Balas Perdidas es un conglomerado de historias sucias centradas en personajes que viven al límite: perdedores sin suerte, inocentes sin futuro, delincuentes fríos… una visión del mundo amarga y desesperanzada, narrada a través de distintas historias de diferentes personajes, que si bien son contadas de manera independiente, se van entrecruzando y organizándose como las piezas de un puzle, para terminar formando una historia en la que personajes que no tenían nada que ver entre ellos, forman una historia conjunta mas grande.
Una serie de comics que en teoría todavía no ha encontrado final debido a que el éxito de su autor le ha impedido a este continuar trabajando en ella, pero que no por ello la convierte en una serie sin final con lo que se lleva editado, ya que las historias empiezan y acaban, agregándose de manera sólida a un argumento más grande que nunca queda claro hasta que punto puede llegar, dejando siempre la duda de si la historia continuará o si aún quedan cabos sueltos por atar en todo ese compendió de historias sueltas.
Guionista: David Lapham
Dibujante: David Lapham
Editorial:
Temática:
Juegos a los que puede adaptarse:
Slang
Balas Perdidas es un cómic diferente que narra las truculentas vidas de gente que vive en una realidad muy cruda cargada de violencia, drogas, sexo y en definitiva, de las pasiones más ocultas de la sociedad, convirtiéndose en unos cómics con unas historias de género negro muy interesantes, pero que son difíciles de clasificar únicamente en el mismo, dada la variedad de argumentos que se encuentran en la serie.
El dibujo de la colección es bueno y mantiene el mismo nivel en todos los números, pero sin embargo el guión no me ha parecido que lo hiciera. Quizás esperaba más después de haber oído hablar tanto de David Lapham y de esta serie, pero lo cierto es que me ha parecido una serie un poco irregular, con partes muy buenas y otras que no me han resultado tanto, pero que sin embargo en mi opinión no deslucen el producto final, que resulta ser de una muy buena calidad y que demuestra el talento de este artista de los comics.
El número de personajes es grande y secundarios que en unas historias apenas tienen unas viñetas de protagonismo, se convierten en los personajes protagonistas en otras, haciendo todo un despliegue de coincidencias entre los personajes de las diferentes historias que me ha obligado en ocasiones a releer capítulos anteriores para recordar quién es quién.
En definitiva, aunque se trata de una serie de gran calidad y muy bien hecha, que demuestra lo bueno que es este David Lapham, no es apta para todos los estómagos, y seguramente a muchos no les gustará, pero recomiendo leer aunque sea un poco para ver como es, ya que se puede encontrar una verdadera joya en sus páginas.
Yo la he leido en los tomos recopilatorios editados por Ediciones La Cúpula y la imagen corresponde al primero de ellos.
Una buena serie de comics, sin duda, pero no ha llegado a gustarme tanto como pensaba que lo haría.