En este juego cada jugador tomará el papel de un agricultor sudamericano que tendrá que decidir en cada turno qué debe plantar. Después, debe luchar por obtener regadíos en sus zonas de cultivo pagando al "aguador" dinero. Este podrá aceptar la oferta que considere mejor. El puesto de aguador cambia cada turno de juego. Al final de juego se cuentan las plantaciones irrigadas y se puntúa dependiendo del tamaño de la plantación y del número de trabajadores en ella.
Juego sencillo, rápido y original donde la clave es saber qué producir en cada momento e intentar convencer al aguador de que irrigue donde te interesa. Cuando te quedas sin dinero, intentas convertirte en aguador.
Recomendable.