Foro

SUSTITUCION EN VARIAS CRÓNICAS

Comunidad Umbría :: Partidas (sustitutos, parones) :: SUSTITUCION EN VARIAS CRÓNICAS

Como medida de seguridad los nuevos usuarios no pueden reabrir hilos antiguos.
Si crees que el tema es realmente necesario, por favor, abre uno nuevo en la sección correspondiente.
30/09/2021, 21:10

Partida Ocaso Muerte y Terror (+18) (Vampiro Edad Oscura)

Ritmo Diario, bastante pesado, varios posts al día.


Dýr (Gangrel, 7a)

Descripción

Dýr es un corpulento hombre de pelo oscuro y mirada hosca. Viste tosca y sucia ropa, confeccionada torpemente con pieles y lleva adornos de hueso, colmillos y derivados.

Historia

Dýr… Dýr fue una vez humano. Un hombre del norte. Un danés a las ordenes de otro danés, peleando contra otros daneses por riquezas, y gloria. Así murió. En batalla. Seguro que el hombre que fue, encontró esa muerte gloriosa. Pero… la muerte, es muerte. Y a pesar de todo, puede haber vida después de la muerte.

Pues Dýr despertó, abrazado por una nueva vida… o algo parecido. Pero ya no era el humano que una vez fue. Ahora era… otra cosa. Vosotros os llamáis Vástagos. Sea pues. Y allí, en una cueva húmeda, pequeña, que parecía mas el cubil de algún animal grande que una formación normal… le miraba quien le había sacado de los salones del Valhalla. Una figura vagamente humana, con unas orejas demasiado grandes, una nariz que parecía un hocico y unos ojos rojos de depredador. Habría huido, pero no tenia fuerzas para hacer nada. La criatura le hablo, con una voz gutural y rasposa, arrastrando cada palabra. Parecía claro que no acostumbraba a hacerlo. Le instruyo… o, le dio unas nociones básicas de lo que era, lo que había pasado y lo que iba a hacer a continuación. Apenas le enseño lo básico ¿Cuánto tiempo estuvo con él? No lo suficiente. Pronto, una noche, le advirtió que ahora debía marcharse. Que fuese al sur, o que intentase nadar por el mar hacia el norte. Pero ya no podía quedarse allí, si lo hacia moriría. Dýr no quería morir, así que abandono el lugar.

Al principio camino. Deambulo. Alimentándose de lo que atrapaba. Buscando lugares en los que esconderse para dormir. No comprendía que acababa de pasar. Sentía rabia, y esa rabia ardía como una bestia ¿Estaba muerto? Pero él no se sentía muerto, podía caminar, comer… es cierto que muchas cosas habían desaparecido, pero el se movía. No. No estaba muerto. Era libre… aunque, no tan libre. Debía evitar a los humanos, a otros Vástagos, y otras criaturas que poblaban los bosques y que no comprendía que eran. Le faltaba fuerza para ser completamente libre. Si el poder es libertad, si quiero libertad, necesito poder, necesito hacerme fuerte.

Seguía deambulando, pero ahora con un objetivo. Fortalecerse. No confiaba en los humanos. Los espiaba desde la oscuridad y cuando trataban de buscarle, los hacia pedazos y devoraba sin ninguna piedad ¿Por qué debe importarme? Son comida. Son débiles. Diferente era cuando llegaban Vástagos. Algunos daban gran pelea. Aprendió pronto a evitar enfrentamientos innecesarios. Ellos no son comida. No son débiles.

Continúo deambulando. El idioma cambio varias veces. Y el… el tuvo que cambiar de lugar muchas más, sobre todo cuando había humanos cerca. En seguida se hacían eco de los ataques que Dýr realizaba para alimentarse, y entraban en pánico. No tardaban en llegar gente para intentar cazarlo. Era molesto. Así que debía moverse.

Pero escucho algo. Algo de una guerra. Un poco mas al sur. La guerra puede ser entretenida. Y hay promesas para quienes participen. Quizá Dýr pueda obtener algo en esta guerra, aunque solo sea sangre y la oportunidad de mejorar.


 

Aldara (Ventrue, 7a)

Descripción

Aldara es una joven que aparenta una edad que apenas han dejado la adolescencia. La de joven apariencia posee una belleza extraña más cercana a la de una muñeca que a la de un ser de carne y hueso. Una mirada de color azulada intensa que no parece parpadear jamás junto a un cabello rojizo con peinados trenzados elaborados que roza un color tan intenso que provoca dudas sobre la naturalidad de éste, unida a una piel blanca que ha aumentado tras el abrazo hacen de ella una joven que, aunque pueda no ser del gusto del que la mira, no la haga pasar desapercibida.

Viste ropajes sencillos, alejados de falsos lujos u ornamentos que contrarresten la presencia natural de la que tan orgulloso está su sire. 

Los movimientos, siempre que le es posible, parecen suaves y elaborados. Hay quien diría que son más una danza escueta, un baile coreografiado que una forma de caminar natural.

Historia

Aldara sufrió una pésima broma del destino de ser escogida junto a su hermana gemela por un vampiro que no tenía nada de humano a excepción de su apariencia.

En plena niñez, durante una noche, fue testigo de la muerte de toda su familia a excepción de Eleanor, su gemela. Hubiese preferido perecer junto con ellos. Durante los posteriores años, tratadas como esclavas por Dominico, el vástago que las tomó a modo de posesión, fueron objeto de todas las depravaciones posibles. Desde incestuosas relaciones entre ellas o combates contra bestias por diversión a obligaciones de estudio y aprendizaje de temas cultos, según Dominico para ser algo más que ganado, las dos hermanas vivieron varios años de crueldad bajo una tutela cruel, dura, implacable, hasta alcanzar la suficiente madurez como para ser atrapadas en una forma que al ser de la noche le pareció adecuada y agradable para futuros planes.

Aldara fue la primera conversa para una eterna desgracia. Como resultado, llena de sed de sangre, más bestia que humana, devoró a su propia hermana hasta saciar el deseo de vitae tras la transformación en chiquilla del vampiro. Cuando fue consciente de lo que había hecho, una afrenta completa contra la poca humanidad que mantenía en forma de Eleanor, el corazón de ésta quedó sumido en la mayor de las oscuridades, lleno de frialdad eterna.

Aldara fue mano ejecutora de Dominico, ganando las migajas que su sire le daba. Pero siempre ha estado pensando en cómo vengar la perdida de humanidad que él provocó.


Partida ASUNCIÓN OSCURA (+18) (Vampiro 3a)

Ritmo Diario. Un par de posts al día.


Jess (Toreador, 8a)

Descripción Física.

Es una mujer con una voz suave, dulce, que inspira ternura. Al igual que todo ella. Tiene una bonita sonrisa que no duda en enseñar.

Tiene una mirada profunda y penetrante, que parece que analiza más que mirar, aunque de forma agradable, suele mirar a los ojos, intercambiando con miradas a los alrededores que da la sensación de que todo la interesa. Y así es.

Tiene el pelo rubio, largo y ondulado, aunque en ocasiones muy especiales le riza o alisa, aunque normalmente suele ir despeinada, da la sensación de que es a propósito, notándose que no es así por su manía a moverse el pelo con la mano para estar más comoda.

Aunque sabría vestir para cada ocasión y en ocasiones así lo hace, normalmente suele llevar faldas, pantalones cortos o vaqueros rotos con playeros y camiseta o blusa, básicamente lo que pilla, no le gusta demasiado la moda y aunque sepa como funciona, no acaba de entenderla. No la considera arte como tal y por eso no forma parte de ello

Descripción Psicológica.

Es extrovertida, alegre, dificil de encasillar, sarcástica, directa y disuasiva a partes iguales. No se deja llevar por la situación, prefiere pensar las cosas, piensa que se consiguen poco a poco y planeando.

Aunque de la sensación de que no le importa nada, tiene sus pequeños tabús que le dirían a los demás que en realidad si que siente. Cada década suele ir a visitar a su sire, asegurandose de que sigue bien y con Yusuf, sin embargo, prefiere continuar su busqueda de obras, aunque ahora en el mercado negro. Poseé además un cierto sentimiento hacia su sirvienta, ya que es leal, aunque normalmente la trate de forma seria.

Es una maestra del engaño, sobretodo con los humanos, su belleza con y sin disciplina le permite conseguir lo que busca pareciendo personas que no es. No está realmente segura de si mismo, aunque intenta que no se le note al hablar con la gente. Es dificil saber lo que está pensando en cada momento, aunque seguramente sea en el chico que ha venido al anochecer a la galería para exponer, o en la obra que ha descubierto y que está llegando a la ciudad, lista para ser comprada.

Historia

Jess nació en 1750 en Reino Unido, en el seno de una familia rica de la cual nunca sintió formar parte. Su padre, un gran empresario que había amasado una fortuna con la empresa textil, siendo pionero sin saberlo en la que una o dos décadas más tarde se llamaría revolución industrial, su madre, profesora de arte de la cual sacó la vocación.
Sin embargo, y aunque desde pequeña buscó la pintura como expresión de su arte, buscando unos dibujos abstractos aunque con formas definidas, buscando el color rodeado de oscuridad. Es como veía el mundo en su niñez.
Aunque en su adolescencia consiguió exponer parte de sus cuadros en algunas galerías sin demasiado tirón hubo una frase de su padre que la marcó.
Tras una de sus pequeñas exposiciones, su padre le preguntó que había vendido, ante la negativa, dijo: el arte no da dinero, si eres el artista. Miró a su mujer poniéndola de ejemplo y se fue al despacho, como siempre.
Eso marcó a Jess que decidió irse lejos de la familia, Su padre le permitía cualquier cosa, y gracias a su dinero y los contactos de su madre recibió a los 18 años un puesto para investigar como becaria la acrópolis de Atenas. La invasión de los turcos estaba en plena decadencia, y aún faltaba un siglo para que la patria de Jess robara lo poco que quedaba de monumento. Esos hechos permitían que un grupo de arqueólogos pudiera ver en que estado se encontraba la obra tras el "derrumbamiento" del siglo XVII.

Allí, descubrió algo que haría que su visión de futuro cambiara para siempre, encontró bajo unas baldosas rotas de la nave principal una pequeña escultura, uno de los relieves de un casco. Había encontrado algo grande, aunque lo calló y decidió lo que haría después, estudiaría para encontrar más obras perdidas, verdaderas.

Tras tres años, comenzó sus estudios universitarios en "Historia del Arte" en España, cada vez se alejaba más de su padre y eso hacía que sus notas fueran perfectas, eso haría que pudiera seguir viajando y no tener que volver al hogar. Tras los 7 años de rigor, se la permitió continuar su proyecto sobre Santa Sofía de Constantinopla, a Jess le parecía que podría haber cientos de pequeñas porciones escondidas, tras los numerosos cambios que había sufrido el edificio desde su construcción. Lo que encontró allí fue, en verdad, algo oculto, aunque no en el sentido que ella creía.

Jess siempre fue una persona nocturna, y su acreditación de investigadora la permitía ir al edificio de noche, tras varias noches, un hombre adulto, apareció dentro del edificio ante él. Con el que comenzó a hablar.

El hombre parecía saber tanto sobre el edificio como si hubiera estado allí por siglos, con anécdotas que no aparecían en los libros, y en las que parecía incluirse en primera persona, a Jess aquello la intrigaba, solo la parecía un loco, pero un loco lo suficientemente inteligente como para saber donde está lo que busca.

Pasaron meses, y en ese tiempo a Jess le dió tiempo a hacerse una imagen mental del curioso hombre, no sabía como entraba, pero sabía que era un loco, hablaba tranquilo y solo le enfadaba cuando se hablaba mal del edificio, siempre tenía la mirada perdida en las paredes y el techo y le hablaba a la nada, aunque escuchando las preguntas, un día, tras medio año de conversaciones semanales, el hombre la preguntó en latín: Haces muchas preguntas, permíteme hacer una a mí: ¿Es este edificio lo bastante bello para pasar una eternidad admirándolo?, a lo que Jess contestó: Por supuesto, podrías hacerlo y nunca acabarías de descubrir todas sus bellezas.

Respuesta correcta. Y todo se volvió negro.

Amaneció sin dolor, sin ningún dolor, no sabía el tiempo que había pasado, ni donde estaba, pero era lo que buscaba, tantas obras como hubiera podido imaginar, estatuas, figuras, frisos y relieves, la mayoría de ellos descritos por poetas y tomados por mitos y exageraciones, pero estaban allí, junto al extraño hombre, y otro, era joven como Jess, de pelo negro, posiblemente turco.

Has despertado dijo, sin mirarle, me gusta tu pensamiento, por eso ahora eres depredador y no comida, Este es Yusuf, os llaman chiquillos, y a mí, sire. Ahora debo irme, Yusuf, enseñale como se come.

Una preciosa mujer vestida con ropas paganas, como de sacrificio, estaba frente a la camilla, ofreciendo su antebrazo, Yusuf lo acercó a la boca de Jess y allí se produjo la saciedad, aunque sin matarla, vinieron más, muchas más, aquello era una celebración.

Allí y durante prácticamente un siglo descubrió todo en sus dos vertientes, por un lado, su nuevo ser, eran tres chiquillos, uno se había ido a viajar, otro era Yusuf, cuidaba de su sire incondicionalmente, decía que apenas podía valerse solo, llevaba más de un milenio admirando la obra, no buscaba comida si no se la llevaban, era un peligro para la mascarada cada vez que un ejército entraba en el edificio, solo seguía vivo por que nadie en la ciudad era capáz de hacerle frente, solo le tenían miedo, no actuarían si no salía del edificio nunca. El hombre solo hablaba con su chiquillo, y ahora con los dos, nunca salía a la calle, aunque les permitía a los dos hacer cuanto quisieran.

Por otro lado, se especializó de forma oficial y autodidacta sobre todas las vertientes de la historia del arte que ofrecían aquello que buscaba, restauración, que le permitía dar rienda suelta a su faceta de artista, cada vez menos presente en ella. Obras perdidas, catalogación de obras, saber si son falsas o no, tantos como pudo a lo largo de ese siglo. Fué en ese periodo cuando descubrió la veracidad de su relieve, encontrado en la acrópolis, verdadero y hoy, su amuleto que le recuerda lo que un día fue.

Vivió tranquila en ese estado hasta 1918, donde estalló la guerra, no participó, pero la llegaron rumores, edificios destruidos, obras robadas, Jess entró en cólera, no permitiría que aquello volviera a pasar, lo juró ante su sire, el cual asintió con la cabeza, aunque solo dijo: Eres curiosa, quieres salvar demasiadas cosas, algo estúpido cuando esta es la única que importa. La mayoría de las veces respondía una frase así, hasta cuando Jess era humana.

En 1938 tuvo una premonición, la primera y última que le ha dado su poder de vástago hasta hoy, imágenes como las vistas en la década de los 20, una guerra, un periódico de 1939, supo lo que había que hacer, se despidió de su sire, y viajó a Alemania donde se infiltró en la resistencia, allí y durante 6 años tuvo acceso a cientos de obras de los saqueos, muchas de ellas las consiguió guardar para sí misma y al acabar la guerra, tenía tantas obras famosas que apenas podía contarlas.

Vendió la mayoría durante los años posteriores, amasando una verdadera fortuna, comprando otras y vendiendolas haciendo de sus trapicheos a medio camino entre lo legal y lo ilegal. En los años 60 decidió cambiar de aires, tenía un sueño, crear una galería de arte, una donde los artistas emergentes pudieran exponer sin miedo a los "noes", una pequeña vendetta personal contra su padre, y una cosa más que le hace recordar quien es, pues la estatúa comenzó esto, y la galería cierra el círculo.

Viajó a EE.UU. Donde comenzó a trabajar como profesora en la universidad, era algo conocida en algunos círculos humanos por la fortuna que había llegado a obtener, daba clase de noche, y hacía contactos, sobretodo hacía contactos. Hablaba con gente legal e ilegalmente que le permitían continuar su venta de arte y seguir consiguiendo dinero.

En los 80, tenía todo lo que había querido, aunque, había algo que le molestaba, no formaba parte de esa sociedad, no tenía los mismos horarios, no comía lo mismo, no tenían las mismas reglas, ¿por qué entonces estaba en esa parte del muro?, descubrió que era, no se trataba como un vástago, se trataba como un humano, y eso debía cambiar, 15 años dando clase sin envejecer era una buena escusa para moverse, buscó en el mapa, y le gustó Asunción. Allí no sería profesora, abriría una galería de arte con Natalie, su antigua alumna y ahora sirvienta, aunque con una capacidad sobrehumana para los protocolos, una secretaria a la que no se le olvida nada nunca, y que con unas gotas de sangre cada cierto tiempo se mantendría por la eternidad a su lado, si esque no la convertía antes.

Preparó todo, un buen edificio, un buen logo "Art Never die", una casa al lado y unas normas. Todo el mundo tendría derecho a exponer en la galería, abriría de noche, era una empresaria excéntrica y extrañamente rara para todos, por lo que a nadie le extrañaría, en un lugar donde se lleve el arte. Consiguió una obra de gran valor ,para regalarselo al príncipe como muestra de buena fé, y un objetivo, dos en realidad, ser guardián del Eliseo, y al final, convertir su galería, u otra más grande en Eliseo, un lugar donde se pueda hablar de forma distendida, admirando las obras que allí estaban.


Adrian Lombardo (Lasombra Antitribu, 8a)

Es un vampiro proveniente de Argentina que busca destruir a los Lasombra y al Sabbat a través de redes de negocios y de inteligencia que va creando. 

Pj muy cerebral.


Carlos Mastrangelo (Giovanni, 10a)

Descripción

Estatura mediana, complexión normal, pelo oscuro, tez trigueña, aparenta entre unos treinta o cuarenta años. Usualmente es muy formal, tanto en el vestuario como en el trato con los demás. Suele vestir trajes oscuros, camisas blancas o de colores pálidos, corbata al juego, mocasines; sin embargo, no duda en utilizar una ropa menos formal cuando esta puede resultar llamativa.

Historia

Carlos Mastrangelo es hijo de Juan Carlos Mastrangelo y Georgina Giovanni. Su abuelo, Luiggi Mastrangelo emigró a Argentina a fines del S. XIX y se asentó en Rosario. Con una visión poco escrupulosa del mercado, amasó una fortuna en el comercio, expandiéndose a los negocios inmobiliarios y agropecuarios. Su riqueza y ascenso llamó la atención de Andrea Giovanni, un joven recién llegado con muchos contactos en la península. Con el tiempo, la sociedad Mastrangelo – Giovanni pasó de ser meramente económica a familiar, cuando la hija de Andrea contrajo matrimonio con el hijo de Luiggi.

Georgina nunca fue candidata al Beso. No tenía la chispa ni la ambición. Pero es claro que ‘la Famiglia’ no abandona a los suyos y el fruto de esa unión obtuvo los beneficios que el poder, el dinero y la influencia de los Giovanni suelen otorgar: una esmerada educación en el Instituto Dante Alighieri, licenciatura en Derecho, beca en Italia durante cinco años.

Cuando Carlos volvió de Italia, era otra persona. Cualquiera que lo hubiera conocido, podía notarlo. Se volvió menos sociable, más noctámbulo. Pronto se dedicó a brindar asesoramiento jurídico a la vasta red de negocios de su ‘primo’ Andrés Giovanni (quien, en realidad, se trata de su abuelo materno que alteró sus datos para ocultar su condición vampírica). Andrés, también conocido como 'Andy' o 'el Nono', es un importante empresario del Litoral que, a través de varios testaferros, controla prácticamente la totalidad de los puertos de la hidrovía y es reputado como el mejor estudioso y practicante de Nigromancia en la región.

Ahora, Carlos se encuentra recorriendo Paraguay, supuestamente analizando las posibilidades comerciales que ofrece el intercambio internacional... pero nunca nada es lo que parece.



 

Ambas crónicas son +18 por la cantidad de violencia y cosas incorrectas que pueden llegar a tener, no por ser pornográficas.

Interesados enviar MP.

30/09/2021, 23:10

Se lo recomiendo a todos, muy buen narrador e historias, si tienen mucho tiempo para jugar diariamente se los recomiendo

01/10/2021, 01:43

Muchas gracias, Darkon!!!

Este hilo tiene más de 6 meses, lo usuarios novatos no pueden reabrir hilos antiguos.