Partida Rol por web

Tras unas horas de descanso y con mis heridas sanadas, me incorporo de nuevo y dirigiéndome a una de las sirvientas de ligo Gracias por sus cuidados, amable mujer. Podría traerme un poco de agua? Se lo agradecería de veras Me levanto y recobro la compostura tan estirada como militar. Y mirando a la sala en general pregunto a sus ocupantes Alguien sabe donde se encuentra en estos momentos nuestro señor? Debo hablar con él con urgencia

Thomas al observar a Dolgut en la sala se dirigió a el. No pudo evitar la conversación y ver como Dolgut se refería al Señor.

Quizás pueda ser mas útil con el señor que aqui en la infermeria

Se acerca al chico que está allí tumbado descansando Oh, que herida más fea, y está supurando! esto se debe limpiar empieza a limpiar la herida del hombre, lo que hace despertarle sin querer... oh, lo siento, no quería destorbarle soldado.

Nadie parece contestar a tu llamada, ni a tus preguntas, esa enfermería en estos momentos es un caos, por suerte ya no caen esos piedruscos que tanto molestaban y que han herido a tantos ciudadanos.

Finalmente, el dolor de la quemadura va haciendo mella en mi resistencia. Poco a poco, voy durmiendome pues creo que es necesario que recupere un poco las fuerzas. Mas en ese momento, alguien empieza a limpiarme la herida. Yo abro los ojos y observo a la dama que trata de limpiarme la pierna. Y, finalmente, digo. Os admiro, mi señora. Hasta a mi me resulta dificil soportar el hedor de la supuracion. Creo, mi señora, que estaria bien limpiar la herida. Y si puede ser con algo un poco mas fuerte que el agua, pues mejor. De todos es sabido que el alcohol no solo quema por dentro si no tambien, por fuera. Sonrio levemente y entonces añado. Y si la racion de alcohol es lo bastante abundante como para que sobre algun trago, mejor todavia. Pensad, mi señora, que es usarlo con fines medicinales. Me hara mas inmune al dolor y me permitira dormir unas horas hasta que me recupere. Y me quedo mirando a la Dama en cuestion a ver si me hace caso o no.

Me levanto y tras deambular unos instantes por la ajetreada enfermería,salgo de nuevo en busca de Sir Robert.

Nadie es capaz de decirte donde está nadie Thomas. El caos de gente es incríble, parece la enfermería de una batalla.

se levanta rápido claro que si, buen caballero, ahora mismo os traigo algo para que apaguéis esa sed que os quema y con lo que a la vez pueda remojar vuestra herida desaparece unos instantes para volver de nuevo con una pequeña tina. Es un licor fuerte, no bebáis muy rápido dice mientras hecha un poco sobre la herida que empieza a escocer fuertemente.

Me alzo como puedo y, apoyandome en mi codo izquierdo, observo como la gentil dama se apura trayendome algo de beber. ¡Ya era hora! Es lo primero que pienso cuando por fin regresa con una tina. Escucho su recomendacion y asiento silencioso. Lentamente, degustando el recio sabor del Wiskhy sin aguar que me ha traido, voy tragando y notando como su calor se extiende por todo mi cuerpo. Le devuelvo sonriente la tina a la Dama y digo. Os lo agradezco, mi señora. Necesitaba yo algun tipo de reconstituyente. En cuanto le devuelvo la tina, la Dama viete un poco del preciado liquido sobre mi herida. Y, debe serr el efecto del alcohol, pero conforme veo como tan magnifica bebida se desperdicia en un uso tan inedecuado, tan solo siento pena por el alcohol derramado. La Dama se aplica en limpiarme la herida y pronto, esta esta limpia y el hedor de la supuracion desaparece y su puesto es ocupado por el agrdable olor del alcohol. La Dama se alza entonces y me mira y yo, que sigo apoyado sobre mi codo izquierdo compruebo, resignado, que nada a quedado dentro de la tina. No puedo evitar que un suspiro se me escape y, a continuacion, digo. De nuevo os doy las gracias por vuestros cuidados, mi señora. Indudablemente, ahora podre descansar mucho mejor. Y, tras decir esto, me dejo caer sobre el catre y al fin, parece que voy a poder descansar un poco.

La mujer acaba de limpiarte la herida, y es llamada por una mujer con lo que rápidamente se despide y desaparece entre la multitud quejumbrosa. Te vuelves a estirar bien y ponerte un mínimo de cómodo para poder dormir hasta que tu cuerpo diga que es suficiente descanso.

Despiertas y parece que tu herida, aunque molesta, apenas escuece. Tienes un vendaje que parece estar hecho estupendamente. A través de la ventana circular cercana al techo, entra un chorro de sol que alumbra la sala marcando un gran círculo de luz en el suelo.

Al fin espabilo despues de una larga noche de sueño. Lentamente, los recuerdos de la jornada anterior vuelven a mi y lo primero que hago, es mirar la luz del Sol que entra por una ventana. Sonrio pues parece que este dia, no va a ser tan puñetero como el de ayer. Me pongo en pie con cuidado comprobando el estado de mi pierna. Resiste mi peso sin problemas y llevo colocado un vendaje que hace, tan solo, la presion necesaria. Miro entonces a mi alrededor y me percato de que soy el unico que esta en pie de los presentes. Y, en ese momento, de mis tripas surge un poderoso rugido recordandome quehace casi un dia entero que no como. Vuelvo a mirar a la sala en general y digo por si alguien me escucha. Parece que vuelvo a ser apto para el servicio. En ese caso, sera mejor que me marche y deje de ser un estorbo por aqui. Si alguien ve a la dama que tan amablemente me atendio anoche, que le de las gracias de mi parte por sus cuidados. Dicho esto, me encamino hacia la salida de la enfermeria comprobando, aliviado, que mi pierna no parece darme ningun problema.