El extraño caso de madame Mandilip (Burn, Witch, Burn! en inglés) es una clásica obra de terror creada por el periodista y escritor de fantasía y terror Abraham Merrit de 1932, en un entorno clasificable a la Nueva York de los años 20 nos relata cómo el Doctor Lowell recibe en su pabellón a un paciente muy singular, Tomas Peters, matón de confianza de un famoso don de la mafia de Nueva York llamado Julián Ricori.
El hombre llega con ayuda de sus compañeros en lamentable estado febril, atrapado en un gesto de terror más allá de cualquiera visto por el doctor en su vida, pero sin muestras aparentes de haber sido atacado o envenenado. Finalmente el hombre muere pro no sin antes presentarles la sonrisa más diabólica antes de la invención de las bombas de gas hilarante del Joker. Tras la autopsia que revela elementos inquietantes pero nada en concreto, el doctor Lowell, Ricori y su guardaespaldas McCann empiezan a atar cabos sobre los últimos haberes de su lacayo fallecido que lo vinculan a un misterioso almacén atendido por la siniestra Madame Mandilip, sobre la que también se arremolina un siniestro prontuario de personas fallecidas en extrañas pero similares circunstancias, un banquero, un acróbata, una niña, entre otros muchos.
Para Lowell, un neurólogo especialista en enfermedades mentales, un caso que siempre intenta atar a los limites del racionalismo predominante a comienzos de siglo poco a poco se le va saliendo de las manos, hasta someterle a un mundo de maldades ancestrales que pueden tomar a veces las formas más inofensivas.
Abraham Merrit
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Juegos a los que puede adaptarse: Bueno, sirve si eres un director o jugador que quiere una aventura rápida pero que una vez terminada permita dar una continuación a los personajes. O simplemente que el siguiente episodio tus personajes no lo inicien con un -d100 a la cordura por fallar al detener un ritual y descubrir la segunda de las 999 formas de Nyarlathotep que no puede ser descrita sin que las letras exploten tu cerebro hasta convertirlo en una putrefacta masa verde de agonía corrupta... (toma aire)... Este puede ser un buen material base.
De igual forma para cualquier escenario de una partida de terror ambientada a principios del siglo XX.
Arde, Bruja, Arde! es una de las obras más elaboradas del autor, tiene sutiles referencias Lovercraftianas pero en general se desarrolla como un relato de misterio y terror clásico, un grupo de héroes/investigadores enfrentados a un enemigo siniestro con poderes y capacidades para someter hasta al más avezado de los hombres.
La villana en general se lleva para mí la palma, hay que recordar que el relato pertenece a uno de los que inicia el género de terror en que se encasilla -no lo voy a spoilear en lo posible-, en especial porque parece la clásica criatura malvada que debajo de toda esas capas esconde la seducción del mismo infierno, y si te quedas observándola mucho tiempo, estás perdido.
Su secuela, Arrastrate, Sombra, Arrástrate! tiene incluso más elementos lovercraftianos pero a mi humilde opinión carece del tono y ritmo constante, impulsivo y atrapador que contiene esta. Los escenarios están bien logrados y gracias a la elaboración de dos finales distintos puede complacer tanto a los lectores escépticos como a aquellos que perciben el final como una consecuencia sobrenatural.
En su época fue un éxito enorme y tuvo una adaptación cinematográfica, si se le puede hacer una crítica, tal vez expresaría que a veces el desarrollo de los personajes tiende al acartonamiento y se siente apresurado, principalmente porque busca fortaleza en el ritmo, pero es una queja menor por cuanto los personajes son muy agradables. Es una lectura que francamente recomiendo para todos aquellos que buscan una obra de terror clásica.