Iremos a Alaska señorita Kate, necesitamos tener a James antes que a ellos porque sino pueden usarlo para tomarla a usted. Luego el respira. Su tio le enseño cuando era chica unas imagenes, parecian normales y para niños pero en realidad el le mostraba un codigo que solo esta en su cabeza ahora.
Miro serio a su acompañante. Eres muy importante para esto Kate.
Le miré extrañada. Mi tío me enseñaba dibujos de animales y cuentos cuando era niña, pero nunca se me hubiera pasado por la cabeza que aquello tuviera una finalidad a parte de la de entretener a una niña revoltosa. Por un momento me sentí usada. Que mi querido tío me hubiera utilizado para algo así me resultaba imposible de creer. Cuando estuviera con él, ya hablaríamos de cuentos.
- De acuerdo, en cuanto puedas, yo estaré lista, siempre y cuando pueda comprarme algo de ropa. Mi documentación está en mi bolsillo, pero mi cartera se quedó en casa, por lo que me temo, señor Matthew, que tendrá que tomar la responsabilidad de mis gastos.
La mira como si fuera un banco. Sabes necesita ropa ahora va a durar mucho la compra o solo seran unas horas?. Saca una tarjeta negra y te la da. El gobierno compra tu rompa Kate, digamos que tampoco soy de ganar mucho. Aunque no le crees mucho.
Por cierto no me necesita para ver la ropa que quiere elegir no?. Mira el camino.
Me reí ante sus palabras. ¿En serio me estaba tratando como una niña? Y ¿qué era aquello de que el gobierno pagaba mi ropa? Si Matthew trabajaba para el gobierno seguro que ganaba de todo menos poco.
- Oh, claro que no, soy mayorcita para elegirme la ropa, hasta sé ir solita al baño - bromeé - bueno, ¿cuanto falta para llegar? Estoy deseando ponerme en marcha, estoy que no puedo estarme quieta del nerviosismo - y era cierto, a pesar de todo lo pasado y pudiera pasar, me encontraba emocionada ante lo que se avecinaba. Toso ello, nublado por los nubarrones de preocupación por mi tío. Bueno, y un poquito por James.
El te mira. Calcula un dia entre la ropa, el viaje y llegar a la casa de tu tio. Luego sonrie ante tu forma de ser.
Tu tio hablaba mucho de ti, incluso intento que tuvieramos una cita cuando vio lo de James y vos... Igual es un gran hombre, me ayudo cuando Mary murio y estaba solo con mi hija. Notas como toma el volante con un poco mas de fuerza.
No tienes problemas con los aviones no?.
Me atraganté con mi propia saliva y volví el rostro estupefacta - ¿que mi tío intentó buscarme una cita contigo? Esto sí que no me lo esperaba, nunca se ha metido mucho en mi vida sentimental.
- No te preocupes, no tengo ningún problema con los aviones, me gusta volar, siempre y cuando no haya turbulencias.
Asiente y sonrie. Digamos que Freeman quiere una persona derecha y directa en sus gustos, que si dice hacemos esto se haga o bueno esas cosas. Como mi esposa murio hace tiempo me pidio si podia invitarte a salir para bueno que nos conoscamos pero ese momento me llamaron de la cia para un trabajo y no pude. Luego de un tiempo el auto frena y se para en un centro comercial. Entramos?
Negué con la cabeza. Había momentos en los que no podía saber qué pensaba mi tío. Si bien era cierto que Matthew era un hombre agradable, nunca me había gustado que me organizaran la vida, prefería llevarla como me apetecía en cada momento.
- Bien, vamos, estoy deseando conocer a tu hija - le sonreí.
Tan solo al entrar notas una pequeña niña de rubia venir corriendo en direccion a Matthew y con los abrazos abiertos gritar. PAPIII. El la abraza y le da un tierno beso en la mejilla luego te queda mirando y sonrie. Tu debes ser la novia de mi papa pero te digo que es mio no tuyo.
Matthew niega con la cabeza. Quien te dijo eso?. La pequeña sonrie y señala a una persona mayor conocida, Victoria.
Ella se acerca para saludarlos. Hola chicos como estan?, veo que Matthew llego a tiempo como siempre aunque se que tu te podias encargar de ellos.
Cuando vi a la niña no pude evitar conmoverme. A pesar de mi carácter, adoraba a los niños. Esbocé una sonrisa, que se acentuó más cuando la niña marchó a su papi como propiedad suya - no te preocupes, pequeña, no soy la novia de tu papi - aunque estuve a punto de serlo -, por ahora no tienes que preocuparte de que nadie te lo robe, aunque puede que yo si te robe a ti para hacerte una tortura de cosquillas - bromeé haciéndole unas cosquillitas.
Luego vi llegar a Victoria y mi gesto se tornó seria - Matthew ya me ha contado todo lo que tengo que saber. No hay mucho tiempo que perder, tendremos que ponernos en marcha pronto.
Matthew te mira y luego toma tu mano. Antes de irnos debo mostrarte nuestro local. Te guiña el ojo sabias que siempre que decian eso era porque iban a buscar el equipo para poder mejor preparados a la mision. Te gustaria acompañarme. Si vas llegaras a un local nuevo con pintura blanca, este te lleva por la escalera a un segundo piso muy reducido es mas al entrar te chocas de frente con el. Se ve que es muy apretado el lugar le pedi que fuera grande.
Toca la pared en un lugar y sale un una consola con numeros. Bueno como era... 2,3,4,2. Y se vuelve a meter en la pared para que esta se mueva de lugar. Bueno primero las damas bienvenida al cuartel.
Me despedí de la pequeña entre risas y me dejé llevar por Matthew hacia la segunda planta.
Cuando me habló del local, me había empezado a imaginar algo como el cuartel general de 007, sin embargo aquello no parecía para nada un sofisticado mecanismo para llegar a una base subterránea de grandes dimensiones, sino más bien la entrada al laboratorio del típico niño genio. Aunque nunca se podía saber qué te podías encontrar.
Con un gesto de incertidumbre, acepté su invitación y entré sin saber qué esperarme.
Entras por a un lugar diferente mas grande plateado donde siguiendo hacia el fondo hay un ascensor, Matthew te guia esperando que vayas con el y luego te sonrie. Vamos al cuartel general donde nos daran el equipo espero que sepas usar un arma. Mientras se ajusta el traje y apreta un boton.
Cuando las puertas se abren ves un atrio muy grande lleno de personas viendote a ti y Matthew algunas chicas se acercan para preguntarle algo pero el las aleja. Despues de unos años es costumbre. Ven por aqui.
Seguí a Mathew hasta el ascensor. Ahroa sólo faltaba que diera al botón y el ascensor nos llevara a toda velocidad hasta un cuartel a cientos de metros bajo tierra con una gran tecnología al alcance de la mano. Bueno, el ascensor la verdad no fue gran cosa ni fue a mucha velocidad, pero nos llevó bajo tierra hasta un sitio que podría pasar como cuartel de una agencia secreta.
- No sé usar armas, pero no pasa nada, seguro que me adapto enseguida. De pequeña era buenísima con las pistolas de agua - bromeé mientras le seguía y miraba con desprecio a las chicas que le rodeaban, parecían gallinas cluecas.
Matthew te sonrie ante tu comentario y luego de darte las armas notas que esta un poco nervioso. Puedo pasarte el brazo por atras?. Mientras mira al piso un poco y vuelve a ti. Ahora iremos por el chaleco kevlar porque tienes tu arma pero debes prevenirte de estas.
Al final parecería una agente del fbi, sólo me faltaban las gafas negras. Ya me agenciaría unas en cuanto pudiera. Y un bmw, por supuesto. Le miré y asentí.
- Vamos a por el chaleco. ¿Tendré algún invento chulo como 007? - la simple idea sonaba irreal, pero me resultaba interesante el simple echo de pensarlo.
LLegan a otra habitación para mostrarte un chaleco kevlar era grueso y con ello podías pensar que ninguna bala te pasaría o bueno ninguna de las normales aunque un rifle frantirador si podría.
El unico invento que tendrás en tus manos sera ese chaleco y una pistola, no necesitas mas nada por que lo demás lo haré yo. Mientras se sacaba la camisa para colocarse el suyo y cargar su arma. Por cierto debes obedecer mis ordenes al pie de la letra, no quiero que te hieran.
Mi rostro demostró mi desencanto cuando me dijo aquello. Me llevaba allí, me enseñaba mil cosas interesantes, y lo único que me iba a dar era una pistola y un chaleco que podía conseguir en cualquier comisaría. Fruncí el ceño.
- ¿Y con esto sólo podré defenderme si ocurre un gran ataque? - lo dudaba seriamente, pero me contuve de decir nada más. En cuanto a las órdenes... - creo que ya has visto que no se me da bien obedecer órdenes. Puede que siga alguna de ellas, pero si veo que no me convence, iré a mi bola, lo siento - le dedicó una encantadora sonrisa.
Sonríe y se cruza de brazos. Solo te dare ordenes si la cosa se complica y puede llevar a que nuestras vidas corran peligro. Luego salgo de la habitación esperando que se coloque las demas prendas para tomar las llaves de un auto que estaban en la pared.
Ahora nos iremos en auto hasta el aeropuerto donde de ahí partimos a la localización de James entendido?.
- Me vale - digo simplemente a sus palabras - en marcha pues, ya hemos perdido bastante tiempo.
Miré con pena todos los instrumentos que había en la sala. Todo lo que podría hacer con ellos y no podría tener ninguno. Con un suspiro de decepción, me encaminé hacia el coche.