Foro

El estruendo de los golpes en  el techo del coche le despertaron. "Joder". No veía nada y tenía los huevos mojados. Estaba lloviendo con ganas. Las luces de un camión solitario atravesaron la cortina de agua del parabrisas, iluminando brevemente el interior del viejo Volvo.
Apartó de un manotazo el vaso vacío de su regazo mientras buscaba torpemente su caja de cigarrillos.
También estaban empapados. Como sus huevos. "Mierda, mierda".
Alargó el brazo hasta el otro asiento y pudo tocarlo mientras sus ojos se acostumbraban a la oscuridad. El antiguo volumen forrado en cuero seguía ahí, envuelto en el chubasquero.

El viejo familiar marrón estaba aparcado en el área de servicio, solitario, rodeado de charcos burbujeantes bajo la tromba de agua.
Pasaron un par de horas más antes de que se pudieran ver, serpenteando carretera arriba, los faros del otro coche. "Deben ser ellos, no han tardado mucho en encontrarme". Una punzada de adrenalina le recorrió las vértebras.

El hombre saltó fuera y se dirigió a la parte trasera del coche. La lluvia parecía intensificarse ahora, y se puso el pesado chaleco sobre la ropa húmeda. Retrasó sus movimientos hasta que pudo oír las ruedas aplastando la gravilla mientras paraban detrás de él.
Su rostro regordete esbozaba una sonrisa mientras el agua resbalaba por sus gafas empañadas. "Aquí estáis, bastardos"

-Hemos venido a llevárnoslo- Las dos figuras se recortaban ante las luces del todoterreno en marcha, observando bajo el paraguas al hombre, que seguía de espaldas, agazapado bajo el portón abierto.
-El Libro se va con nosotros- Las palabras se deslizaban como cuchillas a través de los finos labios maliciosos de aquellos hombres, pálidos, enjutos, impasibles e idénticos.

El hombre saboreó el momento.
Ellos se la habían llevado. Era todo lo que tenía, y ahora el tiempo no significaba nada.
Había tardado años en dar con ellos, con su culto oscuro, con su puto libro.
Había visto horrores que no sabía que existían, verdades que cambiarían la vida a cualquiera en cuestión de un instante.

La lluvia seguía cayendo incesante, mientras se daba la vuelta despacio.
Algunos mechones de pelo mojado serpenteaban calva abajo, dejando caer pequeños ríos de agua a través de los cristales redondos de las pequeñas gafas.
Fue levantando la mirada hacia ellos -Venid a cogerlo- gruñó, y una dolorosa punzada al acordarse de ella. "Ya casi está, cariño"

Sentían la presencia del Libro. Aquel hombrecillo lo había traído. Comenzaron a avanzar, despacio al principio, hasta que pudieron darse cuenta de lo que pretendía.

El rostro cansado del hombre miró al cielo. "No quiero que lo último sean ellos" y pensó en ella de nuevo. Y en el coche, "...una pena, este viejo era bueno".
Sentía el botón de plástico esperando bajo el dedo.

Saltaron hacia él como perros de presa, pero tenía el detonador bien agarrado.

Lindo. ¿Sería el prólogo de una investigación de Cthulhu o similar?

Saludos, @germanzorba, gracias por tu lectura. ^^

Mis textos son sólo eso, escenas, puntos de partida, ideas para quien las quiera dar uso.

No sé si atenta contra las nomas del foro o algo, no quisiera contravenirlas...

Quisiera rolear, incluso narrar, no tengo más problema que el desconocimiento de las dinámicas por web...

Así que me apunto (casi) a lo que sea

Sin hacer ni un ruido, comprobó la hora en el sucio reloj deportivo. Las tres y diez. 
Una hora y seis minutos. Ese era el tiempo que llevaba metido en aquel armario de chapa lleno de conexiones eléctricas.
Sin cobertura. Tampoco se le ocurría a quién llamar a estas horas de la noche. Ni de día. Les había decepcionado a todos demasiadas veces.
Tendría que salir de esta por sí mismo. Como de costumbre.

La puertezuela se abrió con un agudo quejido metálico, amplificado a través del garaje vacío. Estaba abollada y llena de arañazos, y se negaba a mantenerse abierta, empujando al flaco chaval al interior del armario de nuevo. 

Él se mantuvo quieto, con un pie fuera y el otro aún dentro, cerrando los ojos tratando de agudizar el oído.

Nada.

Sólo su respiración entrecortada y el palpitar en sus sienes, en su cuello, en sus muñecas...

Se vio a si mismo avanzando ligero, encorvado, ágil a través del suelo de cemento pulido.
Ya estaba cerca, subió una planta, seguía solo.
Sabía que la siguiente puerta estaría abierta, había estado aquí muchas veces.
Y así fue,  ya casi estaba. Recorrió el último pasillo como el viento, subió la última rampa y salió al exterior.

 Escuchó el cierre de la puerta tras él, y ésa fue la mejor sensación que había tenido en días.
El aire fresco del viejo polígono industrial le acariciaba la cara, respiró hondo, cerró los ojos y pensó en su suerte.
Últimamente no se lo había montado muy bien. Iba de problema en problema, y aunque siempre, de una manera o de otra, conseguía escurrir el bulto, esta vez sería diferente. Iba a cambiar, de una vez por todas.
Recuperaría su trabajo, saldría de esta vida de mmierda, y así podría reunir a su familia de nuevo.
Volvería a tener hogar, haría nuevos amigos. "Se acabó, tío" pensó "A partir de ahora van a cambiar las cosas"

Abrió los ojos. 
Ahí estaba.

Su silueta imponente, oscura, avanzando hacia él lenta, tensa, silenciosa, envuelta en hebras de bruma.
La cabeza, enorme, gacha entre los hombros poderosos. Y en ella unos puntos verdes, muy brillantes, fijos en él. Un hocico oscuro y chato, retraído, enseñando unos poderosos dientes en una mortal sonrisa llena de espuma y rabia.
Aquella mastina era enorme. Estaba en su territorio.

Prohibido o no, como pedido de partida es original, pa' que negarlo. xD 

Pero si lo que quieres es dirigir y no sabes qué, te convendría hacer un sondeo. :D

Gracias, -Nakín de Los Búhos-, por respeto al personal, no me atrevo lanzarme a dirigir sin haber jugado una partida siquiera, me gustaría antes ver cómo va esto. 

Gracias por la sugerencia, un saludo!

Tres personas hacen cola delante de él. El hombre estirado, la chica del móvil y el joven tatuado.
A apenas unos metros, un guardia de seguridad orondo y aburrido mira distraído a algún punto perdido entre el desayuno y la hora del almuerzo.
Nadie se percata del menudo anciano, que espera su turno mientras acaricia el revólver en el bolsillo de su abrigo.

Mi consejo es que estés atento a los reclutamientos que salen en el foro y te anotes en alguna partida de tu interés. Seguro que con tu narrativa encontrarás buenas partidas antes que después. A veces, los directores piden en los reclutamientos algún ejemplo de escritura, a veces no. Eso sí, al comienzo quizás hay que tener paciencia, pero ya verás que en poco tiempo estarás jugando varias partidas.

Gracias @Spurius eso haré, estoy seguro de que así será.

Un saludo!

El primer puñetazo explotó en un chasquido de luz contra mi cara, girándome completamente el cuello.
Al instante dejé de sentir los labios, la lengua y el pómulo derechos. Era zurdo, el hijoputa.
Un cable desde la base del cráneo me tiró de las rodillas, dejando mis piernas flojas como las de un bebé. 
Caí al suelo retorcido, fofo y sordo.
Y creo que sonreía. Estaba dentro.