"Sir Roderick el Virtuoso cruza el reino con presteza a lomos de su fiel corcel, Flechadeplata. Nuthbareth el Sonriente, el diablo que el valiente paladín derrotara durante la Cruzada Roja, ha llegado para atormentarle por su, en su opinión, ignominiosa derrota.
Siguen al valiente caballero sus ayudantes. Un escudero, un sacerdote, un crónista, un guía y un heraldo subidos a una pequeña carreta cargada de bártulos tirada por dos pequeñas mulas. Llevan poco tiempo bajo el servicio del paladín, pero ya tienen que afrontar las más grandes responsabilidades.
En dirección al ocaso, enmarcada por una preciosa puesta de sol, una columna de humo negro y espeso asciende, como un ominoso presagio. Algo no va bien en Alegría, hogar de la joven família del paladín..."
¡Bienvenidos a Verdalia, la tierra en que cualquier joven palafranero se puede convertir en héroe!
Este pequeño y verde reino forma parte de un gran imperio, pero dado su aislamiento entre montañas, el ritmos de vida en Verdalia es tranquilo y, sobretodo, lento. Muy lento. Aburrido. Mortalmente aburrido, diriáis.
Y si hay algo peor que vivir en Verdalia, es ser joven en Verdalia. Todos soñáis con salir de aquí y vivir aventuras, pero esta posilbidad no se materializó hasta que Sir Roderick volvió de las cruzadas y se estableció en la pequeña aldea de Alegría con su joven mujer, Gwenadriel, y su hijo Roland. Necesitaba ayudantes para su labor de limpiar el reino de peligros hasta que el señor de Nyr volviera a llamarle, así que os unisteis a su causa, aunque tan solo fuera para matar el aburrimiento y que vuestras madres dejaran de daros la brasa con lo de conseguir un empleo.
Así que aquí estáis, rumbo a luchar contra un diablo. ¡Aquí! ¡En Verdalia! ¿Increible no?
Esta es una partida para jugadores enchufados.