Esta foto está tomada desde el principio del camino que nos llevaba a la Casa Rural, ya que subimos a por los coches para irnos al pueblo a tomar café.
Abajio, al fondo, está el novio, atado y bien atado para que no se escapara.
Y solito que lo dejamos.
Por suerte no hacía frío, que si no, se hubiera quedado pajarito el pobre.