El sheriff se queda sin habla. Cuando ve la criatura acercarse a la choza del Rooger, su mano inteta agarrar su revolver, pero el pánico hace que su temblorosa mano no acierte a abrir la funda del revólver.
Decidme qué tenéis pensado hacer.
- ¡Venga conmigo! - Exclamó en un murmullo Gumshoe, dirigéndose hacia el sheriff mientras le agarraba por los hombros y tiraba de él hacia un lateral del camino y se escondían entre unos arbustos.
Una vez allí, Artie zarandeó al agente de la ley. Aquel hombre seguía absorto en si mismo y con la mente totalmente girada. Para alguien ajeno a lo sobrenatural, la visión de un ser como aquel podía simplemente destruir su mente. Tenían que hacerle volver de alguna forma.
- Sheriff Burton. No es la primera vez que mis compañeros y yo nos enfrentamos a éste tipo de fenómenos y es por eso que estamos aquí. - Le dijo tratando de calmarle. - Sabemos muy bien lo que hacemos. - Mintió. ¿Pero qué podía decir? - Puede acompañarnos o quedarse aquí. Pero haga lo que haga, tiene que asimilar lo que ha visto. ¿Me entiende?
Iban a esperar a que Harney saliera de su vivienda y se dirigiera allí donde aquel ser de naturaleza extraña e imposible, le había indicado que debía ir. Lo harían de forma sigilosa, escondidos en la manera de lo posible. Era una misión compleja, posiblemente Rooger les viera seguirle, pero no podían pedirle directamente que les acompañara. ¿O si? Nadie podía saber como reaccionaría aquel paleto ante una petición como aquella. Si fallaba el sigilo, simplemente podían tratar de pedirle amablemente que los llevara con él.
- Warren... - Miró al profesor. - Recoja su carabina ahora... Le sugirió de nuevo entre susurros.
Motivo: Psicología
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 66 (Fracaso) [66]
Carter entendió la intención del detective, simplemente por su predisposición. Supuso que el sigilo sería la primera opción, seguir al tal Harny y dilatar el enfrentamiento con esa aberración hasta que tuvieran más datos, una posición más ventajosa o ya hubieran sacado en claro todo lo posible de lo que estaba ocurriendo. Y eso no se le daba mal del todo. Así que se agazapó junto a ellos, y apoyó su mano en el brazo del sheriff tranquilizándolo, como si reforzara las palabras de Gumshoe. Asintió quedamente, y esperó a que los demás también se prepararan para lo que estaba por venir. Ahora, sin duda ninguna, tenían la certeza de que de nuevo allí estaba ocurriendo lo extraordinario, lo malévolo. Y otra vez debían ponerle fin
Voy a esperar un poco más a ver si Anna Vixen y el Dr. Warren Bedford hacen sus respectivas tiradas de Cordura antes de continuar.
La criatura desaparece en dirección a la montaña de Strafton en cuanto entrega el mensaje. Lo que acabáis de presenciar podría ser una pesadilla que demostraría que vuestra frágil mente ha terminado por romperse, pero afortunadamente, entre los cuatro habéis conseguido mantener el tipo. En cambio, el sheriff, acostumbrado a tenerlo todo bajo control con la placa que le cuelga en el pecho, ha entrado en una especie de pánico que se ha arraigado en sus huesos y su mente, del que Artie no consigue sacarle. Os preguntáis si acabará siendo un problema una persona en ese estado y con un arma en las manos... El sol está a punto de ponerse y dar paso a la noche.
Motivo: Cordura de Anna Vixen.
Tirada: 1d100
Dificultad: 73-
Resultado: 66 (Exito) [66]
Motivo: Cordura del Dr. Warren Bedford.
Tirada: 1d100
Dificultad: 77-
Resultado: 35 (Exito) [35]
He hecho yo las tiradas de Anna y Warren para no atascar la partida. Todos las habeis conseguido. ¿Esperáis allí escondidos como ha propuesto Artie o hacéis otra cosa?
Nada más ocultarse el sol por el horizonte, Harny Rooger sale de su choza provisto de chaqueta, gorro de piel y guantes para encaminarse camino arriba, a la montaña de Strafton.
Continuamos en la Escena 2.