Partida Rol por web

El monstruo trata de golpear a Asperi pero es muy torpe

Svalk volvió a lanzar una estocada con su daga, aunque no fue su mejor golpe.

Con el kukri en la mano y manteniéndose un par de escalones sobre su rival, Asperi busca su oportunidad para acabar con el zombi. En cuanto este mueve desmañadamente uno de sus brazos, el arma del bárbaro se mueve con rapidez buscando cortar si no el cuello por lo menos el rostro del único no-muerto que queda vivo

- Si, a ver cuanto más duras - se lo escucha comentar orgulloso de haber cortado donde había apuntado. Quizás no tan profundo como hubiera querido pero si lo suficiente como para hacerle sangre...si es que la tuviera.

El ultimo zombie fallece por el golpe del kukri de asperi.

¡Lo conseguimos! Son duros, pero no tienen muchas luces, afortunadamente. Ahora habrá que encontrar al clérigo. A lo mejor no es un luchador tan poderoso si ha huido en lugar de atacarnos aprovechando la distracción de los zombis.

Tras el ultimo golpe Asperi giró sobre si mismo y buscó a su alrededor, buscando algún otro rival y respirando algo más aliviado al no encontrarlo. Tras enfundar su kukri y levantar del piso el mangual a dos manos miró al arquero que lo había acompañado en el combate final - Pudiste ver hacia donde huyo? Si es capaz de generar estos seres no debemos dejarlo huir... ahora que lo pienso debe ser quien armó esa trampa en el camino -

- Debemos devolver la prisionera al pueblo, a eso nos comprometimos, pero no creo que debamos dejar que un ser tan malvado quede libre - El bárbaro miró a la noble y le preguntó - Crees que podrás acompañarnos? no debes volver sola, te acompañaremos, pero si dejamos que ese nigromante quede en libertad puede crear más de estos zombies. Además seguramente es el culpable del frío de este lugar - aseveró sin estar seguro de sus propias palabras - no deberíamos dejarlo libre -

-El nigromante está muerto. -dijo Svalk escuetamente y con seriedad mientras limpiaba su daga.

Tras limpiarla volvió a enfundarla y alzó los brazos hacia Kaira.

-¿Puedes pasarme mi arco? -solicitó sin cambiar su tono grave.

En ese caso, creo que ya no queda nadie de la banda de secuestradores y ladrones. ¿No, lady Argéntea?

La bruja le pasó el arco a Svalk, para que tuviera a buen recaudo su arma predilecta. Después, atendió al estado en que habían dejado al enemigo. Viendo que estaban todos fuera de combate, acabados o rematados del todo, suspiró aliviada, tanto por no tener que seguir combatiendo como riéndose a carcajadas, ya que tenía la gargante afectada de tanto tiempo.

Al oír las palabras del otro arcano del grupo, Thandril, Kaira cayó en la cuenta de que ahora podrían hablar con Lady Argentéa, una vez rescatada.

- Muy bien, Lady Argentéa. Echaremos un vistazo antes de irnos y ponernos a salvo por completo. - Comentó la mujer de pelo claro mientras rebuscaba en el lugar y en las posesiones de los cuerpos.

Svalk recogió el arco que le tendió Kaira y salió al exterior con él preparado.

-Voy a comprobar que está bien muerto. -dijo mientras cruzaba la puerta y diraba la esquina del edificio.

No se fiaba que el nigromante estuviese bien muerto y se acercó al lugar con el arco preparado. Desconocía si era capaz de alzarse de entre los muertos.

Asperi ascendió por la escalera y se asomó al balcón, observando las acciones del arquero. La muerte del nigromante, si realmente había sido una muerte, era un alivio, pero prefería estar disponible como para lanzar una de sus jabalinas si la misma había sido exagerada.

Creo que debemos partir de vuelta al pueblo cuanto antes. Si el malvado Rohkar está muerto estos lares serán más seguros. Juraría que sus bandidos eran el doble de los que hemos visto. ¿Donde se esconden?

Svalk sale fuera y comprueba que el clérigo de Norgorber esta muerto y bien muerto. Asperi le vigila desde lo alto

Deberíamos explorar la casa para ver si este grupo tenía también otros "intereses".

Algo más tranquilo al notar que Svalk, efectivamente, había acabado con el fabricante de no-muertos, Asperi prestó atención a las palabras de la rescatada - El doble? Es curioso que no nos hayan atacado. Quizás nos intenten sorprender, cuando revisemos la casa - comentó asintiendo ante las palabras del mago - pero si sabemos que están esperándonos no tendrán ventaja sobre nosotros -

Volviendo a acomodar su jabalina al costado de su mochila, aferró su mangual a dos manos y volvió al interior de la casa - Propongo que vayamos puerta por puerta. Abrimos, entramos y nos aseguramos que no haya nadie. Y sabiendo que no hay peligro en el lugar podemos revisar por si hay algo útil - propuso - En algún sitio deben haber escondido su botín. Si lo encontramos podremos venderlo y mejorar nuestro equipamiento - añadió, recordando los antecedentes comerciales de sus padres - Más allá de la recompensa que nos prometieron nunca es malo conseguir unas monedas adicionales. Aunque sea nos aseguraremos de tener suficientes provisiones como para seguir nuestro viaje -

- Por donde empezamos? -

Revisáis el resto de salas. Parece que alguien estuvo en la cocina y se marcho de la casa. En una de las salas os encontráis al menos unos 6 bandidos temblando en sus camas.
Afuera Svalk examina el cadaver del lider de los bandidos tomando sus posesiones

¿Eh? ¿Por qué está enferma toda esta gente?

Desde la puerta, Thandril pregunta:

¿Qué os ha sucedido? ¿Por qué habéis enfermado vosotros? Hablad si queréis tener alguna esperanza de conservar vuestras vidas.

Uno de los bandidos contesta entre temblores. Nunca debimos aliarnos con esas criaturas del invierno, vienen con sus enfemedades. El maldito Rohkar nos ha desahuciado, dice que le valemos más muertos que vivos. El resto le sigue porque tiene miedo de él