-No pasa nada, encanto -disculpé a Natalie después de que me hubiera pisado. ¿Cómo no disculpar a una chica como ella?
Se notaba que la animadora estaba cada vez más borracha, aunque el hecho de que aún tuviera ganas de bailar era positivo.
Ahora que estábamos con las luces apagadas, no pude evitar pensar en si Carol habría provocado aquel apagón adrede. Divertido, susurré algunas palabras al oído de Natalie.
-Quizá no hemos bailado antes porque no nos conocíamos hasta esta noche -le comenté a la rubia, con una sonrisilla. Luego, acerqué mis labios a su oreja y le susurré-: Oye, ahora que se han ido las luces, ¿qué te parece si dejamos el salón y me bailas la sintonía de tu equipo en un lugar más apartado? A falta de un pompón, creo que podrías usar un par de cojines. Los de los sofás, por ejemplo.
- ¿Qué quieres Chad? – Pregunto, con la lengua ya algo trabada y correosa dentro de mi boca - ¿Una vagina calentita como todos? ¿Eso quieres? - muerdo su cuello con fuerza, sin hacerle daño.
De no ser porque estábamos a oscuras, probablemente la chica habría visto la sorpresa y el desconcierto en mi cara. "Desde luego, no se puede decir que no sea directa" pensé, divertido. "Me gusta".
-¿Una vagina calentita? -repetí, todavía un poco sorprendido-. Bueno, eso me encantaría, aunque creo que puedes ser mucho más, Nat.
El mordisco en el cuello me resulta muy satisfactorio. Incluso estando borracha, la animadora parece saber cómo seducir a un hombre. Aprovecho entonces para acercar aún más el cuerpo de Natalie hacia mí y comienzo a darle suaves besos desde debajo de la oreja hasta la garganta.
— Oh, por el amor de... ¡¡Carol!! —chillo cuando se van las luces. ¡Que no cunda el pánico, dice! Ahora que me había armado de valor... Saco el móvil del bolsillo del pantalón para encender la linterna del mismo. El baño tiene que estar por aquí... ¡No hay muchas puertas! Elijo la primera que se me pone delante.
Sorry guys, he sido vilmente atacada por el gripazo de esta temporada Dx
Finalmente las luces vuelven a encenderse y todo parece volver a la normalidad. La música vuelve a sonar fuerte y el fogonazo hace quedaros ciegos durante unos instantes. Carol aparece por el lado de la puerta principal y cierra la puerta que da a los plomos, que es la que está a la derecha de la puerta de entrada. Pero segundos después las luces se vuelven a apagar como por arte de magia. Esto ya no era casualidad o que algo hiciera contacto, podría ser que algo estuviera estropeado y quizás el volver a conectar la luz fuera peligroso.
Conforme subió Carol las luces se volvieron a apagar, dejando en su cara la amarga mueca de frustración.- Ya está bien, voy a llamar a un amigo electricista, esto no puede estar pasando en mi fiesta.- Cogió el móvil y se puso a llamar mientras indicaba al resto con una voz que salieran por un momento de la casa, donde habría más luz.- A VER TODO EL MUNDO FUERA, VAMOS A VER SI PODEMOS TENER LA FIESTA EN PAZ.- Dijo mientras su móvil daba llamada.
Álex escuchó las palabras de Carol desde debajo del sótano. Ese era el plan perfecto. Una fiesta al aire libre y sin alcohol. Pero para eso primero tendría que ir a la cocina y sabotear todas las bebidas. Así que eso es lo que hizo, cuando escuchó que más o menos estaba todo el mundo fuera, subió lentamente y en sigilo las escaleras para dirigirse al lugar donde se encontraban las bebidas alcohólicas y las empezó a verter todas por el desagüe de la cocina. Dejaría unas pocas cervezas, pero muy pocas. Para que no sospechasen y dejaría las botellas vacías repartidas por toda la casa. Como si ya se las hubieran bebido.