Partida Rol por web

Cuando Ericus coloca la primera pieza la puerta empieza a cerrarse inmediatamente. Lo hace de forma rápida aunque no instantánea con un sonoro rascar de piedra. William y Storm intentan detener su descenso pero enseguida ven que sus intentos son inútiles y se separan dejando al hechicero solo ante su destino.

La puerta queda sellada y todo se llena de silencio.

Poco después de que la puerta quede sellada empieza a caer agua por las paredes con la intención de llenar la estancia. 

Veo que el agua empieza a llenar la habitación y me apresuro en terminar de poner las figuras en las posiciones designadas. Veo como el agua cae y entiendo que tenía razón en la forma en que asesina a los intrusos.

Solo espero también tener razón en como desactivarla.

Decidido, continuas colocando las piezas en su lugar. Cuando terminas el agua te llega ya a los tobillos ... está subiendo mas rápido de lo que parece.

Sin embargo no parece suceder nada.

El agua no se detiene, las puertas no se abren.

Termino de colocar las piezas y veo que nada sucede.

 - "¡Me cago en todo!"

Me acerco a la estatua e intento manipularla de alguna forma, principalmente sus brazos, manos y cabeza.

Empiezas a empujar a la estatua por todos los lados esperando que algo se mueva, pero no consigues que la piedra ceda a su naturaleza y el agua llega ya a tus rodillas.

La estatua no se mueve y el agua continúa subiendo. Intento mantener la calma mientras me acerco a la mesa y comienzo a revolverla para intentar encontrar algo que me falte, algo que no haya visto y que me parezca es la solución al acertijo.

Examinas la mesa buscando algún elemento que os haya pasado por alto mientras el agua sube poco a poco, sin embargo no encuentras nada que no hayas visto ya y el agua ya llega a la altura de tu cadera, empezando a tapar las piezas en si.

Pasan los segundos sin ninguna novedad. Ciertamente os preguntáis como le estará yendo a Ericus.

El agua ya empieza a tapar las piezas de la mesa y entiendo que mi tiempo se acaba. Tengo una idea pero quizás sea un poco descabellada. Busco tanto cn la vista como por el tacto si en la mesa hay ranuras para insertar las piezas, esos ocho agujeros que sirven para poner las piezas en las distintas posiciones.

Al agua llega por encima de tu estomago mientras tus manos buscan dichas ranuras en la mesa. Un lugar donde poner o encajar las piezas. Pero la mesa no parece albergar dicho mecanismo.

Las posibilidades comienzan a agotarse rápidamente y el agua pronto me cubrirá completamente. Me acerco al sumidero de agua para examinarlo. Me sumerjo en el agua para tocarlo y ver si no hay algo en él que pueda serme de ayuda.