Katherine consigue parar la hemorragia de Joseph pero ha perdido bastante sangre, por lo que tras sus gritos acaba perdiendo el conocimiento. Lo único bueno de estar en la nieve es que la vasoconstricción ayudará a Joseph a contar aquella historia en un futuro, no sin sus secuelas, claro.
Michael se desquita con el cadáver de la bestia, que ni siente ni padece en ese momento. Los sonidos del lugar son extraños y casi demasiado silenciosos ahora. El fuego que prendía al ser se consume, dejando un hedor en el aire y, apagando toda fuente de luz que pudierais tener.
Pero la estancia en la oscuridad no dura tanto tiempo, pues la tormenta amaina poco a poco y los rayos de luz se cuelan tímidos entre los árboles. Entre todos tenéis que caminar algo más de media hora para dar con la cabaña de Michael. De ahí a buscar la forma de encontrar ayuda no transcurre casi tiempo. Un helicóptero es enviado a buscar a Joseph y una grúa a por vuestro coche.
Al volver nadie cree vuestra historia si decidís contar la verdad. No se encuentra rastro alguno del ser cuando van al lugar indicado, ni siquiera de la cabaña donde os resguardasteis de la tormenta. Todo se esfuma y solo os queda el amargo recuerdo de lo que iban a ser unas bonitas vacaciones en la nieve.
Y allí estaba, cegado, perdido en la rabia que la misma situación me ha invadido. No podía escuchar a nadie mientras aquel ser había perdido la vida. En esos instantes dónde todo es tan convulso, donde lo peor de ti sale a la luz, es cuando te das cuenta de que jamás te conoces del todo. Incluso cuando se aparenta un control que de repente es arrebatado.
Una vez termino con aquello, desvío la mirada hacia mis amigos, sintiendo como el corazón se me desboca por el frenesí mismo que ha surgido. Simplemente me acerco, cabizbajo, pero contento de que Joseph finalmente no ha muerto. Ya dejando aquel momento como uno que quedará en nuestra memoria, noto como el entorno cambia radicalmente y el sol vuelve a salir. Eso sí que me alegra.
Y mientras les indico el camino hacia la cabaña, decidimos que es mejor tratar a nuestro amigo. De igual manera los abrazo con fuerza y me alegro de que los cuatro estemos bien. No hay palabras, solo una mirada que habla de tranquilidad y felicidad.
Tras gritar de dolor y ver mi sangre correr mis ojos se van cerrando y acabo por perder el conocimiento ... en mi mente lo unico que queda es esperar a que mis compañeros sigan bien y se mantengan fuertes... si este es mi ultimo aliento espero haberles servido de ayuda y de no ser asi ... que la muerte sea mi condena ...
Aquella bestia estaba acabada pero el frio y las malas condiciones tenidas se mantendran en nuestros recuerdos y la rabia de haber pasado las que iban a ser las mejores vacaciones como las mas tragicas de nuestras vidas a raiz de la desaparicion de nuestra querida amiga Alice...
De salir de esta con vida solo decirles a mis compañeros que espero volver a ir de vacaciones con ellos y esta vez poder pasarlas verdaderamente geniales....
Sin mas mi mente se paraliza y se torna todo de una densa oscuridad...