Partida Rol por web

Como buenamente puedo, dejo sitio a Carver, para que conduzca él. No soy mal conductor, desde luego, pero así tendré oportunidad de hacer lo que mejor se me da... Disparar.

Así, preparo mi arma, para disparar al coche de los frijoleros. Con suerte, daré un disparo a la cabeza del conductor, y se estrellarán en una bonita explosión. Ahora sólo me queda apuntar...

Dick aparta a Fairlane para conducir mas agresivamente. El 4x4 derrapa casi saliendose del camino pero recorta distancia hasta ponerse a la altura del otro todoterreno que huye. Las lunas tintadas no dejan ver su interior y las luces de los vehiculos apenas logran alumbrar el camino de tierra. Es un milagro que todavia sigan sin estrellarse mientras no dejan de acelerar.

- Voy a intentar cortales el paso - dice Dick mientras se acomoda en el asiento del conductor tras apartarse Fairlane - Es la única forma de hacerles parar. ¡Disparad a las ruedas! Seguro que ese maldito coche está blindado.

Fairlane dispara contra el vehiculo para confirmar las sospechas de Dick. Las balas rebotan tanto en la chapa como en los cristales del todoterreno con multitud de chispas. Dick acelera hasta ponerse delante, recibiendo una embestida. El crujido de chapa resuena en el habitaculo de vuestro vehiculo mientras salta gracias al golpe.

Dick maldice mientras lucha para mantener el coche en el camino.

Luchando contra las sacudidas del vehículo, Carver se esfuerza en mantener el cañón del arma en posición y dispara con la M4 hacia el todoterreno blindado, tratando de alcanzar a las ruedas para terminar con la persecución de una vez por todas.

Las ruedas del todoterreno explotan cuando Carver les impacta con su M4, haciendolo derrapar primero y despues vuelca sobre su costado deslizandose, lanzando piedras por todos lados hasta detenerse. Dick logra mantener el vehiculo en la carretera y se detiene con un frenazo a unos treinta metros del vehiculo siniestrado.

Vuestro todoterreno se mantiene con el motor en marcha, solo eso y vuestra respiracion es lo unico que se escucha. Tan cerca del final.... 

Ahora recordais las palabras de Alt, sobre vuestra "absolucion".

-Esta sera vuestra recompensa. 200 de los grandes. Y un piso franco en Panama para los cuatro, en una urbanizacion de lujo. No podreis volver a los USA pero si podreis conseguir mas dinero...trabajando para la Agencia en Sudamerica y Centroamerica. Os aseguro que el senador tendra un justo castigo. Por supuesto no podreis decir nada de esto ni hablar con vuestros familiares ni amigos. Estais muertos para ellos. Tal vez dentro de unos años, no menos de 20....

Sin pensármelo dos veces, me bajo del coche, en busca de jodidos frijoleros que sigan con vida para poder rematarles.

Dick abre la puerta del conductor y sale fuera, protegiéndose tras ella y cubriendo a Fairlane por si alguno sigue vivo.

Tras el subidón de adrenalina, el bajón para Carver es casi más de lo que puede soportar. A pesar de que pueden haber acabado con Castillo, él ha perdido su vida y a su familia, para convertirse en un exiliado en latinoamérica, compartiendo piso como si fuese un estudiante de veinte años.

Completamente desanimado, el ex-SEAL permanece en el todoterreno, dejando a sus compañeros terminar el trabajo...

Del todoterreno volcado, con su motor humeante y sus cristales astillados salen gemidos de dolor. La puerta lateral, corrediza se abre y asoma un hombre de unos sesenta y pico años, vestido con camisa blanca. No llega a salir del vehiculo, solo su torso surge del coche, como el comadante de un carro de combate. Su frente esta llena de sangre, un reguero rojo que baja por su cara arrugada y mancha tambien su fino bigote cano. Su mirada es de rabia malcontenida. Su respiracion pesada y sonora. Saca una pistola, temblorosa en su mano y os apunta con ella.

Al final la baja, consciente de estar derrotado.

- Hacedlo ya, malditos chingones, no tengo miedo. 

Sin pensármelo dos veces, le vuelo la cabeza al tipo de un disparo. No sé decirle que no a un tiroteo.

Dick se acerca hacia Fairlane, quedándose detrás de él.

- Vale, ya está hecho. Vamos a llamar al Frank ese o como se llame y que nos de nuestra pasta, nuestras nuevas identidades y nuestra nueva vida.

Haré la llamada... Dice Carver mientras mira con desprecio los despojos de Tío Carlos. Sólo lamenta que le hayan matado tan rápido, pero podría haber refuerzos en camino y conviene huir de aquí cuanto antes.

Sin embargo, antes de llamar le saca una foto de primer plano en la que se ve el rostro del narco y sus sesos desperdigados.

De recuerdo.