no, elia te solto antes de que te dieran la puñalada, no se si lo puse por algun lado... pero no estas libre de ataduras...
Dolorido y con falta de aire comienzo a caminar lo mas rapido que puedo detras de Alex, pretendo no perderla de vista...no al menos de momento, Espera, espera maldita sea, esto sigue siendo peligroso...grito a Alex para que baje un poco el ritmo de su paso, aunque no confio en que lo haga.
Han abierto las puertas y me dejan pasar. Continúo caminando, siempre mirando al frente, sin girar la cabeza ni atender a los sonidos venidos desde mi espalda.
Tan sólo deseo salir al exterior, sentir la brisa acariciando mi rostro y poder despedirme de aquel mundo cruel y malvado. Camino con paso seguro, conozco mi destino y como un ángel de la muerte me encamino para enfrentarme a él.
Alexandra sigue hasta el final sin escuchar a nadie, sin ninguna duda, sin ningún miedo...
Se acerca a la puerta tras tantear las llaves y escoje una de las llaves, tras un leve juego de muñeca la cerradura cede, y tras un clic un rayo cegador de luz abre el camino a la libertad...
La luz los deja ciegos durante unos segundos por el cambio drastico de iluminación, incluso a Mario a pesar de encontrarse varios metros tras de ti aún algo dolorido y exhausto.
Poco a poco, aunque con los ojos irritados, veis el exterior de la casa, aquel exterior que creiais devastado por las noticias llegadas a vuestras casas tan solo 2 días; antes....
Tan solo habían pasado 2 días, durante los cuales los segundos pasaron como años... y los cambios eran innombrables aún...
Todo en el exterior se veia sin novedad, la brisa isleña de las canarias acariciaba las plataneras del exterior... vosotros aun dentro recordabais aquella sensación cercana....
Postead
Aquel olor, la luz cegadora y el aire fresco y no viciado de aquella maldita casa donode todo se habia ido al traste definitivamente, donde todo mi mundo, mis mentiras y embustes habian salido a la luz al igual que mi debilidad y aquella extraña fortaleza de la mujer a la que, un dia, sin duda, ame y ahora se encaminaba como un angel fuerte hacia un noseque desconocido. Me paro unos segundos cegado por la luz en mi avance y aspiro una profunda bocanada de aire. De pronto, las fuerzas me abandonan y me desplomo sobre mis rodillas, primero una y luego cientos de lagrimas surgen de mis ojos y corren por mis mejillas en una sensacion infinita, los sentimientos se entrelazan, la alegria de verse libre, la sensacion de que alguien ha jugado con ellos, con sus voluntades como titeres, y que ahora enfrentan un nuevo dia, en una nueva vida, insondable y desconocida para aquellos dos que parecia, habian sido escogidos para una leccion suprema de orgullo, humildad, mentiras y sinceridad, de fortalezas y debilidades que han hecho aflorar de ellos cambiandolos a ellos y al todo de su vida, de un modo irremediable y para siempre. Mario tras unos momentos, se levanta reuniendo las ultimas fuerzas que le quedan y avanza hasta la puerta con la vision borrosa por el sol cegador y las lagrimas que aun surgen de sus ojos, avanza hasta cruzar aquella puerta para volverse una vez fuera para tener una ultima imagen de aquel lugar maldito.
He abierto la puerta y la luz me ciega, pero eso no me detiene. Mis ojos se llenan de lágrimas mientras camino hacia aquel mundo que continúa allí, esperando. Cubro mis ojos con el brazo, haciendo algo de sombra, hasta que me acostumbro a aquella luz y puedo bajarlo. Por un momento me detengo. Siento la brisa acariciar con suavidad mi rostro, continúo llorando tras todo lo que he pasado...
Pero ya soy libre. Respiro profundamente, llenando mis pulmones de ese aire limpio que lo cubre todo. Una sonrisa asoma a mis labios...
Se que Mario está detrás mio, pero ya no le temo. Me detengo un momento, en mi mano continúa agarrado con fuerza el cuchillo lleno de sangre. Miro hacia la carretera y vuelvo a caminar. Paso entre las plataneras, acaricio con suavidad la corteza, sintiendo su tacto rugoso. Son pequeñas cosas que temí no volver a hacer.
Al llegar a la carretera tuerzo a la derecha, dirigiéndome en dirección al Acantilado de los Gigantes. Deseo ver el mar...
Todo parecia haber acabado....
El viento mecia la melena de Alexandra, mientras ella permanecia inmovil mirando al horizonte al filo del Acantilado de los Gigantes... Todo parecia haber terminado, aunque para ella solo sería el principio.... había decidido tomar el timon de su vida y lo haría desde aquel momento hasta el final....
Mientras la mente de Alexandra hacía un ligero repaso a lo que seria su futuro, siente una tos recia y unos pies arrastrando....
Al girarse ve como Mario se encuentra detrás de ella cogiendose el pecho. La mira y le dice:
Sabia que volveriamos fuera, sabía que estariamos juntos de nuevo, no nos podran separar ni un puñado de locos psicopatas han podido.... ¿¿verdad cariño??
Sin más sentimiento en la cara que el que tenía al ser rozada por el calido viento, Alexandra se da la vuelta y anda sobre sus pasos alejandose del lugar y dejando a Mario a la vez que le dice:
No vuelvas a pisar mi casa, no vuelvas a mirarme, y lo más importante no vuelvas a llamarme cariño...
Sin más Alexandra, se aleja del lugar... y deja atrás toda una vida de humillación .... la carretera que tiene delante muestra una vida por recorrer.