Galería Umbriana

Subida por The Gene Genie

Patos.

Todo se resume en patos.

Venifer necesitaba patos, sacarle fotos a los patos. A tal fin nos dirigimos, luego de salir de la comisaría, hacía los bosques de Palermo. Nos bajamos antes de eso, cerca del Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, que como bien dice ella hacía añares (cerca de una década) que yo no visitaba. Ella mencionó que más tarde tenía pensado pasar en busca de un canguro al cual fotografiar. En ese momento ví mi oportunidad y, como quien no quiere la cosa, mencioné que en el zoológico hay una ingente cantidad de patos sueltos por todos lados. De modo inmediato sus ojos se abrieron de par en par y me dí cuenta de que cumplí con mi objetivo. Iríamos, pues, al zoológico.

Gran parte de lo que ocurrió lo relato ya ella. Yo solo puedo decir dos cosas: Me dio mucho placer volver al zoológico luego de tantos años (yo solía ir muy seguido) y recordar tantas cosas de tantos años de haber ido y dar con el bendito canguro fue toda una labor hercúlea.

El maldito marsupial no estaba por ningún lado. Buscamos y buscamos, preguntamos como dos veces y al final, casi rendido, lo vimos al fin. Es el único espécimen que tiene el zoológico de Buenos Aires y estaba acurrucado, guareciéndose de la lluvia bajo un árbol y cubierto de palomas, apenas perceptible. Para colmo de males esta en un habitat junto a un emú el cual insistía en colarse en todas las tomas (al final Venifer le saco unas fotos y se quedó tranquilo). Justo cuando vimos nuestra ventana para sacar las fotos apareció una excursión de escolares, con todo lo que eso significa. Sacamos las fotos (las mías al menos. Parte de los recuerdos son borrosos) en medio de los niños. Una de las chicas leía interesada y pausadamente en voz alta el cartel de mi equipo. Mientras posaba le dije que era para un concurso de fotos y eso la dejo, creo, satisfecha. Aunque no supo que quiere decir “COFIA” y dudo que sepa que eso es un Cthulhu vestido de mucama francesa la nena parecía satisfecha. Luego ella y otras de sus compañeras preguntaban que era esa ave tan extraña. “Es un emú” dije mientras seguía posando y ahí Venifer sacó las fotos.

Cuando los escolares se fueron se sacó una foto solo del canguro, porqué lo que sobra no daña.