Comunidad Umbría :: Partidas (reclutamientos, sondeos) :: [Sondeo] Partida Narrativa.
—No es seguro salir solo ya caída la noche—comentó el viejo juglar al forastero.
El aventurero se detuvo en el umbral, era joven, de piel lustrado y botas cubiertas de polvo de cien caminos, tenía un aspecto capaz e iba bien armado. Sin embargo, dudó.
—Creía que en tierras Imperiales era seguro recorrer los caminos aún de noche —contestó con voz ronca.
—Eso es lo que dicen los pregoneros del rey, sí señor. Si les preguntas, te dirán que no habrá subida de impuestos tras las cosecha pero espere y verá. Lo mismo ocurre con esos caminos —afirmó el anciano, iba ataviado con colores chillones, el tintineo de los aros de sus oídos y del chocar de sus múltiples anillos, todo baratijas, acompañaba sus gestos y sus palabras, daba la impresión de que nunca dejaba de actuar. Hoy tocaba drama —. Hay bandidos, salteadores y cosas peores.
—Pensaba que las órdenes de caballería y los soldados imperiales se habían encargado de esos “problemas”.
—En algunas zonas sí, en otras ellos son el problema. Corruptos, avariciosos, o puede que topéis con uno de esos fanáticos religiosos, os sacarán la piel a tiras mientras entonan salmos en nombre del amor. Por no hablar de otras…cosas que reptan por la noche.
El aventurero sonrió.
—Parece que sabéis mucho de esta tierra.
—No se llega a mi edad siendo estúpido, hijo.
—Quizás podías iluminarme un poco con vuestra sabiduría, planeo ganarme la vida por aquí.
—Quizás…por una pinta de cerveza.
El forastero sonrió. Hizo una seña al tabernero, un sucio y grotesco personaje que solo reaccionaba ante el brillo del oro.
—Cerveza para mí y para mi amigo, y trae también algo para que llenemos el buche —dijo el aventurero ocupando el otro extremo de la mesa.
El tabernero fue rápido, tenía poca clientela. La cerveza era dorada como los cabellos de una virgen y la comida no tenía mal aspecto. No se lo quitaron de encima hasta que el forastero le entregó unas monedas de cobre. Su bolsa, se percató el juglar, estaba llena a rebosar.
—No mostréis tan alegremente vuestra riqueza, hay ojos malsanos en todas partes, más aún en un tugurio de mala muerte como este —indicó el juglar, señalándole a un terceto de hombres de miradas torvas al final de la taberna, casi envueltos en sombras.
El forastero, lejos de mostrar precaución, colocó la bolsa de dinero sobre la mesa de forma despreocupada.
—Háblame, no soy de aquí. He estado…desaparecido durante una buena temporada. ¿Quién es el rey ahora? ¿Teponce XIII?
—La estirpe de Teponce desapareció hace siglos, me parece extraño que no lo sepa. Ahora reina uno de sus descendientes bastardos, el Rey Julian I, no hay una gota de sangre Teponce en él pero es el heredero por justicia. El Imperio se mantiene pero no tiene el esplendor ni el territorio que poseía en su época dorada. Y todo ello gracias al apoyo de duques y condes, quienes son partidarios de él…desgraciadamente muchos dicen apoyarle y luego hacen sus propias leyes en sus ducados. ¿Entiende?
—La misma historia de siempre, corrupción, avaricia, sed de poder, mentiras, perversión y embustes —señaló el otro, nada de aquello parecía disgustarle.
—Hay otros que no son leales al Imperio, no por ellos más o menos justos. Hay zonas libres del Imperio, allí gobiernan nobles, comisarios, señores de la guerra. El mundo está en constante cambio. Dicen que se está reuniendo un conclave de rebeldes, unos hablan de una futura república, ¿Sabe lo que es eso?, otros de un golpe de estado. ¿Quién puede decirlo? Todo está envuelto en sombras.
El juglar dio un largo sorbo a la fría cerveza, ayudó a su vos cascada y gastada. También probó un poco del estofado, la comida caliente le ayudó a recuperar un poco el color de sus macilentas mejillas. Le sorprendió ver que el aventurero no probaba ni la comida ni la cerveza.
—Hay otros reinos menores, la mayoría en guerra por su independencia contra el Imperio, las tierras bárbaras, las islas, incontables desde tiempo inmemoriales y luego esas zonas malditas donde nadie cuerdo se atreve a poner un pie. La Gris Estepa del Norte o el Bosque cercano a los Acantilados del Trueno son solo ejemplos de que aún obran fuerzas más allá de lo humano en este mundo.
El juglar se estaba poniendo nervioso, al fondo el terceto de bribones hablaba en susurros. Intentaban ser discretos pero miraban hacia esa mesa.
—Señor…
—¿Y la magia?
—La magia ya no existe. Hay mucho ilusionista, mucho mentiroso, verdaderos artistas de la mentira. Pero la magia ya no es fuerte. Siempre se escucha alguna historia por los caminos ¿Sabe? Alguien vio hacer una proeza a un hombre o una mujer de aspecto extraño. ¿Verdad o cuento? Lo cierto es que llevo muchos años contando historias parecidas y aún no me he topado con nada mágico en los caminos. Inexplicable sí, pero nada que indique que la magia haya vuelto.
El aventurero asintió, satisfecho. La magia había sido una fuerza poderosa antaño, regida por las escuelas y las torres afines a sus elementos, habían ejercido presión sobre el mundo, igual que los gobiernos, los nobles o la religión. Y no había sido una de las fuerzas más injustas. Tras su desaparición el mundo se había oscurecido pues había peligros del Viejo Mundo que no podían enfrentarse únicamente con acero.
—¿Y la religión? ¿Qué me dices de los dioses de ahora?
—Los dioses no existen, señor —contestó el juglar, lúgubre —. Hay muchos por el Imperio, profanos y oficiales, pero es todo una falacia. Los sacerdotes son hombres ilustrados que utilizan la ignorancia de la plebe para hacerles creer en un mundo más allá de ésta perra vida. Unos usan el poder de la fe para hacer del mundo un lugar mejor, otros lo usan en su beneficio, con intereses económicos o políticos. ¿Quién puede decir que dioses han tocado realmente a los sacerdotes y cuales son invenciones suyas? A veces, en las pequeñas aldeas apartadas de los caminos, se escuchan las parábolas de un viejo monje que están cargadas de la vieja doctrina. O, una vez, topé con un hombre que decía ser paladín. Paladín, ¿Lo cree? Abanderado de un dios. Lo creyera o no, era buena gente y su espada demasiado certera. Más allá de estos casos solo hay sectas, fanatismos e ignorancia. El propio Imperio tiene su religión, bien testamentada, para que los súbitos no piensen en diezmos, impuestos, cosechas o rebelión.
—Una pérdida de fe y esperanzas que se me antoja deliciosa —masculló el forastero, sus ojos emitían un brillo malsano que era algo más que el reflejo de las antorchas.— ¿Y las otras razas?
—Se refiere a los elfos, los enanos, los orcos…—el forastero asintió, tras él, el terceto de bribones se había puesto en pie—. Apenas se ven ya. Son razas extintas, algunas desaparecidas, otras condenadas a desaparecer. Ya nada queda de sus reinos salvo el olvido y la fábula. De vez en cuando se ve un mestizo o algún miembro de la vieja raza, sirven a señores o a sus propios intereses, algunos se asientan en las ciudades humanas, otros se alejan. Son esquivas, mi señor. Y como en el hombre, los hay nobles y los hay arteros. La mayoría no son bienvenidos, no se acepta a lo que es diferente.
El forastero asintió, satisfecho. El juglar se estaba poniendo nervioso, le susurró.
—Señor, esos tres hombres vienen hacía aquí, parece que han puesto sus ojos en la bolsa. Son peligrosos, los conozco.
—Si tan peligrosos fueran ya habrían intentado algo. Creo que les perturba mi espada ¿Cierto?
No era su espada, pensó el juglar. Había algo raro en el aventurero. Su carácter era afable, sus modales eran impecables y generosos y sin embargo parecía que había algo podrido dentro él. Eran sus ojos, la forma que tenía de mirar alrededor, orgulloso, digno, elevado, igual que un porquero mira por encima a los marranos a los que cuida antes de llevarles al matadero.
El forastero hizo algo inaudito, descolgó la espada envainada de su cinto y la dejó sobre la mesa, alejada de su mano.
—Puede que esto les otorgue la gota de valor que les falta.
El juglar palideció, los tres rufianes se acercaban ahora. El tabernero abandonó el lugar, igual que los escasos parroquianos, borrachos o no, que quedaban en el recinto.
—Señor…
—¿Y dragones? Háblame de los dragones —dijo, muy interesado.
—Pero señor…
Una voz ácida quebró la conversación.
—¿Cuánto daño vamos a tener que haceros para que nos entreguéis esa bolsa?
Risas grotescas, sucias, un hacha en la mano de uno, un bruto de mente rala, una espada curva en otra, seguro que era uno de esos malditos moriscos. El que había hablado, el cabecilla, llevaba el rostro cubierto de cicatrices. Ladrones profesionales, soldados que habían desertado, cazadores de hombres.
—Un momento —pidió el forastero dirigiéndose al terceto, luego volvió su joven rostro, inmaculado, hacia el juglar —. ¿Los dragones?
—No existen, mi señor. Cuentos dentro de otros cuentos —respondió el juglar, se le aturullaban las palabras, estaba comidito por el miedo, no entendía como el aventurero podía permanecer inmutable ante la cercana amenaza.
—Excelente. Sabes, antes me has hablado de los peligros de los caminos. De unos que van más allá de los meros hombres. Pero no has sabido ponerles nombre o rostro. Esta noche no solo vas a ganar un poco de sustento, juglar, también vas a obtener una buena historia. Y algo de auténtico conocimiento.
El hombre se giró hacia los ladrones y mientras lo hacía su rostro de joven embaucador se deformó, tornándose feroz, animal, sus colmillos se alargaron y sus ojos se encendieron con el rojo de la sangre. Los rufianes retrocedieron, desconcertados, mientras el juglar, atenazado por un atávico miedo, se escondía debajo de la mesa. Apretó las manos sobre los oídos y cerró los ojos, tratando de ignorar la carnicería que se estaba llevando a cabo a menos de tres pasos de él.
A la mañana siguiente un capitán de la guardia del ducado imperial interrogó al juglar, quería averiguar qué clase de bestia había asaltado la taberna la noche anterior, despedazando a dos hombres; sus vísceras y la sangre reseca adornaban tanto el suelo como las paredes y el techo del lugar. La tercera víctima, un bruto de buena fama entre los criminales llamado Otok, era un gigante que había sido reducido a un jirón de piel reseca, apergaminada, como si le hubieran sorbido toda la esencia vital. El cadáver estaba desinflado y al ir a moverlo, se deshizo en sus manos como un papiro antiguo.
El oficial era enérgico, a veces demasiado. Tras golpear un par de veces al juglar, el cual mantenía sus viejos ojos claros en un punto invisible de la existencia, solo logró arrancarle una palabra de entre sus agrietados labios.
—Vampyr…
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Ambientación:
Un imperio en decadencia, traiciones, mentiras, pactos entre castas nobles, bandas de salteadores con la misma fuerza de la soldadesca, mercenarios avariciosos, ladrones oportunistas, conspiradores, villanos, comisarios, héroes y asesinos. Una época oscura, donde se escucha el aullido de un lobo inhumano siempre que hay luna llena y donde un aleteo a media noche despierta los temores más ocultos de los habitantes del lugar.
Época de acero, fuego y sangre. La magia es un mito, desaparecida, aunque hay quien asegura que aún quedan algunos practicantes de ese arcaico arte capaz de dar forma al mundo. Los dioses, como muchos saben, han muerto o jamás han existido. ¿Por qué entonces en los caminos de Vasalle se escuchan las palabras de un monje ciego del que dicen que sus manos pueden curar cualquier enfermedad? ¿Queda algo de poder en la fe más allá de la mera invención? ¿Y que hay sobre esos cultistas oscuros que pronostican el fin de una era?
El reino está dividido. Hay guerra en casi todos sus frentes. Hay problemas dentro de las fronteras; bandidos, el gremio de asesinos, los condes traidores y esos peligros que acechan en las zonas más despobladas. El Viejo Mundo está reclamando su lugar. Él hombre, antaño, era fuerte, gobernaba la tierra con puño de hierro. Ahora que la sangre del rey está licuada, el hombre es débil y aquellos que han permanecido ocultos durante siglos vuelven a aparecer.
Las viejas razas son esquivadas. No se muestran, la gente las odia. Los temen a pesar del carácter afable de algunos. Muchos ya pertenecen al imaginario de los niños y poco más.
El Imperio, esa mezclolanza de razas. Imperiales, norteños, moriscos, oscuros, e incluso esos orientales de las islas. Mundo propio, abierto, no está cerrado a nada, hay cabida para todo.
Tipo de partida:
Partida narrativa con libertad total. ¿Nunca has pensado lo mucho que te gustaría rolear ese pj pero que por su rareza no encaja en ninguna partida? Hay libertad para operar aquí, puedes ser lo que quieras, dentro del marco del mundo, dentro de ciertas limitaciones marcadas por el master, total libertad para llevar a ese villano sin escrúpulos, ese ángel caído o ese diablo en busca de redención.
Hay una trama central, que unirá o enfrentará a todos los jugadores, pero el jugador podrá desarrollar su propia trama, eligiendo adentrarse por tal o cual camino, si aliarse o enfrentarse a ciertos pnj´s. El jugador tomará sus propias decisiones y en base a ellas sufrirá o se beneficiará.
Es un mundo peligroso, una mala decisión o un mal acto y el personaje puede acabar troceado. No soy master indulgente y suelo apretar bastante las situaciones. No hay sitio para llorones ni personas que quieran una partida fácil en un mundo con ositos de gominolas.
Habrá peleas, por supuesto, pero también intrigas, misterios, enigmas, conspiraciones, trampas que desafíen (espero) la mente del jugador. Es un mundo violento pero el pj no tiene porque saber pelear. Puede ser un intrigante de la corte que, mediante su lengua envenenada consigue lo que desea. No os centréis en el personaje clásico (arquero, bárbaro, mago), no hay límites para lo que querías ser.
Existe la magia, aunque tiene sus normas, es perseguida y muy complicada de realizar. No es tan llamativa como debería, pensar en ella como en una fuerza, un poder latente esgrimido mediante gestos y palabras de poder. Algo místico y desconocido. También está el poder de la fe, poderoso en aquellos que han encontrado vestigios de un auténtico dios (oscuro a veces) que, a cambio de servidumbre otorga poderes más allá de lo imaginable.
Los jugadores pueden elegir empezar con otros compañeros, si las historias y objetivos son afines, o empezar en solitario. No costaría nada localizar a dos soldados imperiales en el mismo destacamento, o a dos mercenarios en el mismo grupo, por ejemplo. La unión hace la fuerza
La partida es narrativa. Esto quiere decir que si no te gusta leer o escribir, no te molestes en apuntarte. Lo ideal es desarrollar una historia, que creéis un personaje y lo hagáis crecer mentalmente, que se desarrolle, que crezca, que interactúe con los otros pjs y los pnjs, que forme parte del mundo. Más allá de que haya un objetivo, tiene que haber una historia.
La ambientación, para que os hagáis una idea, tiene el cariz de Berserk o Demon Souls /Dark Souls, mundos salvajes, con sus señores feudales, pero decadentes, pérfidos, con oscuros secretos, alguna que otra criatura maldita que nadie sabe de dónde ha salido, etc.
El ritmo será, siempre que se pueda, un turno semanal. Si vais por separado, para mí es más trabajo, os pido paciencia. En conversaciones intentaré poner turnos con mayor frecuencia para que la cosa sea más fluida. Pido compromiso, hay una trama central pero depende del jugador seguirla o descubrir sus misterios, por lo que la partida puede alargarse bastante. No quiero un jugador que a los tres turnos se haya cansado y deje la partida.
Repito, la partida es narrativa. Las acciones de los jugadores pueden tener éxito dependiendo de su narración, de las habilidades de sus fichas, de las circunstancias y la forma en la que las aplican y, un poco, del azar. Usaré dados cuando dos jugadores se enfrenten para ser justo en el resultado.
De la trama no digo nada, es algo que habrá que descubrir. Es una trama que irá en aumento, que permanece en las sombras y que habrá que estar atento si se quiere participar en ella. No os lo pienso dar todo mascado, habrá que investigar, descubrir, pensar. Si, pensar, ouch, duele, pero creo que será más interesante así.
Ficha y jugadores:
Busco gente que le guste desarrollar a un pj poco usual, que quiera llevarlo hasta el objetivo final de su vida y que a la vez, se vea mezclado en los sucesos que van a tener lugar en el Imperio. Así que busco personajes que sean interesantes, que hayan tenido una vida turbulenta, algo trabajado, alguien que quiera relacionarse con el entorno, o hacerlo arder, pero que quiera dejarse llevar.
Quien quiera participar debe enviarme un privado con un turno cualquiera de otra partida para que pueda valorarlo (no soy quién, pero no quiero crear una trama con el trabajo que lleva para que luego el jugador responda en turnos de dos líneas) y una idea general del pj que quiere manejar. Calculo poder manejar 3, 4 tramas diferentes a la vez, así que depende de los jugadores de si van juntos o no, la cantidad de los mismos, más alguna plaza que me reservo para algún conocido si decide entrar.
No importa que elijáis ser un mercenario de baja categoría, un heredero al trono que maneja un ducado a su antojo o un nigromante olvidado en una ciénaga, lo importante es que elijáis un pj con el que os sintáis cómodos y que queráis jugar con él.
Una vez aceptado el jugador desarrollaremos la ficha juntos (todo narrativo, elección de habilidades, equipo, etc) donde os indicaré ciertos límites según la característica de vuestro pj para que encaje en este mundo, os hablaré de la magia, la fe o cualquier otro tema que querías de ser necesario para vuestro personaje.
A saber, la magia es peligrosa, muy rara de ver, complicada de conjurar, pero capaz de hacer tambalear las montañas. La fe es igual de poderosa, pero exige ciertos sacrificios, ciertas normas a cumplir. Y luego hay otros poderes.
En fin, lo dicho, libertad total.
Puede que tardemos en empezar.
La partida es seria, yo intentaré ser serio. Soy humano (en parte, la mitad de mi cerebro son relés, condensadores y piezas de maquinaria, pero eso es otra historia), como vosotros, si hay algún retraso o algo que no guste, se puede decir, avisar, etc. Intentemos llevarnos bien y divertinos, que de eso va esto.
Ah, se me olvidaba. Esto es un sondeo, ¿Interesa? ¿Dudas?
Estoy muy interesado, me ha llamado mucho la atención tu concepto y te deseo la mejor de las suertes para llevarlo a cabo. Solo tengo una dudilla: has hablado de magia y fe. ¿Y la ciencia?
Estoy superinteresado, ahora te envío un concepto que llevo un tiempo trabajando, pero que, por motivos que verás, era practicamente inadaptable a cualquier sistema conocido.
Ragman711 es un master comprometido y que lleva unas partidas muy interesantes. Lo conozco de otro foro que murio hace tiempo, pero es altamente recomendable.
Al ser una ambientación de corte medieval, vamos a decir, la ciencia no está muy prodigada. No obstante, hay excepciones. Existe la alquimia, que se basa en conocer las propiedades de diversos materiales y saber que mezclando x con y se obtiene tal efecto, lo que podría ser química. La pólvora, por ejemplo, no está muy extendida y es una gran desconocida, aún es inestable, pero existen buenos maestros que saben ganarse la vida con rudimentarias armas de fuego. También hay ingenieros, osados humanos que se atrevieron a robar los secretos de sus ingenios a los gnomos, o que se atrevieron a desentrañar los misterios de le mecánica que los antiguos enanos grabaron en las paredes de sus fortalezas. Algunos se han vuelto locos por lo que descubrieron, otros vagan por la tierra en busca de conocimientos, cargados de extraños artilugios capaces de realizar proezas que unos catalogan de milagros y otros de brujería. A algunos los llaman maestros, eruditos, a otros locos, diablos.
Igual que la magia, o la fe verdadera, la ciencia no tiene un peso importante en el mundo actual pero eso no quiere decir que un jugador no haya podido desarrollar algo relativamente moderno o dedicarse a ser científico en cualquiera de sus áreas. Siempre dentro de lo razonable, con un transfondo adecuado, todo es aceptable para la partida.
Gracias por tus palabras, Yopi, aunque ahora mismo no te situo. No sé si hemos jugado juntos antes!
Cuenta conmigo si al final la cosa sale adelante.
Por curiosidad, ¿los jugadores llevaremos únicamente personajes humanos?
Hay libertad para elegir el pj al gusto, incluida la raza. De nuevo, si la historia del personaje acompaña.
Buenas...
Has conseguido despertar mi interés. Y de qué manera...
Cuando pueda (y no escriba desde el móvil) te envío un concepto de PJ.
Uno muy político... ;)
Si, lo he recibido.
He recibido alguna que otra propuesta, pero voy a dejar algo más de tiempo para esperar a ver si hay más interesados antes de tomar una decisión.
Un saludo!
Tengo un personaje en mente (uno de los líderes de una revuelta campesina) pero necesito algo de tiempo para poder desarrollar algo más la historia y el trasfondo.
Solo puedo decir que Ragman es... es... Leñe!!! No hay palabras para definir a este pedazo de jugador, master y escritor.
Yo me apunto sí o sí.
Un saludo
Gracias por tus palabras, Capi, luego te doy lo acordado ;-)
Voy a dejar hasta el sábado por si alguien más está interesado. El sábado creo la partida y nos ponemos con las fichas.
Muy interesante. ¡Lástima que no tengo tiempo! XD
Mucha suerte con esta partida ^^
Hola
Al hilo de lo que hemos comentado y mencionas acerca de los pjs, da la impresión que podemos crearles un entorno y tú seguirás con el mismo. Es decir, el señor de un castillo, la dueña de un burdel o un clérigo en su monasterio, por ejemplo. ¿No te resultará una labor árdua y que además esa trama no sea de tu interés o te exija un esfuerzo mayor?
Un saludo
Ah, si Capi participa, quiero matar a su psj rapidito XD
Bueno, uniré tramas en los casos que sea posible. Y hay una trama central a la que los personajes, que tendrán sus variadas motivaciones, se van a ver arrastrados, ya que va a afectar a todo el Imperio. Ahora, creo que es mejor así. Primero, te da la libertad de usar un personje a tu gusto. No tienes que ser el típico bárbaro bruto, el arquero o el mago, puedes interpretar a una princesa de cuento, despechada y desterrada cuyas habilidades sean la inteligencia, la seducción, un cargo poderoso en la política, etc. Otra forma de jugar. Evidentemente puedes ser el aventurero que se patea las calles en busca de problemas, pero, como dices, ser la madame de un burdel que intenta cuidar de sus chicas también es interesante y no siempre se puede interpretar, al menos no en la típica partida de un grupo de aventureros/mercenarios/etc/etc.
La trama personal que proponga el jugador no es el eje central de la partida aunque va a ser una parte importante de la trama, pero si, por ejemplo, tu motivación es plantar margaritas, ya me ocuparé yo de que alguien te las pise para meterte poco a poco en la trama. Podrás desarrollar las motivaciones del personajes mientras formas parte de un argumento más global. Un argumento global al que puedes afectar a tu gusto. Lo que está bien, porque habrá pj´s de los buenos, de los malos, grises, otros que no sepan ni lo que son, etc, y eso puede dar lugar a extrañas alianzas tanto como a enfrentamientos entre pj´s.
Si, quizás es algo árduo, varias tramas a la vez, además sabes que no soy de los que les gusta escribir dos líneas y llamarlo turno, pero me apetece intentarlo, no suelo dormirme hasta las tres de la mañana y estoy perturbado de la cabeza. Antes salía por las noches a combatir contra el crimen en mi traje de malla negra, ahora hay demasiada competencia con trajes coloridos y nombres coloridos, así que algo hay que hacer para matar el rato...XD
Espero no defraudar a la gente. Voy a poner toda la carne en el asador y a esforzarme en sacar el proyecto adelante. No suelo tener mucha suerte en esto último, pero bueno, quien la sigue la consigue.
Un saludo!
Guli si que participo....jejeje. Te espero para que intentes hacer eso que has dicho...cosa que dudo. Muajuajuajuajua
Aunque escogí un personaje un tanto difícil. Solo espero saber llevarlo con soltura
A ver si puedo mantener el ritmo de un turno a la semana, más , manejando varias tramas, me parece complicado.
Os pido paciencia. He creado la partida, me están llegando bastantes propuestas, todas ellas muy completas e interesantes, pero tardaré en organizarlas, me pondré en contacto con todos los interesados vía MP. Gracias.
Un saludo!
He leído la presentación y debo decir que estoy interesada, ¿aceptas aún propuestas de personajes?. Un saludo y gracias!
De momento ya tengo a diez jugadores, quizás más de los que pueda tragar, y un par son insoportables, así que de momento cierro la admisión de jugadores. Gracias a todos por el interés.
A los que no han llegado a tiempo, os pongo en mi lista de suplentes para contactar en un futuro por si hubiera desbandada general. Gracias a todos.
Un saludo!