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Cuando mi crío cumplió cinco años le compré esto por diez pons:

Soldaditos de juguete de los de toda la vida (yo me compraba sobres en los kioskos por menos de cien de las antiguas pesetas). Por diez libras tienes 105 miniaturas de tres colores  diferentes incluyendo tanques, aviones, helicópteros y fortificaciones. No es una calidad de la leche pero, eh, más de diez miniaturas por libra es un ratio que da para perdonar algún defecto. 

Como suele ocurrir, los soldaditos quedaron a un lado en medio del mar de trastos que les regala la familia (mis fobias particulares: odio los juguetes a pilas, odio los que requieren un huevo de montaje y odio los armatostes voluminosos) hasta esta última semana. Este verano, el crío se ha viciado a la Oca (chúpate esa,Minecraft) y otros juegos de mesa y se me ocurrió proponerle jugar "a las batallas". Que el cariño y la gestión emocional están bien pero "matar malos" también está guay. Darles armas de fuego a los niños que, total, daño saben causarlo solos improvisando con cualquier cacharro.

Así que nos cogimos diez soldaditos cada uno y desplegamos a ambos lados de la mesa. 

Cogí dos pinturas (cada una del color de un bando: aprecian esos detalles) e improvisé un reglamento sobre la marcha. 

En tu turno puedes mover un soldadito la longitud de una pintura. Después, puede disparar a otro soldadito que pueda ver y tirar 1d6: con un resultado de 4 o más, matas a tu objetivo. 

Si el soldadito tiene un ARMA GORDA* puede disparar dos veces.

*No me salió "arma pesada" en el calor del momento. 

Y ya. Bastante random pero fácil de recordar. Mi crío se lo pasó en grande con las líneas de visión (ya discutiremos, ya) y reía como un maníaco cada vez que me freía a un soldado.

Ganó la primera batalla (¡Pero la guerra continúa!) y aquella noche cuando le acostaba me preguntó:

-Papá, ¿me enseñarás a jugar batallas CON TANQUES?

Pero esa es una historia con expansión de vehículos y asalto que debe ser contada en otro momento y lugar. 

Te lo regalaste a tí. No uses a tu hijo como excusa ;p

Toma éste, pues claro. Ahora se trata de proyectar frustraciones sobre él, quebrantar su espíritu y tatuarle la matrícula del coche que nunca me acuerdo. 

-Papá, ¿me enseñarás a jugar batallas CON TANQUES?

Fue en ese momento cuando supiste que habías creado un monstruo, cuando se te erizó el vello de los brazos al pensar en lo que habías hecho. También fue la noche en la que mejor dormiste en años.

Se bueno con tu hijo, enséñale a jugar al fútbol. 

¿Fútbol? No, ni hablar. Es ahora de que le hables a tu hijo del dios de los tanques, la deidad del acero, el terror del campo de batalla. Es ahora de que menciones el nombre que sólo unos pocos se atreven a susurrar, temerosos: ¡Baneblade!

Me temo que lo del fútbol y los deportes en general corre de su cuenta. Yo le apoyo en lo que haga falta y, si se trata de ejercicio intelectual, la leche. Bastante que he conseguido que naden y vayan en bicicleta...

Pero iré a verle a los partidos, ¿eh? Que si no, se los llevan los piratas...

Los hinchas de futbol británicos tienen fama de violentos. Si se va a aficionar, es bueno que desarrolle en paralelo una mente táctica. Urge introducirle en necromunda por su propia supervivencia.

Yo tengo un hijo de 3, por cumplir 4 en diciembre y que dificil es sacarlos de la casa a jugar en la calle como hacia yo. Me encantaron los soldaditos

Pero iré a verle a los partidos, ¿eh? Que si no, se los llevan los piratas...

Bueno, luego un poco de polvo de hada y pensamiento alegre y a rescatarlos. 

"-¿Qué le estás dando al niño, degenerado? 

-Es... polvo de hadas... snrfls.

-Bueno, vale, pero tabaco no, ¿estamos?""

Me hiciste recordar cuando le enseñe a mi hijo a jugar Magic. Menos mal que le quedó el gustillo, pero no el vicio, mi bolsillo lo agradece...

Por otro lado ya no puedo comprar cartas a costillas de él XD.

Me gusta mucho la idea de usar lo soldaditos de esa manera. Yo estuve intentando crear un mini reglamento de batallas de juguetes, algo tipo Pokémon, pero que puedas usar tu juguete favorito, pero como siempre  quedó a medias en mi baúl de cosas pendientes. 

Tranquilo, es un mito aquello de que los juegos de guerra o violentos generan personas violentas. No hay más que ver al firki promedio. Tiene más que ver con la educación que se reciba a lo largo de todas sus etapas, para eso tienes tu parte, parte de la escuela, y una tercera y cuarta que no podrás controlar. Por mí lo estás haciendo genial. Le estás llevando por un camino que sabes hay mucha felicidad, como alternativa al descontrol tecnológico friecerebros.

interesante lo de los soldaditos...mi hija de 8 le llamara la atencion. 

Fantástica idea! La usaré con mi sobrino de 10 años y que deje el puto tiktok xD Luego, en unos años tu crío ya sera elegir, Marines, Caos y Tiránidos u Orcos...jajaja yo después de 25 años sin tocar el 40k y tener mi ejército guardado en un maletín, he visto las nuevas minis y me está tentando pillar algo nuevo y volver a pintar...espero que mi presbicia me lo permita xD

Yo armé una parecida con unos indios y vaqueros que le regalaron a mi hijo, aprovechando que además le encantan los trenes y que tiene un cerro de vías de madera y locomotoras de juguete. Un asalto al tren muy guapo.

Al final tanto gastarse los cuartos en warhammers de jóvenes, cuando teníamos una opción mucho más económica en el todo a 100 xD.

Me ha recordado la cantidad de horas que echamos mi hermana y yo con unos soldaditos así, además jugábamos con un dado d6 y el que mas sacaba mataba al muñeco del otro. Estaba claro que estaba condenado a caer en los Warhammer jajaja!

Yo he jugado 3 partidas del rangers of shadow deep con mi hija de 6 años. Se lo ha pasaodo pipa. Matar arañas gigantes no le gustó ("hay que respetar a los insectos!!!" mensaje de sus padres para que no maten todo lo que se mueve...) pero los orcos como si los destripábamos con un abrelatas oxidado.