Jilokasina, permanecio en un segundo plano, no queria socabar la interesante pregunta que planteaba el alienigena, se presento por su nombre y poco mas , para no parecer descortes fundamentalmente, los aires marciales tenian eso que le recordaba a su padre que fue militar durante mucho tiempo y eso le imponia respeto, asi que aguardo a que fluyera mas la conversacion para intervenir
- Nos dirigimos a Aldera, aunque tardaremos unos cuantos días en llegar, ya que tengo que dar esquinazo a los imperiales. Así que poneos cómodos y tratad de disfrutar el viaje mientras se recuperan vuestras heridas. - respondió a la pregunta del calamari.
-... bien, por algo se empieza. +acepto con un gesto cortes+ Y tenga por seguro que sabremos apreciar las comodidades de la nave, aunque la verdad me siento bastante bien despues de ese escarceo con la muerte. Si necesita un piloto de reemplazo, o alguna ayuda en ingenieria, puede contar conmigo. Lo que si, me haria falta terminar de aclarar, es a que vamos alli...
puedo hacer alguna tirada por conocimiento de Alderaan?
La jedi se sentia bastante comoda en su nueva situacion, no solo habia sido rescatada de la muerte sino que ahora era transportada en un viaje confortable a su nuevo destino. Seguramente se tendrian que enfrentar despues a algun nuevo reto que pusiera en peligro sus vidas , pero iba a disfrutar del viaje hasta entonces, en compañia de sus compañeros.
Ante la pregunta de uno de ellos le asalto la curiosidad y estuvo atenta a la respuesta acercandose, mostrando su interes por aquella informacion
- Allí es dónde he de entregar el cargamento que tan gentílmente os ofrecisteis a rescatar de los imperiales. - respondió la capitana al Calamari. - En cuanto a necesitar ayuda, de momento me apaño bien, gracias por el ofrecimiento. Descansad ahora que todavía se os ve cansados de la experiencia vivida. -
Pues podéis aprovechar esta semana para charlar lo que queráis. Mi próximo mensaje será la llegada a Alderaan en el que ya estaréis completamente recuperados y reconstruidos.
-Esta bien.
Responde con sencillez a la capitana, haciendo una ligera reverencia y apartandose. Mira al resto. Sus "colegas"...
-No se ustedes, pero me vendria bien algo de comer y escuchar como fue que nos salvamos con mas detalle entre tanto.
Yo me apunto a eso Ragab, ademas hay que brindar porque seguimos vivos , la primera invito yo
Ilusionada por vivir de nuevo, sintio como una segunda oportunidad que tendria que aprovechar, aunque a ratos se quedaba pensativa pensando en lo misterioso que resultaba todo
Hemos llegado ya?
Pregunto Jilokasina ironicamente ,con una sonrisa traviesa
Llevabais ya 10 días en la nave y según vuestros cálculos hoy era el día en el que debías llegar a Alderaan. Todos estabais más que recuperados de todas vuestras heridas, al igual que el droide, que ya se encontraba completamente reparado tras el trabajo conjunto de Aker y de Crash, el droide astromecánico de la capitana.
La estancia en la nave no estaba siendo nada desagradable, aunque ya empezabais a estar un poco cansados a pesar del lujo que os rodeaba. No obstante la Capitana Okeefe ya os había explicado que motivos de seguridad le habían obligado a no ir directamente a Alderaan sino hacerlo a través de una serie de saltos.
Era por la mañana cuando la puerta del puente de mando se abrió, saliendo la Capitana de ella a vuestro encuentro.
- Venía a deciros que ya tenemos permiso para aterrizar. En poco menos de media hora tomaremos tierra. Estad preparados. - os dijo. - Un detalle, en relación con la política de Alderaan sobre las armas, no están permitidas. -
Suspira, dejando el blaste apenas recobrado. Tendrian que dejar todos sus juguetes? Encogio los hombros e hizo caso... mayormente. Se guardo el blaster hold out en la espalda, disimuladamente, por si acaso.. Iban en plan diplomatico, pero nunca se sabia.
- Por cierto, los droides de combate tampoco están permitidos. Así que tendrá que esperar dentro de la nave. - añadió la capitana.
Al rato todos estabais preparados para salir, si bien el droide debía quedarse en la nave. Tras tomar tierra, la capitana Okeefe tomó la delantera y bajó por la rampa de la nave. Ante vosotros tenías el palacio real de Aldera, si bien estaba algo más lejos de lo que pensasteis en un primer momento.
Tras bajar de la nave la capitana os condujo hacia una de las entradas del hangar, en las que había guardias de seguridad. Cuando pasabais por el arco de seguridad, al pasar Ragab, este empezó a pitar.
La capitana se mordió el labio inferior y negó con la cabeza, a la vez que hacía un gesto a la guardia. - Qué había dicho, nada de armas. La dejas tú o hago que te registren. - preguntó.
-si pasa algo malo, te usare de escudo para los disparos... +comenta, pero entrega su pequeña consentida al guardia.
Aker negó con la cabeza ante la actitud de la moncalamari. Aquel planeta era pacífico y no había necesidad alguna de llevar armas.
-Estoy bastante seguro de que nuestros anfitriones serán amables y cordiales, pues nos encontramos en el palacio real, Ragab. No tienes porque preocuparte. Intentó calmar al acuático extraterrestre.
Tras el umbral y los guardias, un Ujier salió a recibiros con una sonrisa, la capitana se despidió de vosotros dejándoos ir con el Ujier, el cual os guió dentro de aquella mansión hasta un gran hall y de allí a una sala ricamente decorada.
Las paredes de esta sala, al igual que el resto de la casa señorial, estaba cubierta por ricos y coloridos tapices. En el interior era diáfano con un gran escritorio en el centro y alrededor de él 3 ornadas sillas.
- Por favor, tomen asiento y esperen aquí, enseguida les atenderán. -
Apenas salió el ujier por la puerta y empezabais a tomar asiento cuando de otra de las puertas de la sala se abrió y entró un hombre de mediana edad, de barba bien cuidada y con ropas nobles, al que no reconocíais. Os sonrío mientras avanza hacia vosotros y tomó posición tras el escritorio.
Antes de sentarse os saludó. -Bienvenidos a Alderaan, hubiera preferido que nos hubiéramos encontrado bajo circunstancias más agradables pero desgraciadamente el Imperio hace casi todo desagradable. Aún así, me alegra ver que... - tomó unos segundos en elegir las palabras. - a pesar de las consecuencias negativas y las dificultades en la estación espacial sobre Brentaal, si no todos, al menos la mayor parte de ustedes consiguió sobrevivir -
- Bueno, aunque por razones de seguridad no puedo revelarles mi identidad, he querido tener este encuentro personal con ustedes para darles las gracias por lo que han hecho y para darles una justa recompensa por ello. Aquí tienen, para cada uno - dijo extrayendo de su bolsillo varios documentos y dejándolos encima de la mesa orientado a cada uno de vosotros - 5000 créditos, nuevas identidades, pues me consta que ingresaron en el sistema imperial cuando fueron capturados y, tras lo que han hecho, no desearía que tuvieran que vivir como fugitivos, además un visado para poder ir a cualquier lugar del imperio que deseen. -
Toma los documentos frente a el, examinandolos... 5000 creditos. Una suma suficiente para viajar y moverse. Los papeles para hacerlo en regla, con una nueva identidad... Pero realmente solo hay un lugar al que le gustaria volver.
-Señor, estoy muy agradecido por este inmerecido premio... No tengo palabras. Parece que todo lo que hago ultimamente es agradecer. En fin, solo tengo una pregunta, si me permite. Cual es el estado de Dac? +inquiere, con una ligera vacilacion, como si temiera la respuesta.
Nadie parecía tener más que añadir. Todos cogieron sus recompensas en silencio. Solo el calamari preguntó por su planeta natal. - En estos momentos, lamento comunicarte que debido a la petición de los 2000 Dac se encuentra reprimida y bajo ocupación imperial. - respondió a su pregunta - Aún así le podemos facilitar transporte hacia allí, aunque posiblemente termine como esclavo.-
- Bueno, lamento tener que dejarles pero otros asuntos requieren de mi atención. Lo dicho un placer haberles conocido. Si al final desean ser trasladados a otro planeta solo tienen que comunicárselo a la Capitana, a la que podrán encontrar sin dificultades en el espaciopuerto. - concluyó despidiéndose.
Bueno pues si queréis escribir un último post esta es vuestra oportunidad. En una semanita cierro la partida.
Muchas gracias a todos por vuestra participación.
Se rasco la cabeza levemente. Podia volver a Dac y probar suerte, o podria buscar otro mundo... otros donde hubiera más los suyos. Habria que informarse. podia empezar por la capitana y los muelles, a ver que rumoreaban. Con esas cosas en mente, por poco se olvida de sus modales.
Con un gesto suave y una sonrisa a medias, hace un gesto de despedida a la humana y el bothan.
-Que les sea leve, y la muerte no vuelva a rozarlos pronto. +dice en tono jocoso, para luego retirarse hacia los muelles, volviendole la espalda a esta dura experiencia para concentrarse en el futuro....
Aquella fue la despedida. Escasas palabras y unos pocos gestos de adiós.
Cada uno se fue por su lado aportando un pequeño granito de arena al movimiento revolucionario que estaba surgiendo contra el imperio.
Quizá en algún otro momento vuestras vidas volvieran a cruzarse, pero eso será otra historia en una galaxia muy, muy lejana.