seguramente estarían así durante un buen tiempo.

El viaje de vuelta fue más tranquilo, la potencia de fuego adicional del sentinel ayudo mucho con alguna patrulla de orcos que se encontraron, aunque el sentinel llego con la munición y el combustible justo para alcanzar la base.

A su recibimiento en la base tras volver de una misión casi suicida exitosa no les dieron un trato mayor de que el esperaban, eran guardias imperiales, su trabajo era luchar y morir por el emperador, nadie esperaba menos y no había ninguna recompensa por hacerlo, tener el honor de servir en las fuerzas armadas del sagrado emperador ya era recompensa más que suficiente.

Pero aunque nadie se lo reconociese ellos sabían que habían hecho algo bueno y que las esperanzas de supervivencia del planeta y de todo el que viva en el era mayores gracias a ellos, a sus compañeros caídos y a otros héroes anónimos que daban su vida luchando contra la invasión xenos.

El sargento paso dos días en el calabozo por no seguir el protocolo de interacción adecuado con su superior al entregar el informe de la misión.

Pues despues de algo mas de un año, varias bajas y un remplazo, finalmente termino la partida http://www.comunidadumbria.com/partida/me-encanta-el-olor-a-prometio-por-las-mananas en la que la guardia imperial consiguió cumplir su objetivo y volar los depósitos de prometio capturados por los orcos para que no pudiesen utilizarlos. Además cumplió también el objetivo secundario de acabar con el noble orco que se encontraba dirigiendo la operación y todo esto perdiendo a solo dos hombres en acto de servicio.

Gracias a los jugadores que aguantaron hasta el final e hicieron posible esta partida.

Buenísimo, un aplauso a todos los involucrados y espero hayan quedado grabados sus nombres para conservarlos en la memoria enana.

Enhorabuena a todos por terminar la partida. :)

Me gusta mucho el universo de Warhammer 40.000 y ya tengo ganas de que llegue el día de dirigir una partida de Only War.

He de decir que ha sido una buena partida, divertida y llena de disparos fallidos!! (pero vamos, lo normal para la guardia imperial)

Sin dudal el mejor ha sido el francotirador...

¡Te toca preparar la continuación YA Grimmir!! ;)

Sin duda el mejor ha sido el francotirador...

He matado más que tuuuuu he matado más que tuuuu tralalalaralalalaa....

Muchas gracias a todos, ha sido una partida muy divertida, donde hemos fallado todo lo que se podía fallar, pero finalmente al artillero se le apareció el Emperador y pudimos cumplir la misión :D

Queremos continuación máster!!!! :D

Felicidades por lograr terminar la partida :).

Muy buena partida, me lo he pasado pipa viendo como no lograban dar ni un tiro y como maldecían y volvían a maldecir su pésimo armamento xDD.