Otros lugares, otras opciones :: Sin clasificar :: La sociedad líquida
Esta semana pasada leí un artículo sobre "la sociedad líquida" y me gustó, no sólo eso sino que me identifiqué y por ende a la sociedad también. Es como si hubiéramos roto la brújula de todo, que nos diera por ir por la vida con la veleta por guía (no va con referencias a la política), es como los muebles de Ikea, que cuando cansas de ellos los tiras y compras otros. Ahora ya no se lleva lo que perdura, es como la moda que hace que guardes en el armario cantidad de ropa que ha pasado de moda (deseando que vuelva dentro de unos años para poder sacarla, aunque generalmente vuelve pero con algún detalle nuevo lo que imposibilita volver a estar a la moda con el arsenal almacenado), o esa dinámica del entretenimiento (Amazon, Disney, HBO, Netflix), la gente busca que la entretengan.
Hoy vas a una librería o a una biblioteca y qué te encuentras, pues cantidad de libros en los estantes, y las conversaciones suelen pulular alrededor de series de televisión, no formativas sino de entretenimiento. Para pasar el rato, la vida a través de una pantalla.
El sábado estuve en ELCI y estaba petada de gente la sección audio, vídeo y electrónica. Y sabéis dónde estaba casi desierto... en librería. Curioso, no? no. Y en librería, dónde creéis que había gente? en autoayuda, qué triste xD
El artículo decía que las sociedades líquidas eran las típicas capitalistas, consumistas, donde la gente parece que no puede vivir sin hacer una compra a Amazon al mes, pese a que luego no la disfruta salvo que realice otra compra. Vamos que, es una sociedad consumista-compulsiva.
Cuando no sabes qué comprar, no es que no se compre, es que se compra de todo. Haced la prueba en un supermercado, la gente que duda, no sale sin comprar sino que compra más ante la incertidumbre (luego te vienen con "compré ésto y ésto; ya se qué sólo tenía que comprar sólo una cosa, pero...").
¿La culpa es del individualismo? tampoco nos vamos a arrojar a las garras del colectivismo, no. Creo que es más por culpa o desconfianza de otros parámetros que no se venden guay en la actualidad.
OPINIONES ¿?
Es verdad que es un tema muchísimo menos vistoso que la agencia de viajes del mediterráneo del Open Arms, pero bueno es un tema como otro cualquiera.
¿Puedes pasar el artículo? Mi TFM tenía mucho de Bauman, que es uno de mis sociólogos favoritos, y me interesa, aunque la modernidad líquida es mucho más que eso. :)
En los años 60 Guy Debord y sus amigos situacionistas ya hablaban de ello,claro que puede que ni en sus más locas fantasías llegasen a imaginar cómo 'degeneraría' la cosa con las nuevas tecnologías, internet debió de ser el sumun de sus elucubraciones, pero cómo ha mutado esto con los móviles de penúltima generación ya es un tema aún más loco. Progresando adecuadamente, como suele decir un amigo survivalista tras cada titular sobre los cambios en el mundo ;P
https://es.m.wikipedia.org/wiki/La_sociedad_del_espect%C3%A1culo
Ermmm, yo pienso que se generaliza mucho, y prefiero vivir en la abundancia que en la pobreza espiritual.
Estoy con Puck. Además añadiría que casi parece tecnofobia. La tecnología no deja de ser una herramienta y el como la use cada uno es cosa suya, aparte de que le noto un poco de tufillo al típico antes se vivía mejor.
La tecnología siempre ha hecho más inteligentes a los inteligentes, y más torpes a los torpes. Y cuanto más se desarrolla, más se nota. Pero como dice Frozenponce, la tecnología no es mala ni es buena, igual que un martillo no es malo ni es bueno. Lo malo nunca es la herramienta, lo es en todo caso el uso que hacemos de ella.
Hace poco vi un vídeo de un pensador del que no recuerdo el nombre, que lo expresaba muy claramente: "Es increíble el volumen de conocimiento y posibilidades que pone la tecnología hoy en día en las manos de cada uno de nosotros. E igual de increíble comprobar la habilidad de la gran mayoría para desaprovechar esto..."
Creo que nadie dice que sea buena o mala, lo que se dice es que puede traer cambios que si pueden ser buenos o malos. Vamos, las armas tampoco son buenas ni malas, pero dar acceso general a la población civil a ellas lleva a lo que lleva, no hace falta ser un genio.
Ya, pero es que eso ha pasado desde el principio de los tiempos.
A mí también me suena un poco a ese "lo de antes era mejor", y más ahora que los cambios son cada vez más y más rápidos. Pero eso no va a frenarse, sólo nos queda adaptarnos de la mejor manera posible.
Precisamente ayer, después de la partida de rol, estuve hablando con mis amigos sobre "instagramers que mueren haciendo su última foto".
Volviendo al tema, más que "modernidad líquida" es postmodernidad. Se podría decir que la postmodernidad a ido evolucionando o degenerando desde que se formuló. Ha afectado también a la ideología (Francis Fukuyama y su fin de las ideologías) y Byung Chul Han ya habla de una sociedad de la transparencia posterior a la postmodernidad: "ya no hay posibilidad de elección" o "las posibilidades de elección que quedan son triviales".
Se podría decir que las instituciones que han caído han sido de control (el matrimonio para controlar a la mujer, la Iglesia y el Estado para controlar al Pueblo...). Sin embargo el control sigue ahí, mediante dependencias económicas y ocio alienante. El pragmatismo de la postmodernidad es asombroso: ya no necesita construir una mitología para justificar las instituciones, la apariencia de libertad se basta para producir docilidad.
También es interesante la idea de pan y circo de las sociedades en decadencia como un modo de anunciar el cambio de paradigma social. Lo principal es que estamos en un periodo de tránsito que va a dar algo nuevo, y quizás no muy bonito: eliminación de la clase media, calentamiento global, guerras del agua...
Ermmm, yo pienso que se generaliza mucho, y prefiero vivir en la abundancia que en la pobreza espiritual.
No sé en qué lugar he hablado de religión o espiritualidad aquí (he repasado mi primer mensaje y todo). No, no he hablado de espiritualidad, pero ahora lo hago: no creo que sea así, no me parece que la espiritualidad sea sinónimo de pobreza sin más (está ahí la riqueza del Vaticano y los judíos no son precisamente unos muertos de hambre, ni siquiera los anglicanos teniendo a la reina inglesa como cabeza de esa iglesia, podría seguir porque casi todas las religiones campan muy bien esa riqueza material). Creo que todos somos seres espirituales, porque la espiritualidad no es una religión, ni un club con control de asistentes y abonados.
Si para ser feliz tengo que tirar por la ventana el 80% de las cosas que tengo en la habitación, me falta tiempo para hacerlo. No creo que la abundancia - en general- sea un elemento tan a tener en cuenta. Por supuesto, un adicto necesita su dosis, en aumento siempre.
tecnofobia
Y te faltó miedo al progreso y al desarrollo, vamos el cuento de siempre: el miedo al futuro.
Como si el pasado fuera un sillón muy cómodo, que no lo es. Pero es un sillón y no las instrucciones del Ikea de un futurible sillón que sólo lo contemplas a través del dibujo final en la caja (no sé si os ha ocurrido empezar a montar un mueble de ikea y constatar que las piezas no guardan relación con las instrucciones, yo me quedé flipada con un armarito de baño, no era igual el dibujo a las partes).
No, pero es verdad que saltar a la piscina sin mirar es una mala jugada, oye que te puede salir bien, pero lo probable es que no.
Y sí que creo que hay exceso de tecnodependencia, demasiada gente adicta a las redes, al móvil, al wifi, a la tablet, a la pantalla. Yo me he ido a la playa, y era un problema no tener wifi, y también la sensación es muy extraña estar paseando por la playa y ver a gente con el móvil, no 1 ni 2, sino bastante gente. Ya ni te cuento en los restaurantes y cafeterías, si es que da pena.
Centrándonos
La sociedad líquida tiene unos postulados muy concretos: el consumismo (la necesidad de comprar casi de manera compulsiva, como estímulo necesario para ser más felices), el yo (individualismo y liberalismo: liberalismo porque el concepto de "libertad" viene definido por esa ideología y es la base de todos los demás actos. Ejemplo: el aborto, se entiende como un derecho individual, en cuanto que soy libre soy capaz de ejercerlo, sin depender de nadie, porque la libertad del liberalismo es individualista, segregacionista, no alude a un colectivo o una sociedad), la moda (no la tecnofobia, aunque si la moda es "lo tecnológico"...), lo contingente (muy propio del consumismo y la moda, lo que cambia, que algo no valga mañana sino que sea otra cosa, que no tengas)...
Claro, si os fijáis todo lo que se va contraponiendo son cuestiones que todos identificamos como "pasadas/superadas", como de otro tiempo: a lo contingente le choca lo perpetuo o lo invariable ... diría las religiones con sus dogmas que de contigente tienen más bien poco, a la moda lo mismo. En cambio el consumismo sería un cambio de sistema, no sería la misma economía (no hablo del trueque), y al yo (volvemos al socialismo a la colectividad?)
Tiene bastante fondo la cosa.
Yo vine aquí en busca de una sociedad de slimes y me encuentro con esto... Bueno, al menos ha sido interesante de leer, pero aún así adjunto a un slime antropomórfico que crea una sociedad para los que vienen en busca de ese tipo de contenido y a su vez tenga este tipo de contenido.
Como han dicho por ahí, tecnofobia. Porque ir a cagar al río y limpiarse el culo con una piedra es el secreto de la felicidad
Ahora he entendido la referencia a la espiritualidad, porque claro si la crítica a "la sociedad líquida" es porque uno de sus postulados es la mutabilidad, lo contingente, lo cambiante... eso se contrapone a las verdades absolutas, esas que se mantienen con los tiempos y ¿cuáles son? las propias de las religiones. Me ha costado xD
Y relacionándolo con la política (mira que sois obsesos con la tecnofobia) es como ese partido (uno de tantos) que defiende hoy una cosa, y mañana otra y pasado otra distinta. Muy propio de la sociedad líquida. También muy propio de determinadas ideologías que van cambiando eslóganes, que hoy te defienden una cosa y mañana viendo que no da rentabilidad electoral, pues abandonan esa causa y defienden otra distinta. Y no pasa nada, porque precisamente esa sociedad líquida, le da igual votar una cosa hoy y votar la contraria mañana, porque es la moda, y la moda es contingente.
De ahí la crítica a una sociedad sin brújula, sin criterio, que se apunta a la moda del momento, que le da igual todo, que no se centra en nada, y que le va el consumir y el cambiar constantemente. Es como "lo relativo", todo es relativo menos lo que es propiamente relativo que eso tiende a ser dogmático.
A ver, qué decís de la tecnofobia, no la veo por ningún lado referida a la sociedad líquida
La tecnología en la sociedad líquida se resume en que los bienes no son perdurables, historia de la obsolescencia programada (fuente: wikipedia):
El primer producto afectado por la obsolescencia programada fue la bombilla incandescente. Uno de los primeros prototipos lleva funcionando desde el año 1901. Thomas Alva Edison, creó un prototipo de duración de 1500 horas. El éxito fue rotundo y aparecieron varias compañías dedicadas a su fabricación. Al principio el objetivo era crear bombillas más durables, sin embargo todo cambió cuando se aliaron para crear el Cártel Phoebus para establecer una duración máxima de 1000 horas de uso y penalizar a los fabricantes que violaran la nueva norma. En aquel entonces la conciencia ecológica y de derechos de consumidores era prácticamente inexistente entre la población y las empresas, por lo que la sociedad de entonces terminó tolerando esta práctica.
Se cree que el origen se remonta a 1932, cuando Bernard London proponía terminar con la Gran Depresión a través de la obsolescencia planificada y obligada por ley(aunque nunca se llevase a cabo).? Sin embargo, el término fue popularizado por primera vez en 1954 por el diseñador industrial estadounidense Brooks Stevens. Stevens tenía previsto dar una charla en una conferencia de publicidad en Minneapolis en 1954. Sin pensarlo mucho, utilizó el término como título para su charla.
Otro producto que fue afectado fue el Náilon. En su introducción en 1938 era presentado como una fibra fuerte y prácticamente indestructible. Pero posteriormente las ventas cayeron debido a que nadie necesitaba reemplazar las medias, por lo que DuPont fue obligado a rediseñar el material para hacerlo más frágil y conservar las ventas.
Posteriormente en los años sesenta se idearon nuevas técnicas de diseño y publicidad para impulsar el consumo de nuevos productos. Así las personas no eran obligadas, sino convencidas con diseños vanguardistas, características novedosas y nuevas tecnologías. Gradualmente el concepto de obsolescencia programada fue extendiéndose entre los fabricantes, lo que fue afectando la calidad y durabilidad de los productos desde entonces.
Otro escándalo notable implicó al Reproductor de audio digital iPod fabricado por Apple Computer. En su introducción, su batería había sido diseñada para que durara sólo 18 meses, suficiente tiempo para que los consumidores lo reemplazaran por el próximo modelo fabricado por la empresa. Un par de consumidores Casey Neistat y su hermano decidieron crear un video que lo explicaba de forma atractiva para la población en general.
Hay unos patrones que se repiten en la sociedad que ya está aquí y que no me gustan, al margen de esa frase engañosa que reza "tiempos pasados siempre fueron mejores". Una gran cantidad de población ha perdido capacidad de concentración. Saltamos de una cosa a otra cada poco, debido a la gran cantidad de estímulos. Pasamos del facebook als instagram, miramos el youtube, damos like a un colega que ha publicado una foto, retuiteamos lo que ha dicho otro, contestamos un wasap... Es muy complicado, hoy en día, concentrarse en una única tarea más de 30 minutos. ¿Eso es malo? Es bueno?
Otra cosa que me da especial congoja es ver las nuevas generaciones como suben. Con una carencia muy fuerte y básica, a mi entender. Falta de creatividad. En el colegio de mi hijo se ha implantado la figura del monitor de patio, para dinamizar a los chavales en el patio de mediodía, para que jueguen. Antes de eso, se aburrían y entonces se peleaban. Son incapaces de inventar un juego, de usar sus mentes para cosas creativas, imaginativas. Las tecnologías se lo dan todo hecho. Le sirven el juego acabado, listo para recibir diversión sin esfuerzo alguno, y ya son incapaces de jugar ellos solos. ¿Cuantos niños juegan con juguetes? Cada vez menos. Van en patinete, bici, juegan a fútbol o con consolas. El juego simbólico es cada vez más marginal.
Eso de la sociedad líquida no lo conocía como término pero es muy interesante. A mi humilde entender de cuñado cualquiera, parece como que el hombre moderno intenta de forma inconsciente vincularse con el grupo, con la tribu, y usa las tecnologías para ello. Eso crea vínculos falsos y superficiales, dando una imagen irreal de quien eres así como recibiendo, a su vez, una imagen falsa de esos con los que te relacionas. Se sobredimensiona la aceptación, basada en un número de likes. Todo se puede contabilizar.
¿Eso es bueno? Es malo? La tecnología es mala si te convierte en alguien dependiente de ella. Todo lo que te genere una dependencia quiere decir que estás otorgando a alguien poder sobre ti. ¿En manos de quien está esa tecnología? ¿Qué nos pide a cambio de ello? Va a tener suficiente con eso? ¿Dónde nos va a llevar?
En el colegio de mi hijo se ha implantado la figura del monitor de patio, para dinamizar a los chavales en el patio de mediodía, para que jueguen.
Esto me parece de lo más triste que he leído en mucho tiempo.
Yo creo que la tecnología es un medio que debería de facilitarnos las cosas.
El problema es cuando pasa a ser "un fin en sí misma" y en cambio los medios son los seres humanos.
A la tecnofobia yo añadiría la dependencia tecnológica. Parece que es un problema (casi vital) no estar conectados, no tener WiFi, ni cobertura, no saber del otro, no estar al tanto de cualquier información, aunque sea intrascendente porque el caso no es estar bien informado sino saber de todo, aunque el conocimiento útil sea 0.
Deboradores de noticias, cotillas, consumidores de información.
La semana pasada acabé de ver una serie en Netflix sobre "unabomber", tiene una obra muy vinculada a "la tecnofobia" (me la he bajado, cuando la lea os la comento).
Entonces lo que faltaría son ¿Los valores sociales? ¿Respeto, costumbre, responsabilidad … ?
Aquí otra lectora de algunos de los múltiples ensayos del señor Zygmunt Bauman y el señor Byung-Chul Han. Ambos coinciden en describir una sociedad del hiperconsumismo, la hiperconectividad y la hiperestimulación sensorial contínuas, (si, muy "hiper" todo), tanto que incluso podrían llegar a resultar anestesiantes.
El incierto pero acelerado escenario que se ha generado en torno a la tecnología, que te brinda un mar de posibilidades que jamás hubieramos podido llegar a imaginar, y lo que nos quedará por ver, lleva asociado un proceso adaptativo y de actualización contínuo. Se te exige estar al día, ya sea dentro del ámbito laboral, como en el personal, y si este globo terráqueo en el que nos movemos será y es cada vez más dependiente de la tecnología, no hay más opción que renovarse o morir, nos guste o no, y esto promueve debates de corte ético (IA y sus implicaciones a nivel laboral y social, la discriminación tecnológica, etc.). Es evidente que si, la dependencia tecnológica existe, y es inevitable.
Pero para no irnos del debate, que gira en torno a lo social, hay una individualización más marcada (el exhibicionismo en las redes sociales es una muestra) y al mismo tiempo pervive la búsqueda, como se ha mencionado antes, de los grupos afines o de pertenencia, y esto se nos facilita de alguna manera, con la consiguiente disyuntiva de sentirnos conectados a personas a miles de kilómetros, y desconectados de los que tenemos más cerca, que ojo, esto dependerá del uso más o menos consciente que se haga, se puede jugar como una baza a favor del componente de sociabilidad del individuo, siempre y cuando esto no limite su radio de acción a una pantalla, si no que funcione más bien como un añadido, una vía más.
Dejaré de andarme por las ramas, os traigo a colación algunos extractos de un artículo que me ha parecido interesante, su autor es Manuel Castells. Es largo de leer, así que he remarcado las partes que me han llamado más la atención, dicho artículo ahonda en cómo internet ha conseguido aumentar la sociabilidad del individuo:
Internet es la tecnología decisiva de la era de la información del mismo modo que el motor eléctrico fue el vector de la transformación tecnológica durante la era industrial. Esta red global de redes informáticas, que actualmente operan sobre todo a través de plataformas de comunicaciones inalámbricas, nos proporciona la ubicuidad de una comunicación multimodal e interactiva en cualquier momento y libre de límites espaciales [...]
Internet, en el centro de estas redes de comunicaciones, permite producir, distribuir y utilizar información digitalizada en cualquier formato. Según el estudio publicado por Martin Hilbert en Science en 2010, el 95% de toda la información existente en el planeta está digitalizado y en su mayor parte accesible en internet y otras redes informáticas.
La velocidad y el alcance de la transformación de las comunicaciones como consecuencia de internet y de las redes inalámbricas han suscitado diversidad de consideraciones utópicas y antiutópicas en todo el mundo. [...]
Como sucede con cualquier cambio tecnológico trascendental, los individuos, las empresas y las instituciones que lo experimentan en toda su intensidad se sienten abrumados por él, debido a que desconocen cuáles serán sus efectos.
Los medios contribuyen a deformar esta percepción ya por sí distorsionada, difundiendo informes alarmistas y basados en observaciones anecdóticas y opiniones tendenciosas. [...]
Todo proceso de cambio tecnológico de envergadura genera una mitología propia. En parte porque se hace uso de él antes de que los científicos hayan podido evaluar sus efectos e implicaciones, y por ello siempre existe una distancia entre el cambio social y la comprensión del mismo.
Por ejemplo, los medios a menudo informan de que un uso intensivo de internet aumenta el riesgo de enajenación, aislamiento, depresión o distanciamiento social. Sin embargo, los datos disponibles evidencian que, o bien no existe ninguna relación entre el uso de internet y la intensidad de la vida social, o bien ésta es positiva y de efecto acumulativo.
Observamos que, en general, las personas más sociables son las que más utilizan internet. Y cuanto más usan internet los individuos, más aumentan su sociabilidad dentro y fuera de la red, su responsabilidad cívica y la intensidad de sus relaciones con familiares y amigos. Y esto se ha observado en todas las culturas, con la excepción de un par de estudios tempranos sobre internet realizados en la década de 1990 y que luego sus autores enmendaron (Castells, 2001, y Castells et al., 2007; Rainie and Wellman, 2012; y Center for the Digital Future, Estudio Mundial de Internet, diferentes años).
Para poder comprender en profundidad los efectos de internet en la sociedad tenemos que recordar que la tecnología es cultura material. Se produce en el curso de un proceso social, dentro de un entorno institucional particular y sobre la base de las ideas, los valores, los intereses y el conocimiento de sus creadores originales y sus continuadores. En este proceso tenemos que contar con los usuarios de dicha tecnología, los que se apropian de ella y la adaptan, en lugar de limitarse a aceptarla tal como está.
Así pues, la modifican y producen en un proceso infinito de interacción entre producción tecnológica y uso social. Por ello, para evaluar la importancia de internet en la sociedad, tenemos que considerar las características específicas de internet como tecnología. Después habremos de situarla en el contexto de una transformación total de la estructura social y relacionarla con las características culturales de dicha estructura social. Porque efectivamente vivimos en una nueva estructura social, la sociedad de las redes globales, caracterizada por la aparición de una nueva cultura, la cultura de la autonomía.
Aquí hago un pequeño inciso, y es que es evidente que autonomía e individualismo van de la mano, ya que se ha comentado antes sobre ésto, y que a continuación se menciona:
La nuestra es una sociedad red, es decir, una sociedad construida en torno a redes personales y corporativas operadas por redes digitales que se comunican a través de internet. Y como las redes son globales y no conocen límites, la sociedad red es una sociedad de redes globales. Esta estructura social propia de este momento histórico es el resultado de la interacción entre el paradigma tecnológico emergente basado en la revolución digital y determinados cambios socioculturales de gran calado. Una primera dimensión de estos cambios es la aparición de lo que denominamos «sociedad egocéntrica», o, en términos sociológicos, el proceso de individualización, el declive de la comunidad entendida en términos de espacio, trabajo, familia y adscripción en general. No se trata del fin de la comunidad, ni tampoco de la interacción localizada en un lugar, sino de una reinterpretación de las relaciones, incluidos los sólidos lazos culturales y personales que podrían considerarse una forma de vida comunitaria, sobre la base de intereses, valores y proyectos individuales.
El proceso de individualización no es achacable exclusivamente a una evolución cultural, sino el resultado material de las nuevas formas de organización de la actividad económica, la política y la vida social [...]
Se basa en la transformación del espacio (vida metropolitana), de la actividad laboral y económica (aparición de la empresa en red y de los procesos de trabajo en red) y de la cultura y las comunicaciones (transición de una comunicación de masas sustentada en los medios de comunicación a una autocomunicación de masas basada en internet); en la crisis del modelo familiar, con una creciente autonomía de sus diferentes miembros; en la sustitución de la política de medios de comunicación por política partidista de masas; y en la globalización en forma de redes selectivas de lugares y procesos en todo el planeta.
Pero individualización no significa aislamiento ni, por supuesto, el fin de la comunidad. La sociabilidad se reconstruye en forma de individualismo y comunidad en red a través de la búsqueda de personas afines, en un proceso que combina interacción virtual (online) con interacción real (offline), ciberespacio con espacio físico y local.
La individualización es el proceso fundamental para constituir sujetos (individuales o colectivos), la conexión en red es la forma de organización que construyen estos sujetos.
[...] Un importante trabajo realizado por Michael Willmott para el British Computer Institute ha revelado una correlación real, aplicable a individuos y países, entre la frecuencia y la intensidad de uso de internet y los indicadores fisiológicos de felicidad personal. Willmott utilizó datos de 35.000 individuos de todo el mundo recopilados durante el Estudio Mundial de la Universidad de Michigan entre 2005 y 2007. Empleando otros factores de control, el estudio demostró que el uso de internet reafirma a las personas, al intensificar su sensación de seguridad, libertad personal e influencia, factores todos ellos que tienen un efecto positivo sobre la felicidad y el bienestar personal. [...]
Utilizando análisis factorial, identificamos seis tipos principales de autonomía basándonos en proyectos individuales, según su aplicación práctica:
a) desarrollo profesional
b) autonomía comunicativa
c) espíritu emprendedor
d) autonomía del cuerpo
e) participación sociopolítica
f) autonomía personal, individualEstos seis tipos de conductas autónomas eran estadísticamente independientes entre sí. Ahora bien, cada una de ellas mostraba una correlación positiva con el uso de internet en términos estadísticamente significativos, en un bucle (secuencia temporal) que se retroalimenta: cuanto más autónoma es la persona, más utiliza la web, y cuanto más utiliza la web, más autónoma es (Castells et al., 2007).
Se trata de un hallazgo empírico de gran importancia. Porque si la tendencia cultural dominante en nuestra sociedad es la búsqueda de autonomía, y si esta búsqueda es alimentada por internet, entonces avanzamos hacia una sociedad de individuos asertivos y con libertad cultural al margen de las barreras impuestas por rígidas organizaciones sociales heredadas de la era industrial. A partir de esta cultura de la autonomía sustentada por internet han aparecido nuevos tipos de sociabilidad, las relaciones en red, y también nuevos tipos de prácticas sociopolíticas, los movimientos sociales en red y la democracia en red.
Y pasamos de una visión generalista, a las redes sociales:
En este momento la mayor parte de la actividad en internet pasa por las redes sociales, que se han convertido en las plataformas de preferencia para todo tipo de fines, no solo para relacionarse y charlar con amigos, sino también para marketing, comercio electrónico, enseñanza, creatividad cultural, medios de comunicación y ocio, aplicaciones médicas y activismo sociopolítico.
Las redes sociales las construyen sus propios usuarios a partir de criterios específicos de grupo. Existe un espíritu emprendedor en el proceso de creación de sitios web, que después cada persona elige en virtud de sus intereses y proyectos particulares. Los propios miembros de las redes van configurándolas, aplicando diferentes niveles de perfil y privacidad. La clave del éxito no es el anonimato, sino más bien la autopresentación de una persona real que está conectada con personas reales (se han dado casos de exclusiones en una red social por el uso de una identidad falsa). Por tanto, estamos ante una sociedad autoconstruida mediante la conexión en red con otras redes. Pero no se trata de una sociedad virtual. Existe una estrecha conexión entre las redes virtuales y las redes vivas. Es un mundo híbrido, un mundo real. No es un mundo virtual ni un mundo aparte.[...]
Las redes sociales son espacios vivos que conectan todas las dimensiones de la experiencia personal. Esto transforma la cultura, porque la gente comparte experiencias con un bajo coste emocional, ahorrando energía y esfuerzos. Trascienden el tiempo y el espacio mientras siguen generando contenidos, creando enlaces y conectándose. Es un mundo constantemente interconectado en todas las dimensiones de la experiencia humana. Las personas evolucionan juntas en permanente y múltiple interacción. Pero cada cual elige las condiciones de dicha coevolución.
Es decir, todos viven su vida física, pero se conectan cada vez más y en múltiples dimensiones a las redes sociales. Paradójicamente, la vida virtual es más social que la física, ahora individualizada por la organización del trabajo y de la vida en las ciudades.
Me permito citarte, con tu permiso, graecas:
El problema es cuando pasa a ser "un fin en sí misma" y en cambio los medios son los seres humanos.
¿La tecnología al servicio del ser humano, o el ser humano al servicio de la tecnología?...para mí es una simbiosis retroalimentativa, sin duda.
A la tecnofobia yo añadiría la dependencia tecnológica. Parece que es un problema (casi vital) no estar conectados, no tener WiFi, ni cobertura, no saber del otro, no estar al tanto de cualquier información, aunque sea intrascendente porque el caso no es estar bien informado sino saber de todo, aunque el conocimiento útil sea 0.
Deboradores de noticias, cotillas, consumidores de información.
Volvemos al inicio, hablando del hiperconsumismo, la hiperconectividad y otros "hipers" asociados. El uso que se haga de la tecnología depende exclusivamente del individuo y su capacidad de autocontrol, no podemos victimizarnos pensando en que se nos ha generado esa necesidad, cuando en realidad forma parte de cada uno cómo gestionar su tiempo y emplearlo de forma fútil deborando información inane, o haciendo algo productivo.
En cualquier caso, me parece un tema de lo más interesante, gracias por traerlo.