Subida por Venifer
... o varias.
Rambla de Barcelona, pleno verano. Inadvertida turista se paseaba mirando la arquitectura cuando, de pronto, tiene una epifanía y cae en la cuenta de que en esa calle, en ese momento, en ese sitio del mundo y precisamente al lado suyo, los puestos no sólo vendían cosas si no animales. Del descubrimiento a la foto hubo sólo unos pasos.