Subida por Carxofa
Una de mis muchas aficiones es el coleccionismo de vinilos. No voy a decir que sea muy aplicado en el tema y ni que, tan siquiera, tenga una colección de prestigio. Al contrario, me van más ciertas rarezas y curiosidades que los grandes discos. (También por el precio que tienen, claro)
El caso es que cuando la gente sabe que te gustan estas cosas y hacen limpieza de casa y aparecen discos de parientes olvidados en los altillos, me acostumbran a llamar para que les eche un vistazo, y, sobretodo, por si hay alguno que valga la pena vender.
También es cierto que, aparte de algun disco de los Beatles, poca cosa acostumbra a tener de valor la gente olvidados en altillos. Creo que, en todo este tiempo, solo he salvado un par de ejemplares que normalmente se quedan en manos de los antiguos propietarios.
Y muchas veces, lo que acaba pasando es que toda la morralla y los que no tienen valor alguno, me los acabo llevando yo.
Y aquí es dónde empieza esta anécdota. Cuando leí la prueba pensé "me suena que tengo un vinilo de una tuna que una amiga iba a tirar y yo, con mi síndrome de Diógenes, añadí al montón. Pero me daba una pereza increíble ponerme a buscar entre el montón de discos a ver si mi recuerdo era correcto o no.
Quedan muchos meses de Umbrionada. Cualquier dia le dedico unos minutos y lo localizo.
Pero ya sabéis como son estás cosas, que cuando te has propuesto algo, luego no puedes dejar de pensar en el tema, así que el dia que teóricamente tenia que hacer la declaración del IVA, y con mi habilidad para no hacer lo que toca cuando toca, me metí en el rincón dónde tengo amontonados los vinilos y me dije:
-A ver si hay suerte...
Y la hubo. O no. Porque si lo que quería era no hacer el IVA, me salió el tiro por la culata ya que el citado disco estaba, exactamente, el primero de todos.
No estaba, ni tan siquiera, en la fila de vinilos, sino puesto encima como si alguien lo hubiera dejado a punto para ser usado para la prueba.
Tuve una sensación de felicidad y decepción a la vez. Así que dejé a punto el vinilo para hacerme la prueba a la mañana siguiente, justo a la hora del desayuno, aprovechando que para ese dia tenia unos platos exquisitos.
Y tengo que decir que estuve tentado de poner el disco y grabar un vídeo de como sonaba... Pero, sinceramente, tenia una lista muy larga de pruebas para investigar cuales podia hacer.