Las primeras palabras que le dedicó el Emperador cuando fue a la nave insignia de Horus a echarle la bronca por volver a casa armando barullo con sus colegas -todos malas compañías- fueron:
Hijo... tu antes molabas...
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Por que si! Horus PreHerejía era la hoxtia!
Pero que dices Pápa! Que tú ya chocheas y dices tonterías, to'l día que si impuestos p'arriba, rememoradores p'abajo... Que no, que yo quiero partir morros y dar de collejas! Anda, tate callaíto y vete pa' tu cuarto que te va a subir la tensión.
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Que no, que no me gustan tus compañías... Ese Nurglor... o Furgle o... ¡como coño sea! ¡Echa una peste que tira pa´trás! ¡Y siempre que pasa por casa se me come los bocatas! ¡Y son míos! Y el otro... ese de las greñas, siempre moviendo las cosas de sitio. El Zench ese ¡Coño! Que el otro día fui al baño y me encontré la tele ahí puesta... O sino el reinona de la noche, que parece una dragcuin de esas de los carnavales de Canarias...
¡Anda y tira pa´la casa que te voy a dar yo collejas hasta el próximo milenio!
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