Subida por GatoNegro
Esto que un día vas tranquilamente por el pasillo de tu casa y ves una pintada que tú no has hecho y que no estaba allí antes. ¡Terror máximo! Por suerte, no había ni sangre, así que quien lo pintase muy sangrinario no es.
El grito que pegué fue tal que hasta mi gato vino corriendo a ver qué ocurría. Dijo que no era para tanto.