Subida por Kamikaze
Desde el primer día en el que nos dieron esta prueba la elegí como objetivo mío. Lo tenía claro, trabajo en un restaurante que está junto a un hotel. ¿Cómo era posible que yo no pudiera hacerme con una botella de Absenta Negra e irme a la habitación 210?
Pues pareció que la cosa se volvió más complicada de lo que imaginábamos. Buscando y buscando la maldita botella de Absenta y removimos Roma con Santiago, o mejor dicho, León con Madrid, pasando por Jerez, y en ningún sitio logramos encontrar semejante bebida. Absenta vale, pero, ¿negra? La cosa se volvió mucho más complicado de lo que imaginábamos.
Finalmente tiramos de Internet, y parecía que en una extraña tienda de Madrid la vendían. ¡Eureka! Tardé en ir bastantes meses, pero al final me decidí a ello y cuando llegamos a la dirección de internet, ahí no había una tienda de licores por ninguna parte.
Así que, decidí llamar por teléfono, que afortunadamente me había hecho con el número, y ¡comunicaba! Finalmente nos fijamos bien y la tienda que teníamos justo delante resultó ser de verdad de licores y Muuuuuuuchas otras cosas. Ese era el problema, que muchas de esas cosas no tenían nada que ver. Decidimos comprar una botellita pequeña, que era más barata y la cosa no está como para gastarse mucho dinero en ello. Y cuando llegamos nos dice que la vende en packs de 5. Lo que ascendía la cosa a unos 15 euros... le debí poner tanta cara de pena que la mujer me la vendió individualmente. Y por fin logré la botella. Luego tan solo tuve que escaparme un segundo del curro por la noche, colarme en el hotel sin que nadie me viera, decirle a una de mis compañeras que me hiciera la foto. Convencer al segurata de que nos dejara, et Voilà!