Partida Rol por web

Tras dejar sus pertenencias en el camarote, Tom se dirige a la cubierta del barco, -Espero que nadie registre nuestras cosas...he traido bastantes sustancias....ilegales...-  pensaba mientras salia por una puerta al exterior, piscina, bar, tias buenas y semi desnudas, -Joder!! esto debe ser el puto paraiso!!!- grito, unas chicas que habia por alli y algun tio se le quedo mirando mientras se reian, 2 chicas le reconocieron y se le acercaron corriendo y gritando, eh tu eres dj scream!! firmanos un autografo por favor, a lo que Tom respondio, -lo siento muñecas, no tengo boligrafo aqui- algo normal ya que solo vestia una camiseta de tirantes bastante colorida y un bañador tipo boxer el cual marcaba bastante sus atributos....una de las chicas le dijo, bueno, he oido que siempre llevas un buen rotulador encima... - jajaja ven conmigo a ese vestuario y te lo enseño- Tom se fue con una de las chicas a uno de los cambiadores que habia cerca de la piscina, tras 20 min salieron de alli, la chica con una cara de satisfaccion total y Tom con una sonrisa de oreja a oreja -ha sido todo un placer conocerte, si tus amigas quieres un autografo andare por el barco y la isla, ya sabeis donde encontrarme encanto- Tom se dirigio ahora al bar, se pidio un mojito, para ir calentando y camino por la cubierta deleitandose con las vistas, al pasar por delante de una preciosa chica que estaba tumbada en una tumbona, esta le mostro preciosa y depilada rajita, como si de un accidente se hubiera tratado, Tom no pudo evitar quedarse mirando como un bobo, la tombona de al lado estaba libre asique decidio sentarse al lado de la chica, -Hola cariño, ¿menudo calor que hace verdad? quieres que tu, tus 2 amigas y yo vayamos a refrescarnos?-

Algo suena por los altavoces.- Pasajeros, estamos a punto de llegar. Por favor, recojan sus pertenencias. Les deseamos un bonito viaje por la playa.- Acto seguido la transmisión se corta, y el barco comienza a girar para anclar cerca de un pequeño puerto improvisado con tablones de madera. Las vistas son preciosas...

La chica morena no ha resultado ser muy conversadora por lo que me levanto murmurando una despedida me pongo la camiseta y me cuelgo una mochila con mis pertenencias. Poco a poco me aproximo a la borda para descender cuando pongan la rampa.

El viaje me había resultado agradable en mi camarote, me lo había pasado leyendo y con ello el tiempo paso volando. Cuando escucho el anunció de que estamos llegando suelto un suspiro de alivió, guardo el libro en mi mochila y me aseguro de que todas mis pertenencias estén bien guardadas. Tomo mi mochila y me dirijo a la superficie del barco para prepararme para el descenso. Al llegar arriba y ver el paisaje ante mi no puedo evitar sonreír de felicidad. Es un lugar hermoso, no me arrepiento de haber venido hasta este lugar. 

-¡Seguro que me lo paso bien! - Pienso mirando el lugar al cual había soñado tanto con venir - Espero que sea una experiencia que nunca olvide. 

Oliver escuchó los altavoces y sonrió pensando un "¡Por fin!" mientras se levantaba de la hamaca e iba a vestirse y recoger sus cosas.

Tras tener todo preparado observó el lugar con algo de impresión. Era mejor de lo que había imaginado y si no lograba conseguir su objetivo (Aunque lo dudaba) por lo menos tomaría el sol y disfrutaría de la playa.

-¡Que brutal! Esto será genial...

Voy a suicidarme, subir al cielo, pedir cita con Dios y partirle los dientes contra el bordillo por mandarme este puto calor. Pensó Sonya mientras volvía a abrir la llave del agua fria.
Estaba sentada en el plato de ducha, analizando qué tinte de pelo usaría mientras estuviera allí. Tras media hora de pezones erectos por el frio y llegar a la conclusión de que el suicidio era penalizado con la condenación eterna... Violeta pastel, si. Al menos esperaba que a Satanás se le pusiese dura y la dejase pasar a la zona VIP del séptimo infierno, con jacuzzi, putas y dados.

Justo a tiempo. Los altavoces vibraron con incoherentes palabras y la chica solo se preocupó de no olvidarse nada entre aquellas paredes. Se encaminó hacia la cubierta repasando la lista mental de cosas por hacer, que incluia llenar sus agujeros corporales con carne caliente, enseñar a alguna risueña señorita que su novio no tiene ni puta idea de usar la lengua, destrozarse el higado un poco más y comer algo prohibido con lo que poder visualizar su próximo tatuaje.
Y si no pues se comeria un coco y se masturbaria furiosamente frente al mar.