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Pues como me da por leer reglamentos recientes para géneros que ya tienen sus vacas sagradas más que asentadas (Por su segunda, quinta u otras ediciones intermedias), me topé con varios posibles reglamentos que tenía ganas de probar (The Black Hack, Cairn, Macchiato Monsters y Knave) y me topé con una aventura recomendada para iniciarse en el mazmorreo old school, La Tumba de lo Reyes Serpiente y supuestamente con enseñanzas para los jugadores en cada habitación... Así que, ni corto ni perezoso, me decanté por KNAVE, por ser un reglamento sencillo que sonaba bastante bien en el papel, y me lancé a sondear la comunidad en busca de osados aventureros dispuestos a probar tamaño despropósito.

Finalmente acabamos juntando a una semiorca de hacha contundente (Lagakh, llevada por Shilyen), un elfo con arco en ristre (Zoex, llevado por Mononoke), un mediano experto en detectar y manipular trampas (Fette, llevado por Cogumelo) y una siseante mujer serpiente de destreza y lengua viperina sin igual (Skarlkja, llevada por Lord Arzzum), que se dedicaban a ayudar al pueblo de Clacwin, en el que un grupo de goblins hacían el mal a sus anchas. Peor tras un par de escarceos a cielo abierto, la parte complicada del asunto llegó cuando encontraron la entrada a la Tumba de los Reyes Serpiente, un tumulto maldito relacionado de alguna manera con las raíces del pueblo de Skarlkja.

Y para allá fueron los aventureros, pero por accidentes varios y roces con la muerte de distinta intensidad, tuvieron que dedicarse a entrar y salir de la tumba, invirtiendo tres días (y año y medio de real life), enfrentándose con charcos vivientes de podredumbre hambrienta, más goblins, esqueletos de gentes serpiente, trampas varias, otros exploradores, un basilisco, una súcuba y el nigromante no-muerto conocido como Xiximander, incluyendo entre sus aventuras un breve viaje a otra dimensión, de minas pobladas por cucarachas incandescentes que les fueron de gran ayuda en posteriores escarceos, aun pasando olímpicamente de un gigante enano despedazado que allí trató de unirlos a su causa.

Dejando alguna baja a un lado y el que llevo dos años en los que soy incapaz de cumplir con mis propios ritmos, la aventuar fueron unas buenas risas y algunos momentos realmente memorables gracias al carisma y mala baba de los personajes y los jugadores, que aguantaron estoicamente hasta el final por mucho que ni la mazmorra ni el sistema nos maravillasen, más que nada por ver si sobrevivían y cuál era su próxima boutade.

Básicamente, en esta mazmorra y con este sistema (En el que los personajes tenían un 25% de posibilidades de tener éxito y solo d8 puntos de vida, aun cargando con grimorios de un solo uso diario que les daban capacidades bestiales) los personajes podían palmar fácilmente con dos galletas dadas de medio lado desde la primera habitación de la misma, así que, la tensión por mi parte era bastante, sin tener unas ganas locas de tener un TPK, pero la curación rápida y optar por no tener una dificultad fija para todas las tiradas ayudó bastante.

Puede que el enfrentamiento con Xiximander resultase bastante anticlimático, pero creo que iba tocando cerrar el garito y aun así los héroes pudieron con todo, prometiendo que sus aventureros continuarían dedicándose a la mala vida de los mazmorreros, contando con la ventaja de cargar ahora con la cabeza de la hermana de Skarlkja en una pecera, poseedora de grandes poderes psíquicos. 

Quería dar las gracias a los jugadores por su paciencia, perseverancia y buen humor, así como por haberse arriesgado con un sistema distinto y un director al que le faltaron tablas en el tema de la fantasía mazmorril empleando una aventura que podía hacer bola. Quedan otros sistemas por probar y otras mazmorras menos obtusas por explorar y espero que volvamos a cruzarnos por sus lúgubres e inquietantes caminos.

¡¡Enhorabuena!!