Partida Rol por web

- Bueno en ese caso, tenemos bastantes cosas por hacer. - Dije algo pensativo y sonriendo. - Y claro que sabemos hacer pescado, al menos yo si. En Pompito se come bastante. A de más, se podrían traer cosas del otro continente, que seguro que aquí no hay.

Se une a la conversación, pues hasta ahora simplemente se había limitado a escuchar. - ¿Pero no saldría demasiado caro el traer los productos desde taaaan lejos? - Pregunta, aunque realmente se moría de ganas por ver el uniforme. Finalmente se sienta un poco en uno de los taburetes de la barra.

Tengo contactos allí yo, se puede arreglar el precio siempre.

Cogo la armadura y me la empiezo a poner para ver si es de mi talla. Cuando termine, me veo en un espejo y busco si hay armas en mi taquilla o en la sala.

Dejo el grupo y me dirijo a la barra mientras doy un golpecito a Billy Mientras le paso el brazo por el hombro y tiro un poco de él hacia la barra
 

Dejo el grupo y me dirijo a la barra mientras doy un golpecito a Billy y le susurro Oye Billy, me echas una mano ahora en la barra. Quiero ordenar un poco ésto. ¿Sabes? Con lo pequeño que soy, jeje y sonrío es mejor poner las bebidas que más vayamos a usar en sitios bajos, y las que menos usamos en sitios más altos. Eso da siempre más tiempo. Venga ven! Muchas gracias Billy Mientras le paso el brazo por el hombro y tiro un poco de él hacia la barra

Cuando miras un poco más detenidamente en la taquilla, ves que también te han dejado una espada. Esta ya está mucho mejor cuidada que la armadura, la cual te queda realmente bien, casi cómo si de alguna forma hubieran obtenido tus medidas.

Coges con cuidado la espada y la sacas de la vaina, está bien afilada.

Ouch, ese hombre bajito Ändrès, me ha dicho que le ayude en la barra, no me voy a negar, me gustaría parecerle a todo el mundo simpático y amigable para poder trabajar más agusto. Claro Ändrès, te ayudaré en lo que necesites. Le digo sonriendo

pasáis el resto del día decidiendo platos que poner en la carta, ordenando material y clasificando el inventario del congelador. Al final, conseguís una carta extensa de más de 30 platos para todos los gustos.

Durante todo el día, Yachiyo os echa una manita aquí y allá, pero la gerente no mueve un dedo y encima va acabando poco a poco con las reservas de helado y crema para parfaits.

Al final del día, decidís que ya va siendo hora de iros , que ya no hay más que hacer. Mañana comenzáis, necesitáis descanso.

Bueno compañeros.... ha-ha sido un placer conocerles, jeje. Muestro una ligera sonrisa y me escabullo rápidamente

- Bueno, chicos, un placer trabajar con vosotros. Nos vemos mañana! - Exclama con una sonrisa y se queda en la puerta, esperando para despedirse de todos.

Si ya era tarde, así que cojo mi maletín con mi juego de cuchillos que siempre llevaba encima y salgo al mismo tiempo que Faghira.

- Oye Faghira, ¿te apuntas a probar mi nueva receta? ¡Es hora de cenar, y podrías tener un chef a tu servicio y todo!

Sonríe y ríe bajito por las palabras de Andwer... Nombre que por el momento no se sentía preparada para pronunciar (?). - Vaya, es una oferta que no creo que pueda rechazar hehe. - Le muestra su más encantadora sonrisa. - ¿Y cual es su nuevo plato si se puede saber? ¿Lleva picante? -

- El picante es difícil de digerir, tardarías de conciliar el sueño... A no ser que busques eso exactamente... - Digo mostrando sonrisa picaresca.

- Es solo que me gusta el picante, no te preocupes... Concilio el sueño rápido. Si no fuera así, no preguntaría, ¿no crees? Sería una lata pasar la noche despierta sin nada que hacer. - Dijo con la misma sonrisa. - Pero si no lleva picante, no lo lleva. No es inconveniente, tu eres el chef jeje - Rie suave.

Bueno, pues en ese caso, yo me voy ya. Nos veremos mañana chicos. - Este nuevo futuro me gustaba. Tenía grandes esperanzas en el nuevo trabajo. Ahora tenía que descansar y ya mañana empezar la jornada.

¿es de dia?

Salgo de los vestuarios una vez que he puesto bien mi armadura y arma en la taquilla y me despido. Hasta mañana Y empiezo a caminar a mi apartamento, pensando la de quebraderos de cabeza que le iban a traer este nuevo trabajo, pero feliz (aunque no lo aparente) de haberlo conseguido