Volgar torció el gesto con el comentario de Derian pero todavía se sorprendió más ante la confesión de Vinton de poseer el libro. El Lord Trillbanson era un hombre altivo y orgulloso y había que tener mucho tacto, tacto que los guerreros tendían a olvidar.
- ¿Tenéis el libro? ¿Cómo lo recuperasteis entonces? ¿Os lo devolvió vuestro hijo? ¿Jenwig? Y, si vos lo tenéis y he seguido bien su rastro, no parece que nunca estuviera en poder de Karisfen y, de no estarlo, ¿por qué estáis tan seguro de su culpabilidad?- se puso serio- Creo que vos, mi lord, sabéis algo del corrector que no nos estáis contando. O eso, o estáis intentando utilizar todo esto para libraros de él.
-Por supuesto que tengo el libro- respondió aireado el noble -¿Cómo podía dejar que circulara tal conocimiento?- estaba realmente sorprendido de la reacción del viejo -Jenwig lo tenía, seguramente haya sido un regalo de... de mi hijo- se notaba repulsión en la voz -Pero eso no quiere decir que la Corrección no pueda tener libros como el de mi antepasado... ¿dónde crees que van a parar cuando se confiscan y queman a los herejes? A sus bibliotecas...-
Luego dudó un momento, pero continuó.
-Claro que aunque fuera inocente me gustaría ver morir a ese sodomita, vergüenza para la ciudad y para la religión toda, lo cual no quita que pueda ser el culpable-
Disculpá la tardanza, estaba esperando a Derian y me olvidé entre tanta cosa en la vida real jeje
- Supongo que os dais cuenta, Lord Trillbanson, que con lo que podéis ofrecer a cualquiera no parece que nadie vaya a ver a Karisfen como un culpable sino como a un justiciero. Sólo vos poseéis el libro, tal vez podrían pensar en Jenwig pero seguramente muchos lo verían como un cabeza de turco. Y ¿qué tenemos contra el corrector? Absolutamente nada, ni contra él, ni contra nadie más. Necesito algo que me ayude a llegar hasta el verdadero y último culpable, por poco que sea. Nos encontramos en un callejón sin salida en el que todas las manos os apuntan mi lord. Esto no puede acabar aquí.
No soy un noble, ni un erudito - dijo mirando a Vinton y a Volgar. Posó de nuevo la mirada en el noble, y continuó. Pero sé que hace poco han comenzado de nuevo las muertes... y estoy convencido de que ni usted ni desde luego Jenwig han sido los asesinos. No entiendo que puede haber en ese libro para que usted nos impida leerlo.
Derian suspiró levemente. Entiendo que los asesinatos son un tipo de rito, de ritual. Siento no ser muy espiritual, ni leído, pero haré la pregunta que haría cualquier otro plebeyo: ¿para qué sirve? Aparte de para satisfacer macabros y retorcidos placeres, ¿para qué querrían personas diferentes llevar a cabo ese ritual? Si supiéramos el fin de todo esto, quizás podríamos encaminarnos a la persona que busca ese fin.
Disculpad la tardanza en contestar. Si veis que vuelve a pasar (espero que no), no tengáis problema en escribir, cualquiera de los dos, por mi.
Vinton parecía acorralado, más que nada luego de haber confesado lo que había confesado, pero como un animal acorralado, se podía volver peligroso.
-¿Las manos apuntan hacia mí? ¡Nadie me está acusando, y nadie osaría hacerlo!- levantó la voz el Trilbanson -¿Por qué confían tanto en Jenwig? ¿Han hablado con él? ¿Lo conocen de antes?-
- Hemos estado con Jenwig- admitió Volgar, no tenía sentido ocultarlo.
En la cara de Vinton pudo leer la desconfianza y la duda pero no se arredró. El lord sabía perfectamente que estaba ciertamente acorralado, y Volgar sabía que eso era peligroso, pero también suicida. Los únicos que de momento se movían para ayudarle eran ellos mismos. Karisfen quería acabar con él igual que él quería acabar con Vinton y el poder de un Corrector con un caso como aquel no debía ser despreciado por un noble. El Trillbanson no era intocable, y lo sabía.
- Jenwig no está detrás de esto- aseguró con aplomo- no al menos de los últimos casos- hizo una pausa- desde luego no del de Tinda pues nosotros estábamos con él mientras se producía su asesinato así pues queda automáticamente fuera de esto. Lo que ocurriera en el pasado puede que quede lejos para nosotros y tal vez las pruebas hayan desaparecido pero lo de Tinda es diferente, y Jenwig ya está fuera de duda así que las posibilidades se reducen. De momento, las posibilidades que un caso así presenta solo apuntan a vos como propietario del libro o a alguien de vuestra casa que pudiera haber tenido acceso a él, a karisfen por su nivel de conocimientos y poco más. Sabiendo de la existencia del libro, además de necesitar saber qué es lo que dice, que es importante para entender las motivaciones de los asesinos y desenmascararlos, querríamos empezar a investigar a su alrededor mi lord, así como cerca del Corrector. Puede que alguien esté jugando con vos aprovechando la cercanía. Tal vez alguien del castillo haya tenido acceso al libro sin vuestro conocimiento.
Derian esperó a que el noble asimilara la respuesta de Volgar, para no atosigarlo. Los posibles culpables pertenecientes al círculo de Vinton no deberían ser muchas, o al menos no habría mucha gente que supiera leer el dichoso libro. Esperó otro arranque de cólera del Trilbanson ante las dudas respecto a su entorno cercano.
Vinton se quedó callado un momento, se sirvió otra copa, que vació casi al instante. Fue hasta la ventana, y luego volvió.
-De acuerdo, podrán investigar entre las personas que están a mi alrededor...- cedió el Lord -Pero discretamente, no quiero que se entere toda la ciudad- hizo una pausa en la que clavó sus ojos en los dos -Eso tiene que ser muy claro para ambos-
Volvió a rellenar la copa.
-Y les daré acceso al libro...- soltó dubitativo -No sé qué podrán sacar en limpio, nunca lo he leído, pero si sirve para atrapar a ese pervertido, entonces que así sea-
Parecía que las energías del noble se habían acabado para estar a la defensiva.
No es castillo lo que tiene Vinton, es "mansión" con una pared alta como "muralla" ;)
Respondan a este post, y en el offtopic decidan qué cosas van a hacer, así en la próxima escena les hago sus introducciones.
- Sea- accedió Volgar, agotado por la confrontación- le doy mi palabra de que haremos cuanto esté en nuestra mano, mi lord.
Derian asintió. El noble era tozudo, desde luego.