Comunidad Umbría :: Partidas (reclutamientos, sondeos) :: Los Últimos Caballeros (Sondeo, posible reclutamiento)
A la vanguardia de un ejército de más de treinta mil efectivos marchan los orgullosos miembros de la Séptima Orden de Caballería, una unidad de élite al servicio del Imperio Teocrático de Steinheim. Sin embargo, y pese a la reputación de la que goza la Séptima Orden de Caballería, muchos de los consejeros del Emperador Otto IV han empezado a ver en Sigismund, el Gran Maestre de la Orden, y también en la misma orden, una creciente amenaza.
Buenas a todos y todas, os traigo una partida caballeresca inspirada un poco en la película "Los Últimos Caballeros" (de ahí el título de la partida) pero con un argumento bastante diferente, que explicaré uno o dos párrafos más abajo. El sistema a utilizar es Warhamer Fantasy, con una ambientación propia, pero que guarda ciertas similitudes con el trasfondo del sistema. La partida como tal está concebida para ser acabada en un plazo de siete u ocho meses a ritmo diario, pero vamos, que lo que uno planifica rara vez se cumple y puede extenderse, o achicarse (lo dudo), todo depende de los mismos jugadores.
Los personajes como tal serán creados casi desde cero por los jugadores, y digo casi porque hay un detalle, y es que las profesiones si estarán preseleccionadas por el director (osea yo). Sin embargo, cualquier clase de trasfondo puede ser utilizado para la profesión, no hay restricciones, con una excepción que también explicaré. Las clases elegibles son:
Escudero, Batidor, Noble, Aprendiz de mago, Iniciado. La pequeña restricción es que el Iniciado ha de ser humano obligatoriamente.
Los personajes formarán parte de los últimos reclutas aceptados en las filas de la Séptima Orden de Caballería, orden que sirve al Imperio Teocrático de Steinheim, y a su Emperador, Otto IV von Steinheim. La Séptima Orden de Caballería ha ganado bastante popularidad en los últimos meses debido a una serie de reformas impulsadas por el Gran Maestre Sigismund, líder de la misma. Las reformas más notables se pueden resumir en tres puntos: El primero fue abolir el requisito de nobleza, por lo que cualquiera que se considere lo suficiente valioso como para servir a la orden puede hacerlo, sin importar su origen. El segundo punto, y quizás el más alarmante para los tradicionalistas del Imperio, eliminó la segregación racial al permitir que miembros de otras razas prestaran servicio militar, en contra de las leyes del Imperio. El tercer punto permitió a aquellas personas con aptitudes mágicas ingresar a las filas de la Orden, algo que también alarmó a los tradicionalistas del Imperio, pues todo lo relacionado con la magia debe de pasar por el Alto Concilio, el ente regulador de dicho campo. Las reformas, en conjunto con el auge de popularidad recibido, han hecho que tanto el Emperador como el Alto Concilio empiecen a ver a la Séptima como una amenaza, y a raíz de eso casi cualquier cosa puede pasar.
Desde su fundación, hace más de ocho siglos, durante la llamada Gran Reforma impulsada por el Hierofante Valerius de la Orden de Magnus, la Séptima Orden de Caballería ha servido al trono de Steinheim de manera ininterrumpida. La Séptima, a menudo apodada "El Martillo" debido a sus implacables tácticas de combate, cuenta con el mayor y más excelso registro de campañas y batallas. Sus victorias se cuentan en cientos, y son, en una gran parte, responsables del crecimiento que tuvo el Imperio de Steinheim durante la Gran Reforma.
A lo largo de su historia, de entre las filas de la Séptima Orden han surgido toda clase de personajes influyentes para la historia del Imperio, desde héroes y comandantes hasta nobles, políticos y diplomáticos. La Séptima Orden también cuenta con el orgullo de ser la única orden de caballería que ha sobrevivido al paso del tiempo, pues de las trece órdenes originales solo cuatro sobrepasaron los primeros cincuenta años de servicio, y apenas dos de esas lograron llegar a la centena.
En la actualidad, la Séptima Orden de Caballería sigue siendo una representación fiel de las virtudes y valores que ayudaron a forjar el Imperio Teocrático de Steinheim en lo que es hoy en día, siendo estos valores y virtudes la lealtad, el honor, el coraje y el sacrificio. No obstante, la Séptima Orden ha atravesado una serie de cambios impulsados por el Gran Maestre Sigismund, cambios que han sido posibles gracias a la autonomía de la que goza la orden, estando libre del control del propio Emperador y también del Alto Concilio. Tales cambios, entre los que destacan el abolir la necesidad de un título de nobleza y que sólo los humanos puedan unirse a las filas de la orden, han causado un auge de popularidad para la Séptima, y también para el impulsor de las reformas, el Gran Maestre Sigismund. Este súbito aumento de popularidad ha encendido las alarmas del propio Emperador, y también de sus Consejeros, que desde hace semanas han estado en sesión permanente, evaluando las posibles causas, consecuencias y medidas de dicha situación.
Las plazas son 5, y para optar por una ha de enviarse un mensaje privado con un breve pero detallado concepto y también informar la profesión que se quiera jugar. Y nada, que estoy a un MP de distancia por si hay alguna duda que no esté contemplada en el post.
El link a la partida: http://www.comunidadumbria.com/partida/los-ultimos-caballeros
En la escena visible estaré añadiendo algunos posts contando la historia de la Séptima Orden desde su inicio, por si a alguien le interesa colar algo de eso en su personaje.
Empezaré a pensar algo para el escudero.
la tierra sobre la que esta adaptada la partida es la de warhammer u otra, lo digo por que tengo un personaje escrito para una partida de warhammer así solo tengo que readaptarlo a lo que me digas.
Nada, no vengas con cuentos que soy director de Warhammer de años. Incluso, en cualquier trasfondo histórico o de juego de rol, no hay tal como un aprendiz de mago que es aceptado en una orden de caballeros. Porque?, fácil, por que una orden de caballeros no es un ejercito con conformación dispersa sino que se trata de un grupo selecto de jinetes de armadura pesada que tienen ciertas similitudes de creencias, conformación y/o nacionalidad. Un aprendiz de mago no es un jinete, no debería llevar armadura pesada y mas aun no tiene ninguna relación con el sentido de orden de caballería.
El reglamento de Warhammer da muchos ejemplos de eso que poco tienen que ver con el trasfondo en si.
Mas aun, si se adjudicase bajo reglamento que son aceptados para luego convertirse en jinetes acorazados, aludiendo a que esa orden no es orden sino ejercito; luego se caería en el problema de que bajo reglas una profesión básica no está completa, en tal sentido, el personaje entraría y jugaría como aprendiz de mago, y solo después entraría a otra profesión que probablemente seguiría lejos de lo que implica un caballero. Algo quizá valido es decir que todos fueron de cierta profesión antes, darles a todos unos 1000px para balancear y completar la profesión básica y luego entonces entrar todos como escuderos, o quizá tomar la profesión básica de jinetes de bretonia que bien encajaría con la idea que se propone para la partida.
No obstante claro, es su partida y puede hacer lo que quiera con ella. Así que adelante y a divertirse.
Bueno, la intro dice que las personas con aptitudes mágicas son ahora aceptadas dentro de las filas de la orden, aunque no dice exactamente que sean aceptadas como aspirantes a caballeros. Una orden de caballería no es sólo sus hombres de armas, también hay muchísimos otros roles a cubrir para su funcionamiento, desde mozos de cuadra hasta cirujanos, y en un mundo fantástico no suena para nada raro que se busque además algo de conocimiento arcano.
No vengas tu con cuentos. Yo tambien soy director de Warhammer desde hace años y te digo, es su trasfondo y hace con el lo que le viene en gana. Cualquier cosa que me puedas decir aludiendo al manual de Warhammer o a "cualquier trasfondo historico" importa bien poco en este caso.
Y a fin de cuentas los reglamentos están ahí como guías, no cosas que seguir a rajatabla ya que existe la regla de oro, algo que es mencionado en todos los juegos de rol, y es que al final es el Director de Juego el que interpreta, decide, modifica y crea lo que le parezca para llevar a una partida.
Y bien lo han mencionado antes, si bien son aceptados no es precisamente para ser caballeros de brillante armadura a los lomos de un caballo de guerra, y no digo que no tendrán su buena parte de batalla, pero vamos, que en la partida eso no lo es todo.