Subida por MrSeeK
Imagen: Llegada ante la imponente catedral de Sant Iä Go.
Tras el intento de asfixia por parte del Cachirulo, supe que estaba contra las cuerdas, pero que no podía descuidarlo en absoluto. Se sabía cerca de su destino y ya había demostrado que era capaz de cualquier cosa.
Comenzamos nuestro camino poco antes del alba, como venía siendo costumbre, comenzamos fuerte, pues el camino estaba infestado de zombigrinos y tuvimos que abrirnos paso.
Tras el correspondiente desayuno digno de un halfling continuamos nuestra ruta. Algo en mi interior se entristecía al ver como, en los mojones kilómetricos, el número que restaba era cada vez menor.
Me había acostumbrado a andar, a aquella rutina y, sobretodo, a aquella gente que viajaba con nosotros, contribuyendo siempre a la derrota del maligno. Sin embargo, había una misión que cumplir.
En nuestro afán por no terminar de llegar nos dimos un par de vueltas al útimo monte antes de entrar a Sant Iä Go, pero una vez que lo hicimos, todo comenzó.
De pronto, los zombigrinos se volvieron mucho más activos, como si extrañas órdenes los interpusieran una vez más en nuestro camino.
Sin embargo avanzamos sin temor, logré contenerme sin usar su pérfido poder y, acompañado por o acompañando al gran Faifolk, llegamos a la plaza.
En el Obradoiro (el nombre ya suena inventado) compartimos, sonrisas, saltos de alegría, abrazos y alguna que otra lágrima con todo nuestro grupo. Fué un emotivo momento, habíamos llegado a Tierra Santa, allí dónde el poder del Cachirulo llegaría a su fin, al igual que nuestro viaje.
Nuestro caminar aquella mañana fue sencillo, no puedo decir lo mismo de la tarde, cuando nos reunimos con varios umbrianos, lo que se decidió aún está por contar, pero eso será cosa del mañana
¡Pobres zombigrinos! Yo al final no podía evitar ponerme de su parte. Pero es que por algo soy el master oscuro. ;)))
Enhorabuena chicos! Un viaje que ha sido toda una odisea y digno de las mejores epopeyas para eliminar el poder del cachirulo!!!