El gigante sigue empujando y entre resuello y resuello te susurra:- Eso es lo que queria oir, y ahora vamos a darte el mayor placer posible, mi amada.- Con una sola mano te levanta y con él de pie hace que tu cuerpo suba y baje sobre su miembro, mientras te encuentras en volandas, de vez en cuando te roba un beso o te lame uno de tus pechos, tras unos minutos asi se apoya en la mesa echandose y con una sonrisa lasciva que nunca habias visto en su rostro te dice:- Si te digo que me gusta que las mujeres me cabalguen... ¿Te molestara?- Te esta tentando a que saques todo tu calor y locura de tu sangre demoniaca, quizás de tanto combatir contra estos seres le resulte excitante estar ahora debajo de una semi-demonio atractiva a la que adora.
Sin decir palabra Lilith se movió de tal manera que acabó encima de él y le cabalgó enérgicamente hasta exprimir todo su amor. Gimió, se contoneó, chilló, disfrutó... Y sobre todo amó a Geburah como nunca antes lo había amado.
Estais amandoos durante una media hora, antes de que Geburah se quede a tu lado sentado en un rincón de la habitación sonriendote y mesandote el pelo, cuando te dice:- Tendremos que dormir un poco, que esta tierra no parece ser agradable ni siquiera para dos amantes como nosotros. Por supuesto, nunca dejare de protegerte...- Te acompaña a la planta baja conde Ishmael esta durmiendo, habra que dormir si no quereis sentiros embotados a la mañana siguiente.
Asiente mientras le besa suave y dulcemente en los labios. Se podía tomar tales confianzas siempre que quisiera a partir de ahora, después de esta demostración de amor? Ahora que realmente era suya, que se había entregado a él en cuerpo y alma... Podía considerar lo mismo por su parte?
No tenía ni idea como comportarse a partir de entonces. Así que sólo quedaba esperar y observar cómo se comportaba a la mañana siguiente.
Buscó al niño con la mirada dirigiéndose hacia el montón de paja que había por cama. Se tumbó y se abrazó a sí misma pues sentía frío y no se acordaba de dónde había dejado sus cosas. Le temblaba aún todo el cuerpo después de la nueva experiencia anterior, y sólo deseaba poder dormir entre los brazos de su amado.
Cuando abres de nuevo los ojos, te encuentras con que el paladin no esta en el jergón de paja que habia tomado como cama, mientras que Geburah se esta poniendo la ropa y ha dejado la tuya a tu lado, al ver que despiertas te sonrie levemente y dice:- El niño nos ha levantado con las primeras luces del alba, hay que darse prisa, dice que los aldeanos empiezan a moverse dentro de unas horas- Apenas tiene que ponerse unos pantalones, una camiseta y sus armas, al ver todo lo que tienes que ponerte tú te comenta:- Sigo diciendo que llevas demasiada ropa, teneis unas constumbres muy raras, además si quiero hacerte el amor tengo que andar quitando capa por capa como si fueras una cebolla y eso no me gusta...-
Rió tranquila y satisfecha mientras ágilmente se vestía. Se notaba que ya tenía práctica a ir con armadura, ya no sólo por el echo de la rapidez de vestirse sino por la amplia movilidad que tenía con ella puesta. Y eso que no pesaba demasiado, otras personas no serían capaces de moverse ni tan rápido ni tan elegantemente como ella.
Se acercó a Geburah y le besó dulcemente en la boca. Le amaba, desde lo profundo de su corazón, con todo su cuerpo. Ahora sabía lo que sintió su madre por su padre, y no la juzgaba por ello. Geburah, en su momento, también fue un soldado que cometió barbaridades, pero parecía que de eso ella ya no se acordaba.
-Dónde está el paladín?- le preguntó a su amado.- Tenemos que trazar un buen plan para irnos. También necesitaremos al niño para averiguar dónde están todas las salidas de este pueblo.
La trampilla se abre y escuchas la voz del paladin que después parece alejarse a la espera de respuesta:- ¿Estais visibles? Soy un caballero y no me gusta interferir en vuestra privacidad, aunque tuve que hacerlo para salir de la habitación.- Geburah sonrie y te dice:- Es un hombre extraño, nadie dejaria de mirarte por caballerosidad, ya que no seria hombre... bueno subamos antes de que él baje.- Tras acercarse a las escaleras te comenta en susurros:- Subire yo primero las escaleras, si hay algún enemigo que me ataque a mi primero...- Sin decir más empieza a subir, pero al llegar arriba no parece haber atacante ninguno, sino que el caballero habla con tu amado Geburah. En la sala esta el niño deforme sentado frente a un extraño desayuno que no parece tener muy buena pinta, aunque quizás sepa algo mejor.
Se acercó a Geburah con una sonrisa en los labios, y al verle hablando con el paladín optó por ir a ver qué tenía el niño para desayunar.
-Buenos días.-le dijo sonriendo maternalmente, agachándose para darle un beso en la frente al niño. - Qué tal has dormido, pequeño? - Ella no estaba cansada.Tenía ganas de segui, pero le daba cosa dejar a ese niño ahí solo...
Miró el desayuno, que tenía una pinta horrible, pero qué más se podía pedir? Entre que los había salvado y había hecho el desayuno, ese niño era un perfecto anfitrión. Estaba dispuesta a probarlo a la orden del niño.
El niño gira su cabecita deforme hacia ti después del beso y casi crees ver un ligero rubor en sus mejillas, vuelve a su plato para comer una cucharada y te dice:-Buenas... he dormido mal, oigo a la voz de mama llamandome, pero no le he hecho caso. No queria que supiera que estabais aqui. Sino los mayores podrian haberos hecho daño...- Parece algo azorado y cambia de tema:- Os he preparado el desayuno, es lo que solemos comer por aqui.- El Paladin ya ha terminado de hablar con Geburah y dice:- Lo que te honra mucho, pero... no quiero resultar grosero, pero no creo que pueda comermelo, para mi seria toxico cuanto menos.- Geburah sonrie y le espeta al paladin:- ¿Insectos? Eres aún más tiquismiquis de lo que parece...- Y va a coger una cucharada, pero al ver la consistencia mira al paladin que le sonrie contestandole:- No son insectos, que en algún momento me ha tocado comer descubriendo un universo de sabores, sino que lo que hay en el tazon es tierra, llanamente, bueno tierra lodosa, pero tierra.-