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[Sustitución] Crónicas Giovanni II: Sangre y Fuego - vampiro

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08/02/2016, 19:41

Bueno, se me ha quedado huérfano un personaje para esta partida de la mítica crónica de los giovani. Vamos a empezar el tercer y último acto de esta segunda partida. Podréis leer su historia/escenas previas u os puedo poner al día yo personalmente con todo lo que necesitéis saber.

Crónicas Giovanni II: Sangre y Fuego

Sistema: Vampiro La Mascarada (V20)

Ritmo: Medio (un mensaje cada 2 días, yo intento adaptarme y responder todo lo rápido que puedo)

Nombre del pj: Sav "Savio"

Clan: Gangrel

Historia:

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Savio nació en el Norte de Italia hace casi tres siglos. Su infancia fue dura pues su padre no tenía trabajo por lo que para comer tenían que robar la comida de los huertos y cazar y pescar ilegalmente, pues evidentemente carecían de autorización para hacerlo.

A los 12 años decidió probar suerte él sólo y se fue de casa. Vagabundeó durante meses pidiendo limosna hasta que sus tripas empezaron a rugir. Entonces empezó a dedicarse también al pillaje y al pequeño hurto.

Todo le fue bien durante unos meses pero pasado ese tiempo las autoridades empezaron a estrechar el cerco sobre él y tuvo que emigrar. Esta vez decidió hacer suya una pequeña cabaña en medio del bosque. Empezó a fabricar sus propias trampas y a recoger los frutos de los árboles. Con ese estilo de vida empezó a coger masa muscular y no poca destreza con las manos.

Un día un forastero se acercó a la cabaña mientras Savio preparaba la cena que acababa de cazar. Le inquietó el llamar a la puerta.

- ¿Quién va? – preguntó.

- Un viajero cansado que busca poder descansar. – oyó detrás de la puerta.

- La ciudad está cerca. – respondió Savio.

- Lo sé. – contestaron. Mas no están dejando entrar hasta el alba.

Extrañado se acercó a la puerta y observó al sujeto, el cual no portaba nada ostentoso, tan sólo ropa de viaje desgastada.

Finalmente se apiadó del viajero y le dejó pasar.

- Estaba preparando algo para cenar. – le dijo indicando una silla para que tomara asiento.

- Muchas gracias. – obtuvo como respuesta.

Una vez acabada la cena Savio sirvió un par de platos y le tendió uno al recién llegado.

Charlaron durante un par de horas hasta que la luna estuvo bien alta en el cielo. En ese momento el extraño le dijo algo que a Savio le extrañó tanto que no pudo por menos que aceptar.

- Tengo un obsequio para tí. – dijo. Pero sólo te lo daré si consigues ganarme en una serie de pruebas.

Savio asintió extrañado.

- Sin duda este hombre está loco. – pensó.

- ¿Por qué iba a aceptar si puedo coger lo que sea que portais? – le preguntó.

- ¿Estás seguro? – sonrió mientras le miraba fijamente. Inténtalo pues.

Savio se lanzó hacia delante e intentó agarrar al sujeto pero este se movió más rápido de lo que jamás había visto moverse a nadie. Luego le golpeó con la palma abierta en la espalda y le desplazó un par de metros teniendo que interponer las manos para no incrustarse en la pared. El sujeto rió.

- ¿Sigues pensando que puedes coger lo que quieras cuando quieras? – preguntó.

Savio volvió a lanzarse hacia el sujeto pero con cada embestida obtenía siempre el mismo resultado. Un golpe. Tras media docena de intentos tenía todo el costado dolorido y se preguntaba como era posible que ese tipo fuera tan rápido y tan fuerte.

Finalmente decidió aceptar la propuesta del tipo.

- Ya no eres tan duro, ¿verdad? – rió jocosamente.

Ante tal provocación Savio agarró un madero y se lo lanzó al tipo con todas sus fuerzas. Este apenas lo esquivó pero se llevó un profundo corte en la ceja el cual para estupor de Savio empezó a cerrarse al poco rato.

- Bien hecho. – dijo sonriendo. Has demostrado que tienes lo que hay que tener para enfrentarse a un enemigo superior a ti aunque en ello te vaya la vida.

Dicho esto se lanzó a por Savio y sin que este pudiera siquiera moverse le mordió.

A la noche siguiente el sujeto se presentó como Erik y le explicó lo que había acontecido la noche anterior.

Sire y chiquillo siguieron juntos por varios años hasta que el primero consideró que ya era hora de partir y dejar que Savio, ahora llamado Sav para abreviar, “volara” solo.

Tras medio siglo de vivir sólo en el bosque Sav vió como una caravana de gitanos acampó en medio del bosque así que fue a averiguar que hacían allí.

Al acercarse observó a una anciana, Durga Syn, la cual le invitó a acercarse.

- Como si necesitara invitación. – pensó con no poca arrogancia.

Mientras lo hacía pudo comprobar lo erróneo de su pensamiento inicial pues aquella anciana le habló.

- Adelante Savio. – le dijo. O tal vez debería llamarte Sav.

Sav se quedó perplejo. Entonces comprendió que esa anciana era mucho más de lo que aparentaba.

La anciana se presentó como Durga Syn. Pasaron horas hablando de varios asuntos. Extrañamente Sav se encontraba cómodo hablando con la gitana. Cuando se acercaba el alba quedaron en seguir hablando cuando la luna estuviera bien alta en el firmamento.

Así estuvieron varias noches hasta que finalmente Sav partió con la caravana. Viajaron por toda Italia mientras Sav hacía algunos trabajos para Durga Syn.

Así conoció a Milos, el cual también viajaba ocasionalmente en la caravana haciendo encargos para Durga. Al cabo de unos años apareció un “joven” llamado Giani Vitelo y todo el universo de Sav se vió alterado por los acontecimientos venideros.

Tras la muerte de Capadoccio Durga le encomendó a Sav varias misiones. Entre ellas mantener vigilada a Aricia sin que esta se diera cuenta. Así que Sav se dedicó a ello. Viajó en pos de Aricia y mientras tanto seguía haciendo encargos puntuales de Durga Syn, la cual siempre sabía donde se encontraba Sav y le hacía llegar sus mensajes de forma que a Sav todavía sorprendía.

En la actualidad y tras descubrir el autor del robo, el grupo se ha ido de Roma siguiendo el encargo de los Fundadores de recuperar unos documentos usurpados del Vaticano. La pista de Ambrogino Giovanni (el ladrón) les han llevado al Monasterio Negro de los alpes suizos, donde han conocido a la secta que rivalizará con la Camarilla, el Sabbat. Han estado muy cerca de su presa, pero se les ha vuelto a escapar, esta vez hacia otra remota ciudad...

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