Calliope «Calley» Dakin tiene siete años y es el ojito derecho de su padre. Pero su mundo infantil se desmorona cuando, durante un viaje al bullicioso Nueva Orleans, su adorado padre es secuestrado, asesinado y descuartizado por dos mujeres sin ningún motivo aparente. Después de esto Calley y su madre se ven atrapadas en una serie de extraños sucesos que las llevan a Pensacola, donde, en una casa que resulta ser idéntica a la de su difunta bisabuela, una enigmática mujer aguarda su llegada. Allí Calley descubrirá que puede oír voces que no son de este mundo y que este don es un arma que alguien quiere utilizar. Alguien que cometió un grave error al ordenar el asesinato de su padre, sin saber que el vínculo que los unía no podía ser destruido con la muerte.
thabitha king y michael mc dowell
Temática:
Juegos a los que puede adaptarse:
Compré el libro pensando que era otra cosa, o distinto. Los primeros capítulos no consiguieron engancharme, pero poco a poco la historia fue atrayéndome cada vez más hasta que sentí la necesidad de seguir leyendo. Personalmente agradezco ese detalle en un libro.
Nada más empezar hace que te sientas identificado, o que desarrolles una simpatía hacía la niña. Su padre parecía el único que la apreciaba, después de la muerte de este, solo recibe maltrato y desprecio por cuantos la rodean. Su abuela, su madre y su hermano.
El libro está lleno de personajes singulares, que al final descubres que son parte de la misma comparsa que conspiró en la vida de Calley, para convertirla en lo que fue, una lucha, una carrera, para deshacerse de todo cuanto la rodeaba, para hacerse más fuerte frente a la gente que no esperaban nada de ella.
El vocabulario es de lo más extenso y rebuscado, cosa que me hizo recurrir al diccionario en repetidas ocasiones.
No dejarse engañar, si se espera encontrar sangre, asesinatos y horrorosos fantasmas, ese no es el libro indicado. Hay fantasmas, pero tienen otro estilo…